Ruta
del románico en el Alto Río Ebro (Burgos y Cantabria)
Características
de la ruta del Río Ebro
La ruta
que vamos a acometer y que hemos titulado "Ruta del Románico
del Alto Río Ebro" no es más que una de
las muchas posibilidades que se tienen de conocer parte del románico
cántabro y burgalés.

Sin
embargo, estas tierras surcadas por el padre Ebro han sido elegidas
porque además de la belleza e importancia artística
de sus monumentos románicos, el completo recorrido es de
una hermosura paisajística casi inigualable. Y es que nos
adentraremos por valles verdes con sotos espesos, poca o nula
aglomeración de gentes y pueblos pintorescos por doquier.
De
Burgos a Cantabria y de Cantabria a Burgos
Nuestra ruta traza una
especie de circunferencia irregular comenzando en el extremo sureste
de dicho círculo y continuando el recorrido siguiendo el
sentido de las manecillas del reloj.

De esta manera comenzaremos
en Burgos, en el Valle de Manzanedo y siguiendo el cauce del Ebro
(más o menos) hacia su nacimiento penetraremos en Cantabria
por la comarca de Valderredible. Ascenderemos por las Tierras
de Campoo hasta llegar al enorme Pantano del Ebro y lo bordearemos
por su orilla meridional hacia el este para alcanzar, de nuevo,
tierras burgalesas, ya correspondientes a la Viejas Merindades.

Un recorrido para hacer
innumerables paradas y hacer cientos de fotografías.
La
ruta del Río Ebro y su románico
Primera
etapa de la ruta: Valle de Manzanedo y Escalada (Burgos)
Nos situamos en el punto
de partida que hemos tomado, que no es otro que la iglesia de
San Miguel de Cornezuelo.
Estrictamente, el arranque
de nuestra ruta no pasa por el Río Ebro, pero está
tan cerca, que no podemos obviar la vista a esta zona.
En este precioso Valle
de Manzanedo visitaremos secuencialmente la citada iglesia de
San Miguel de Cornezuelo y luego la de Crespos, ambas muy próximas
entre sí, para luego, ya siguiendo el Ebro llegar hasta
Escalada, población burgalesa en el límite provincial
con Cantabria y muy próxima al famoso Cañón
del Ebro.
San Miguel de Cornezuelo
El pueblito de San Miguel
de Cornezuelo tiene la mejor iglesia de la zona. No es de grandes
proporciones, pero su construcción es de una gran calidad
en lo relativo a su arquitectura: buenas proporciones y sillería
cortada y ajustada con soberbia precisión.

El ábside lleva
anchísimos contrafuertes y en medio un ventanal cuyos capiteles
parecen mostrar leones.
Los canecillos son de
talla ruda pero se hallan muy bien conservados gracias a la calidad
de la piedra
La puerta se encuentra
en el muro oeste y su elemento más preciado es el tímpano
con la escena de San Miguel y el dragón.
Crespos
Las iglesias de Crespos
y Ailanes, muy cercanas ambas, comparten características
comunes y es fácil suponer que fueron edificadas por el
mismo taller.
Centrándonos en
la de Crespos, mejor conservada, diremos que es una iglesia de
sillería bien montada con cabecera semicircular segmentada
por anchos contrafuertes, como en San Miguel de Cornezuelo, pero
sin ventana moldurada. Dos larguísimas cenefas ajedrezadas
anillas esta cabecera.
La puerta tiene cinco
arquivoltas de medio punto muy abocinadas.
Abandonamos el Valle de
Manzanedo y siguiendo ya el curso del Ebro en dirección
suroeste llegaremos a otro punto de interés: Escalada,
población casi limítrofe con la Comunidad de Cantabria.
Escalada
De la iglesia de Escalada
nos interesa su importante portada, pues el resto es fruto de
reformas. Incluso, se aprecia que la citada puerta posiblemente
fuera desmontada y vuelta a colocar por el aplastamiento e irregularidad
que muestra en el trazado de sus arquivoltas.

