El Museo de las Peregrinaciones y de Santiago está
ubicado en la Plaza de Platerías, ocupando un monumental
edificio construido en el siglo XX para servir de sede para el
Banco de España. En el siglo XXI se realizó una
extraordinaria remodelación para adaptarlo a los nuevos
usos museísticos. En la actualidad este museo es una joya
que ningún turista, peregrino o simple visitante a Santiago
debe perderse.
Cuenta con un total de 3.500 metros cuadrados de
superficie construida, repartidas en planta sótano, baja
y tres más en la parte superior.
Planta sótano
En
la planta sótano cuenta con consigna de taquillas para
guardar mochilas y demás objetos que pudieran dañar
las piezas expuestas, además de amplios baños y
ascensor.
Planta baja
La planta baja se inicia con explicaciones sobre
el fenómeno religioso de las peregrinaciones en el mundo,
no sólo en el contexto cristiano sino en otras civilizaciones
y culturas.
A continuación se muestra al visitante quién fue
Santiago el Mayor y su importancia en el Cristianismo como uno
de los más cercanos apóstoles de Cristo.
De modo que se exhiben obras de arte de distintas
época en que Santiago Zebedeo aparece en los transcendentales
pasajes evangélicos de la Transfiguración en el
Monte Tabor y en la Oración en el Huerto.
Interesante es la maqueta que reproduce la posible
estructura del monumento funerario romano que se halló
en el siglo IX.
También se muestran distintos hallazgos arqueológicos
de época castreña y romana que atestiguan la presencia
civilizada en el solar de Galicia hace más de 2.000 años.
Son destacables el Tesoro de Castro de Recouso, originario de
Oroso (A Coruña) y elaborado en un momento indeterminado
entre los siglo IV y I a.C.
También se expone un tesorillo de once denarios
hallados en Castromaior, Portomarín.
No hay que perderse en esta planta baja un ilustrativo
vídeo que muestra las aventuras, vivencias, emociones,
dificultades, etc. que experimentaba un peregrino medieval es
su camino hasta Compostela.
Planta primera
La primera planta sorprende al encontrarnos casi
al llegar toda una sala dedicada a la ruta de peregrinación
budista y sintoísta de Kumano Kodo en Japón.
Llegando a la sala principal de esta primera planta
hallamos algunas reproducciones de Santiago de la catedral, cuatro
instrumentos musicales que han sido realizados siguiendo fielmente
los que portan los ancianos del Apocalipsis del Pórtico
de la Gloria y un sinfín de piezas de imaginería
de Santiago Apóstol que nos muestra cómo fue evolucionando
la iconografía del apóstol peregrino a lo largo
de varios siglos de arte.
Planta segunda
En la segunda planta nos ofrecen un interesante vídeo
del proceso constructivo de la catedral y un conjunto magnífico
de maquetas.
Una de elle ofrece una visión de cómo
fue la basílica conocida como Santiago II, la iglesia que
edificó Alfonso III, rey de Asturias, a finales del siglo
IX. También se muestra un panel con la secuencia constructiva
y la ubicación en planta con respecto al actual templo
románico del primer edificio (Santiago I) y de la citada
segunda iglesia (Santiago II).
Junto a este panel a maqueta hay otras varias de
la catedral románica iniciada en 1075 para comprobar su
aspecto antes de los revestimientos barrocos del siglo XVIII.
También hay esculturas románicas originales,
como capiteles, canecillos y claves de bóveda. Algunas
son de especial interés al haber pertenecido al claustro
del siglo XIII desaparecido en la actualidad por su sus sustitución
por el del siglo XVI. En estas esculturas tardorrománicas
se rastrea la casi perenne influencia mateana.
También resulta interesante el panel que muestra
la planta de la ampliación gótica proyectada en
el siglo XIII por el obispo Juan Arias y que suponía la
ampliación de la cabecera hacia el este. Dicho proyecto
apenas pudo ponerse en marcha, si bien se muestran en esta sala
algunas piezas contemporáneas.
En la sala anexa se encuentra una exuberante colección
de piezas artísticas fruto de los oficios en que más
destacaron los artesanos compostelanos: el trabajo en plata y
en azabache.
En la última planta se cuenta con un mirador desde donde
el visitante puede contemplar parte del conjunto arquitectónico
del casco antiguo de Santiago y, especialmente, la catedral.