Introducción
El
museo de Cuenca se encuentra muy próximo a la catedral,
en pleno casco histórico de esta vieja e histórica
ciudad (calle Obispo Valero, 12)
Sin duda,
quien esté interesado en la arqueología y el arte
y se dirige a la capital conquense, debe visitar este museo
puesto que, con seguridad, no le defraudará.
En sus laberínticas
instalaciones bien acondicionadas se muestra una colección
de piezas que sorprende por su cantidad y calidad.
Se
reparte en varias salas que inician sus exposiciones en piezas
pertenecientes a la Prehistoria, para ir avanzando cronológicamente
por la Edad del Hierro, la civilización romana, el mundo
tardoantiguo, el reino visigodo, la ocupación árabe
y también muestra algunas piezas de la Baja Edad Media
y de los primeros siglos de la modernidad.
Además
de información básica de las piezas expuestas,
existen paneles explicativos de las distintas secciones para
ubicar a visitante en los diferentes periodos históricos.
También se simulan algunos ambientes que reproducen espacios
habitados en la antigüedad (destaca, por ejemplo el espacio
que reproduce una bodega romana).
Aunque la
riqueza de muestras es sorprendente, destaca ciertamente las
correspondientes al periodo romano. Ello no debe extrañar
puesto que la mayoría de las piezas proceden de los importantes
yacimientos arqueológicos de las ciudades romanas de
Segóbriga, Valeria y Ercávica.
Prehistoria
y mundo prerromano
La colección
de este amplísimo periodo que abarca el Paleolítico,
Neolítico, Edad del Hierro, etc. es muy rico en piezas
que muestran aspectos de la vida cotidiana, como equipamiento
para los caballos (bocados, espuelas, etc.), restos de armas
(espadas, lanzas), utensilios de trabajo habitual, piezas de
vajillas de cerámica, exvotos, etc.
Dominación
Romana
Como hemos
indicado, el periodo romano es el mejor representado en el Museo
de Cuenca con una colección excelente que abarca desde
la numismática, orfebrería, cerámica, escultura,
mosaicos, etc.
La mayor
parte de estas piezas proceden de las ciudades citadas de Valeria,
Segóbriga y Ercávica, a las que se dedican respectivamente
tres salas.
De la colección
escultórica hay que destacar varias estatuas de personajes
togados, las cabezas retrato de Octavio Augusto, Lucio César
y Agripina.
También
hay numerosos fragmentos de estatuas perdidas, así como
un rico repertorio de trozos de columnas, especialmente capiteles.
Tras el
siglo II comienza la crisis del imperio romano y las viejas
ciudades pierden importancia frente al mundo rural que se ve
organizado por las villas de explotación agrícola.
De este periodo se exponen piezas procedentes de una villa de
Carrascosa de Haro y una necrópolis de Albalate de las
Nogueras.
Reino
Hispanovisigodo
De
los siglos del Reino Hispanovisigodo hasta su disolución
de comienzos del siglo VIII tenemos en el Museo de Cuenca numerosos
restos obtenidos a partir de las diversas necrópolis
existentes en la provincia (Villar de la Encina, Belmontejo,
Villaverde y Pasaconsol) y de las ciudades de Ercávica,
Valeria y Segóbriga que siguieron teniendo pujanza (fueron
sedes episcopales) durante estos siglos del reino visigodo de
Toledo.
A partir
de estos restos se confirma la escasa calidad de la cerámica
hispanovisigoda en comparación con sus trabajos de bronce,
especialmente aplicados a objetos de adorno personal, como por
ejemplo, hebillas de cinturón.
Cuenca
musulmana y comunidades mozárabes
Cuenca,
como otros muchos territorios del centro peninsular fue dominado
por los musulmanes desde comienzos del siglo VIII hasta finales
del XII.
En el Museo
de Cuenca se exponen diversos fragmentos y piezas de cerámica.
Muy relevante
es el tesorillo de monedas califales procedentes de Valeria
(correspondientes a los periodos de los califas Abderramán
III y Al-Hakem II).
También
citamos un bonito capitel prerrománico. Este capitel
que procede de Ercávica se tilda de mozárabe aunque
bien pudiera ser anterior, de época hispanovisigoda.
Tiene forma campaniforme invertido. Es muy esbelto, con hojas
y ramificaciones talladas a bajorrelieve.
Periodo
cristiano tras la conquista: repoblación
Del periodo
de repoblación cristiana de finales del siglo XII y XIII,
hay que citar que en la entrada del museo se ha colocado una
voluminosa pila bautismal románica procedente de la iglesia
de Santa María de Gracia y que se encontraba siendo empleada
como adorno de jardín.
Se trata
de una típica pila medieval de forma de cáliz
con gallones decorando el exterior de la taza y cuya superficie
se remata con una cenefa zigzagueante. Ambos motivos se pueden
relacionar con signos acuáticos (los gallones representarían
la forma de las conchas marinas y el zigzag las ondas del agua).