Guía del Palacio Episcopal de Astorga,
León
Introducción histórica
El
célebre Palacio de Gaudí se sitúa
en el solar que anteriormente ocupaba el antiguo Palacio Episcopal
de Astorga (León) y que fue destruido en un incendio
en 1886. Se encuentra a escasos metros al sureste de la catedral.
En aquel tiempo, era obispo de Astorga el catalán
Joan Baptista Grau i Vallespinós, quién encargó
la construcción de un nuevo palacio episcopal al también
catalán Antonio Gaudí y las obras se iniciaron poco
tiempo después, en 1889.

Como consecuencia, Antonio Gaudí proyecta
en 1887 un edificio de estilo neogótico con guiños
neomudéjares. Hay que recordar aquí que Gaudí
fue un admirador de la Edad Media y su arquitectura y que partiendo
de premisas del historicismo y eclecticismo imperante en la arquitectura
de su tiempo fue incorporando elementos y conceptos novedosos
que conducirían al modernismo de su última etapa.

Las obras se van a paralizar en 1893 a la muerte
del obispo Grau. Sin embargo, el principal problema que acontece
en el plan construcción del nuevo palacio episcopal es
que, por causas diversas, entre las que destacan el avance de
las obras de la Sagrada Familia en la ciudad de Barcelona y que
se quisieron introducir cambios en los planteamientos iniciales,
contrarios al proyecto de Gaudí, el genio catalán
terminará por abandonar el proyecto para no volver.

A partir de este momento, se encargarán
de las obras de este Palacio Episcopal de Astorga a otros arquitectos
como Francesc Blanch i Pons, Manuel Hernández y Álvarez
Reyero o Ricardo García Guereta. Este último prescindirá
de muchas de las ideas del primer proyecto diseñado por
Antonio Gaudí, concluyendo las obras el 12 de octubre de
1913.

El Palacio Episcopal de Astorga alberga en
la actualidad el Museo de los Caminos por lo que varias
de sus dependencias exhiben obras arqueológicas y artísticas
de la Antigüedad y la Edad Media, principalmente.

Arquitectura
El Palacio Episcopal de Astorga es un edificio de
estilo neogótico construido en granito precedente de la
región del Bierzo, rodeado de un foso y que presenta una
apariencia de castillo. Consta de cuatro fachadas flanqueadas
por torreones. Es destacable la iluminación de las estancias
que se consigue a través de ventanales neogóticos
que se cierran con vidrieras de diferentes motivos y colores,
si bien las tonalidades predominantes en sus ambientes son mayoritariamente
cálidas.

El acceso al palacio se realiza por un pórtico
de planta circular sobre el que está el balcón de
la primera planta. Por el torreón situado al norte, asciende
una escalera de caracol que comunica las plantas interiormente.

La fachada principal y la trasera cuenta con ventanales
apuntados que le dan al edificio su carácter gótico.
En la fachada principal se sitúa el acceso al edificio
mediante una portada también de arco apuntado muy abocinado,
aunque el edificio cuenta con otros dos accesos: uno en la fachada
noroeste que conecta el primer piso de palacio con el paseo de
la muralla y otro acceso que cruza el foso mediante un puente
de granito.

En cuanto a su organización, se trata
de un edificio con planta de cruz griega inscrita en un cuadrado,
con cubierta a dos aguas de pizarra y rodeada por una balaustrada
también de granito. Como dato curioso, se puede señalar
la presencia en el jardín de tres ángeles con atributos
episcopales, que funcionan simbólicamente a modo de guardianes
del palacio. El proyecto original de Gaudí contemplaba
la ubicación de estos ángeles como remate de la
cubierta del palacio, aunque nunca llegaron a ocupar esta localización
dentro del conjunto.
El interior del templo se organiza en cuatro
niveles o plantas que se ambientaron según su función.
En el sótano y la planta baja es donde se concentran mayoritariamente
las obras que ilustran el Museo de los Caminos.

Planta sótano
La planta sótano es un espacio abierto
sin divisiones y sin más decoración que la bicromía
entre la piedra y el ladrillo. Tiene pilares y columnas de baja
altura y gran porte y bóvedas de crucería hechas
con ladrillos. Inmediatamente, cuando se llega a este sótano,
el espacio recuerda a una gran cripta, idea que pudo influir en
Gaudí por su carácter subterráneo.

Tenía como utilidad albergar el archivo
diocesano, el museo epigráfico y una bodega. Todo este
sótano se encuentra rodeado por el foso que permite la
entrada de luz y ventilación. El visitante encontrará
aquí un mosaico y varias piezas arqueológicas romanas,
además de varios cimacios visigodos y capiteles románicos
-de San Juan de Montealegre- y sarcófagos.

Planta baja
La planta baja se compone de un vestíbulo,
hall y una serie de habitaciones privadas. Destacan las bóvedas
y su decoración con cerámica vidriada donde los
óculos de los arcos se hicieron coincidir con óculos
externos.

Dentro de la exposición, esta planta
baja guarda dos interesantes capiteles románicos cuya iconografía
corresponde con Sansón desquijarando al león de
Timna y lo que podría ser un abad con sus monjes.

También tiene interesantísimos
capiteles mozárabes del siglo X procedentes de la iglesia
de Ayoó de Vidriales, algunas Vírgenes como Trono
de Sabiduría y una imagen bajomedieval de Santiago Apóstol
ataviado con ropaje y atributos de peregrino. Del mismo modo,
es interesante una moneda bajoimperial del siglo IV d.C. con un
crismón.

Primera planta
La primera planta albergaba las antiguas dependencias
del obispo y destaca nuevamente por la presencia de cerámica
vidriada en las bóvedas de crucería, así
como otros elementos como capiteles estrellados y vidrieras historiadas.
En esta planta se encuentran las estancias
más importantes del palacio: la capilla, el Salón
del Trono, un comedor de gala, el despacho oficial y diversos
dormitorios.

En la capilla sobresalen los tonos fuertes
de los vidrios con escenas de la Virgen María. En el comedor
de gala las vidrieras presentan motivos frutales y en el despacho
oficial, se decoran con escudos de prelados astorganos con guirnaldas
vegetales.

Segunda planta
Por último, la segunda planta alberga
un desván sencillo y austero, que parece desconectado del
resto del edificio, como si se hubiera terminado apresuradamente
y de manera poco cuidada, que contrasta mucho con la decoración
de los pisos anteriores. Lo más apreciable es el mirador
desde el cual se tiene la más bella perspectiva de la capilla
neogótica de la primera planta.

Como ya hemos indicado, actualmente el edificio
es sede del Museo de los Caminos, cuya visita permite contemplar
toda la arquitectura del palacio mediante un recorrido por todas
sus estancias, y al mismo tiempo conocer la historia episcopal
de la Diócesis de Astorga así como de Antonio Gaudí
y los diferentes arquitectos que participaron en el proyecto de
construcción de este palacio en sus diferentes etapas,
además de exponer obras de arte y arqueología interesantes.

