Introducción
El
Museo Catedralicio de Santo Domingo de la Calzada se ha
habilitado en el claustro del complejo catedralicio. Este recinto
se ubica en el costado norte del templo de la catedral. Originalmente
se construyó en el siglo XIV en estilo mudéjar y
modificado en el XVI.
Reformas y reacondicionamientos de los siglos XX
y XXI han permitido exponer una gran colección de obras
artísticas -pictóricas y escultóricas- que
abarcan gran parte de la Edad Media y de la Edad Moderna.

Como siempre que abordamos un museo, tenemos que
hacer una selección de obras de arte concretas por considerarlas
especialmente importantes y porque pertenecen fundamentalmente
a la Edad Media.


Apóstoles románicos
Se exponen las esculturas en relieve de dos apóstoles
identificados como San Pedro y San Pablo. Es un conjunto de dos
tallas de madera policromada esculpido en el siglo XII.

Réplica de Santo Domingo con un cautivo
Se expone en el museo una perfecta réplica
o reproducción de una talla románica pétrea
que se encuentra en la cripta de la catedral.

Frontal de altar de madera
Se trata de un magnífico frontal de altar
esculpido en madera de pino y policromado -como era habitual en
todo el ámbito de la escultura medieval- compartimentado
en varios registros con escenas evangélicas. El espacio
central está presidido por un gran Cristo entronizado dentro
de una mandorla, que sujeta la propia cruz de su sacrificio por
la humanidad. En las esquinas aparecen los cuatro símbolos
de los Evangelistas (Tetramorfos).

Virgen con el Niño
Una obra medieval importante del Museo Catedralicio
de Santo Domingo de la Calzada es una talla de madera policromada
del siglo XIII -obra gótica- de buenas hechuras. El Niño
está sentado sobre la pierna izquierda de la Virgen y coloca
sus pies sobre la contraria. El pie de la talla está decorado
con los escudos de los reinos de León y de Castilla.

Crucificado gótico
Durante la restauración del claustro se halló
la imagen mutilada de madera (le faltan los brazos) de un Cristo
crucificado gótico fechado aproximadamente en el siglo
XIV.

Retablo del Crucifijo
Obra del siglo XV, tardogótica, esculpida
en piedra. Se compone en los lados y parte superior de los típicos
atributos de la arquitectura del gótico flamígero:
arco conopial con cardinas, relieves ciegos de arcos agudos con
tracerías, pináculos, etc.

Bajo un dosel aparece la escena del Santo Entierro
donde Nicodemo y José de Arimatea cubren el cuerpo de Cristo
con la Sabana Santa. Junto a ellos se encuentran la Virgen María,
las santas mujeres y San Juan Evangelista.

Debajo de esta escena se esculpió un Calvario
con Jesús crucificado junto a su madre y el apóstol
San Juan Evangelista.
Escultura de la Verónica
De finales del siglo XV, de estilo tardogótico,
tenemos una exquisita talla policromada de la Verónica
mostrando el lienzo con el rostro de Jesús. La calidad
de esta obra anónima es extraordinaria.

Maqueta del complejo catedralicio
Por último citaremos una gran y perfecta maqueta
del complejo catedralicio de gran detallismo y que permite al
visitante hacerse una idea de la estructura arquitectónica
de la catedral calceatense, así como las diversas fases
de su construcción que abarcan los periodos románico,
gótico, renacentista y barroco.


Otras obras de escultura de la catedral
Retablo Mayor
El retablo mayor se encontraba en la capilla mayor
pero no hace mucho tiempo fue reemplazado en el brazo norte del
transepto para permitir la vista de la magnífica cabecera
románica que está repleta de escultura y con un
programa estilístico e iconográfico del mayor interés.
El citado retablo es una obra maestra del estilo
plateresco, obra de Damián Forment, con piezas de alabastro
y de madera. Es toda una visión de los pasajes más
importantes de los Evangelios, incluyendo los Ciclos de la Natividad
y la Pasión de Cristo.

Mausoleo de Santo Domingo
Desde el siglo XIV, el brazo sur del crucero acoge
el sepulcro del santo Domingo, cuyo emplazamiento fue escogido
a propósito con la finalidad de crear, a la manera de los
antiguos martyrium, un espacio a modo de deambulatorio para rodearlo.
Era costumbre popular que labradores y ganaderos entrase en la
catedral con sus animales (vacas y ovejas preferentemente) para
dar vueltas alrededor del sepulcro hasta que este rito fue suspendido,
por razones obvias, por el cabildo catedralicio

El mausoleo del santo consta de tres partes claramente
diferenciadas: una de finales del siglo XII o primeras décadas
del siglo XIII que corresponde a la efigie yacente románica
de Santo Domingo, obra cumbre de la escultura funeraria medieval,
que en origen como era costumbre, estaba policromada. El santo
aparece tumbado con la cabeza sobre almohadones, vestido con larga
túnica y rodeado por media docena de ángeles.

La caja sepulcral del siglo XV, de gran riqueza iconográfica;
y el baldaquino, que pese a remontarse su confección a
bien entrado el siglo XVI, fueron concebidos imitando la estética
goticista.

Piezas escultóricas de la falsa cripta
Durante la última reforma de la catedral,
materializada durante la primera mitad del siglo XX, fue habilitada
bajo el brazo lateral sur del crucero una falsa cripta destinada
a albergar un nuevo sepulcro - relicario de Santo Domingo. La
pequeña cámara, accesible a través de unas
escaleras, fue pensada para permitir al visitante o peregrino
rodear la tumba respetando la tradición canónica.

En la pequeña antesala que precede el espacio
sepulcral, fueron recolocadas varias piezas medievales reaprovechadas,
como un friso escultórico gótico muy alargado que
representa un completo Ciclo de la Pasión de Jesucristo.

También son muy interesantes dos altorrelieves
románicos correspondientes a los apóstoles San Pedro
y San Juan. El primero aparece con báculo episcopal (por
ser el primer obispo de Roma y Papa) y el segundo con su habitual
aspecto juvenil, casi femenino.

Muy apreciable es el conjunto románico realizado
en piedra que escenifica a Santo Domingo de la Calzada junto a
un personajes en postura de genuflexión. Lleva éste
unas cadenas en representación de ser un cautivo cristiano
liberado por la intercesión del santo. Como hemos indicado
anteriormente, en el museo catedralicio se expone una réplica
de esta escultura.

Por último, diremos que se considera probable
que algunas de estas piezas escultóricas procedieran de
la desaparecida portada sur o de la girola.