Historia
del Museo
El
Museo de Bellas Artes de Granada es la pinacoteca más
antigua de España y la más importante de esta
ciudad. Se ubica en el Palacio de Carlos V, en pleno
corazón del complejo nazarí de La Alhambra.
Las colecciones del museo contienen pintura y escultura fechada
entre el siglo XV y el XX, destacando los autores cuyo trabajo
se desarrolló en Granada.
Fue inaugurado
en 1839 y ha tenido distintas sedes hasta 1958 cuando ya se
emplaza en la primera planta del renacentista Palacio de Carlos
V, un precioso edificio insertado de forma anacrónica
dentro de las construcciones y espacios de la Alhambra. El museo
ha ido experimentando cambios importantes a lo largo de todo
este tiempo, el último en 2003 cuando se cerró
durante cinco años para proporcionarle la tecnología
museográfica actual y se replanteó su discurso
expositivo.
El edificio
del museo fue proyectado por Pedro Machuca en el SXVI a instancias
del emperador Carlos V, que había quedado prendado de
la Alhambra en su viaje de bodas y quería hacer de este
lugar su residencia y de Granada la capital de su imperio. Para
ello se derribó una parte del Palacio de la Alhambra.
Pero finalmente, la construcción había quedado
sin terminar y la instalación del Museo de Bellas Artes
en 1958 permitió concluir las obras. La traza del edificio
es de estilo arquitectónico renacentista del "quattrocento".
La planta es un cuadrado en el que está insertado un
patio circular. La planta baja de la construcción está
realizada en orden toscano y adornada con almohadillado. El
piso superior es de orden jónico, ofreciendo al espectador
un juego de ritmos de vanos adintelados con frontón alternados
por pilares. En las fachadas principales, la decoración
exalta el gobierno del Emperador.
Las colecciones
del museo proceden sobre todo de las desamortizaciones del siglo
XIX, con gran presencia de pintura granadina religiosa creada
entre el siglo XVI y el XVIII. Con el tiempo, se fueron cubriendo
vacíos existentes a través de adquisiciones y
donaciones de particulares, así como de la Junta de Andalucía,
completando el panorama artístico hasta el siglo XX,
y haciendo hincapié en los granadinos más conocidos.
Entre los artistas más antiguos figuran interesantes
obras de Sánchez Cotán o Alonso Cano, del arte
contemporáneo no faltan ejemplos de Manuel Ángeles
Ortiz, Manuel Rivera o José Guerrero.
La reapertura del museo
en 2008 desveló un nuevo discurso museológico
incidiendo en lo que lo más característico de
éste: Granada y lo granadino, exponiendo cronológicamente
el desarrollo del arte en Granada desde finales del siglo XV,
mostrando la importancia histórica de la ciudad como
centro artístico de primer orden en el pasado.
Este recorrido cronológico
se presenta en la planta del museo en varias salas. La sala
I expone ejemplos de los que significó el cambio de una
sociedad árabe-nazarí a una cristiana, con necesidades
estéticas diferentes que obligó incluso a importar
obras y artistas, muchos de los cuales se quedarían a
vivir en Granada, por lo que encontramos obras desde finales
del siglo XV hasta la primera mitad del siglo XVII, y gran diversidad
de estilos y autores. Entre estas importaciones podemos ver
tablas hispanoflamencas, o el conocido Tríptico del Gran
Capitán, pero de entre todas las obras de esta sala destaca
el grupo de madera policromada y dorada del Santo Entierro de
Jacobo Florentino, procedente del Monasterio de San Jerónimo
el Real. Entre los artistas afincados en Granada destaca Sánchez
Cotán, pintor de impresionantes bodegones como el Bodegón
del cardo.
La Sala II se dedica
al pintor y escultor granadino Alonso Cano (1601-1667), que
influyó enormemente en su ciudad en la segunda mitad
del siglo XVII, entre las pinturas de santos llaman la atención
San Bernardino y San Juan de Capistrano, o las de San Luis obispo
y Santa Clara. A sus seguidores los encontramos en la siguiente
sala (la III), entre ellos Pedro de Mena o José de Mora.
La siguiente sala se
dedica a pintura profana del siglo XVII, solicitada en los ambientes
cortesanos. También se pueden ver pintura de género,
de paisajes, retratos y naturalezas muertas. A continuación
la sala V, se dedica a la pintura del siglo XIX, ya que, tras
un paréntesis, será a mitad de este siglo cuando
empiece a resurgir este arte en Granada, destacando Manuel Gómez-Moreno
González. La sala VI
tiene como protagonista a la propia ciudad, retratada sobre
todo entre 1830 y 1930, desde la aparición de los viajeros
románticos.
La sala VIII la protagonizan
los artistas de finales del siglo XIX y principios del XX que
devuelven la importancia artística a Granada, pintores
como José María Rodríguez-Acosta, José
Mª López Mezquita o Gabriel Morcillo y el escultor
Juan Cristóbal González Quesada. La sala IX, continua
cronológicamente con la anterior, siendo los auténticos
protagonistas los artistas que representan las tendencias más
innovadoras ya del siglo XX. Entre los muchos nombres: Ismael
González de la Serna, Manuel Ángeles Ortiz, Manuel
Rivera, José Rivera o José Guerrero.
(Autora
del texto del artículo/colaboradora de ARTEGUIAS:
Natalia Molinos Navarro)