Introducción histórica y arquitectónica
Santa Marta del Cerro es una pequeña aldea
segoviana situada a escasa distancia de la Sierra de Guadarrama,
perteneciente a la antigua Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda.
Actualmente constituye un ayuntamiento.
El templo parroquial de Santa Marta del Cerro es
un típico templo del románico rural segoviano que
por su escultura -como veremos- está relacionada con las
iglesias de Perorrubio y San Miguel de Fuentidueña, por
lo que habría que datarla no mucho después de los
años 1190-1200. Aparece en esta sección de "Monumentos
por descubrir" de Arteguias porque ciertamente es poco conocida
salvo para las personas muy metidas en el mundillo del románico
segoviano.
La iglesia de Santa Marta consta de planta de salón
de una sola nave, con cabecera de planta clásica -presbiterio
más ábside semicilíndrico- con ventanal central,
más dos portadas situadas a los pies del templo y en el
muro del mediodía, siendo ésta última la
única de ingreso. Exteriormente, la estructura primitiva
se encuentra bastante oculta por aditamentos como la torre, la
sacristía (obra fechada por una inscripción en 1798)
y el pórtico cerrado, que con probabilidad sustituiría
a la galería porticada románica primitiva, hoy desgraciadamente
desaparecida.
La
fábrica de todo el conjunto es de mampostería, salvo
los elementos imprescindibles, como las esquinas y las partes
escultóricas que son de sillería y piedra tallada.
Las puertas de ingreso
La puerta meridional sigue el modelo de tres arquivoltas:
la intermedia de baquetón y las otras dos lisas. La exterior
lleva en cada dovela grandes flores de ocho pétalos. El
apoyo lo constituyen dos pares de jambas y una pareja de columnas
de capiteles vegetales de elegante factura.
En el muro occidental, que da muestras evidentes
de haber estado en ruinas y reconstruido con el material primitivo
de forma un tanto desordenada, hay otra puertecita hoy cegada,
de extrema sencillez, formada por una pareja de arquivoltas sobre
las correspondientes jambas.
La Cabecera y la Nave
Exterior
La cabecera es bastante humilde y sencilla, ya que
al estar construida con calicanto sólo permite la incorporación
de un ventanal en su eje.
Los capiteles muestran volutas y grandes hojas de
acanto correctamente esculpidas y una pareja de sirenas-pez o
nereidas de doble cola.
Interior
Acostumbrados a que la mayoría de las iglesias
parroquiales de carácter popular de la provincia de Segovia
tengan sus interiores casi ocultos por retablos e imaginería
más o menos moderna, nos resulta muy grata la entrada en
la iglesia de Santa Marta, puesto que podemos contemplar su cabecera
románica bastante desnuda de estorbos.
Tras el arco triunfal de medio punto, el presbiterio
se aboveda con medio cañón y el ábside con
cuarto de esfera. En el interior de dicha cabecera se aprecian
arquerías en los tramos presbiteriales y un bonito ventanal
en el eje absidal constituido por un arco baquetonado trasdosado
por guardapolvos abilletado. Los capiteles de las columnas muestran
una pareja de leones -con rostros casi humanos- en postura encorvada
mirando al suelo y dos parejas de aves juntando sus picos. Los
cimacios muestran flores de cuatro pétalos en forma de
cruz rodeados por tallos vegetales.
El arco triunfal gravita sobre dos semicolumnas con
grandes capiteles. Uno muestra sirenas-ave y el otro la Huida
a Egipto con María en postura frontal sosteniendo en su
regazo al Niño. Ambas cestas se encuentran bastante erosionadas,
estado bastante incomprensible para esculturas resguardadas en
un interior, por lo que quizás haya que atribuir su deterioro
a la mano del hombre.
La nave no fue abovedada, como suele ser frecuente
en el románico rural, estando cubierta por techumbre de
madera de parhilera.
La cornisa y sus canecillos
Los canecillos de la cornisa no son obra de los artistas
que trabajaron en los capiteles de la puerta sur, ventanales y
arco triunfal. De hecho suponen la participación de artífices
locales que realizan su trabajo bajo las pautas de un arte popular
e ingenuo sin relación con lo anterior.
Se conservan en buen estado numerosos ejemplares
que muestran personajes de la época en escenas costumbristas
y festivas: músicos, contorsionistas, un párroco,
ancianos, hombres y mujeres mostrando sus sexos, etc.
También abundan los canecillos de temática
zoomorfa como aves de diferente anatomía apicándose,
entrecruzando sus cuellos o devorando serpientes. Nos llama la
atención una serpiente con cabeza que parece humana.
La torre
Por último añadiremos que, para
algunos autores, el campanario del costado norte es todavía
medieval, del siglo XIV, pero posterior al resto del edificio
al que tapó algunas partes. Es de escasa altura y completamente
liso salvo las pequeñas troneras para las campanas. El
material empleado, como en el resto del edificio, es mampostería
en los lienzos murales y sillares en las esquinas.
En su interior se halla una pila bautismal
románica con forma caliciforme y decorada con gallones
en su copa.
Relaciones estilísticas con las iglesias
de San Pedro Ad Vincula de Perorrubio y San Miguel de Fuentidueña
Por las coincidencias halladas se puede decir que
las iglesias de Santa Marta del Cerro y Perorrubio, poblaciones
vecinas, comparten rasgos comunes como consecuencia de la intervención
de los mismos artífices.
Las coincidencias se centran fundamentalmente en
las esculturas de los capiteles y cimacios de la puerta meridional,
los del ventanal del ábside y los del arco triunfal, mientras
que la única diferencia radica en el reparto de tallas
que realizan los maestros.
Los capiteles vegetales de la puerta de Santa Marta
son de la misma mano que cincela los estupendos capiteles con
hojas de acato de la galería de Perorrubio. Sin embargo,
los del arco triunfal y al menos uno de los del ventanal absidal
recaen sobre el maestro de Fuentidueña, que trabajó
en la puerta de la vecina parroquia.