Pero a pesar de ello se
trata de un gran ejemplar tardorrománico, fechable al final
del siglo XII o comienzos del XIII, cuando las portadas románicas
se hacen más grandilocuentes en su tamaño y número
de arquivoltas y columnas (aunque frecuentemente se empobrecen
en calidad escultórica e iconografía).
Especial atención
deberá poner el visitante a la arquivolta inferior, decorada
con estatuas radiales que representan a los Ancianos y que quizás
pudo inspirarse en la portada de la no muy lejana población
de Moradillo de Sedano.
Segunda
Etapa: Sur de Cantabria
Desde Escalada, continuamos
por la carretera BU-613 en dirección a Polientes, siguiendo
un tortuoso trazado paralelo al recorrido del Ebro y rodeados
de farallones calizos y del soto del río. A muy poca distancia
nos encontramos con el desvió a la importantísima
Colegiata de San Martín de Elines. Aquí la parada
es completamente obligatoria.
San Martín
de Elines

La iglesia de San Martín
de Elines, inicialmente perteneció a un monasterio, luego
pasó a ser colegiata y más tarde parroquia.
La cabecera es imponente
gracias a los grandes arcos que rodean las ventanas y que dan
un estupendo ritmo al ábside de semitambor.
También el interior
sobresale por sus arquerías murales y la riqueza escultórica,
donde sobresale la figura del león.
Continuamos hacia el Oeste
y nos encontramos con la población de Villanueva de la
Nía
Villanueva de la Nía

Siguiendo la carretera
CA-273 llegamos a Villanueva de la Nía, con un interesante
templo románico. Además de la habitual espadaña
románica de punta aguda y troneras, presenta la característica
de tener una buena colección de canecillos figurados en
el alero.
La mayoría de la
figura representan curiosos motivos geométricos, pero también
los hay con esculturas de personajes humanos.
Retrocediendo unos cientos
de metros, tomaremos la carretera CA-272 hacia el norte para seguir
nuestro recorrido por la vera del Ebro en tierras cántabras
llegamos al enorme Pantano del Ebro atravesando los territorios
septentrionales de Valderredible y Valdeprado del Río.
En este camino ascendente
pasaremos por diversas iglesias románicas, bastante modestas,
como Arcera, Loma Somera, Dondevilla, Aldea de Ebro, Bustasur
y Arroyo.
Además de la iglesia
de Bustasur, con datación de comienzos del siglo XII, la
más interesante de las citadas es la de Aldea del Ebro.
Aldea de Ebro
La iglesia de Aldea de
Ebro está compuesta por una nave y ábside de testero
plano. La portada meridional, aunque don apenas decoración
es una buena obra de arquitectura.
Más interés
tiene la monumental espadaña situada junto a la cabecera.
Se halla exenta y muestra la clásica división en
cuerpos mediante impostas, con troneras en cada uno.
En este caso, se creó
una escalera de piedra adosada con arcos agudo de descarga.
Tercera
etapa: El Pantano del Ebro y las Merindades
A pesar de ser un pantano
artificial, no un lago natural, hay que reconocer que algunos
de sus rincones son de gran belleza. Especialmente en días
brumosos y fríos de invierno, el color plata oscuro de
sus aguas forma sugestivas mezcla de color con el cielo plomizo
y las montañas cántabras nevadas.

En este contexto paisajístico
rodearemos este pantano hacia el este, en busca de nuevo de tierras
burgalesas. Desde Arroyo tomaremos la carretera CA-730 que se
prolonga por la BU-642 que bordea el pantano por su orilla meridional
en dirección al este hasta alcanzar territorio de las Merindades
burgalesas.

En este territorio nos
encontraremos, en muy pocos kilómetros un ramillete de
iglesias románicas rurales de gran encanto por los parajes
en que se asientan. Es el caso de San Vicente de Villamezán,
Virtus (con precioso castillo), Bezana, Montoto,
Soncillo, etc.