La
Ruta del sur de Pontevedra: el románico de Tui y del Miño
Que
Galicia es un paraíso románico, no lo duda nadie,
aunque todavía echamos en falta la suficiente difusión
y promoción de su patrimonio.
Cuando
se habla del románico gallego, rápidamente salta
a la memoria la catedral de Santiago o las templos del Camino
de Santiago. También los monasterios de la Ribera Sacra.
Sin embargo,
hay otras muchas comarcas sorprendentes y menos conocidas donde
el amante del mundo medieval puede recrearse. Tal es el caso del
románico sur de Pontevedra, junto al Miño y la frontera
con Portugal.
Comenzamos
nuestra ruta en Tui, donde antes que visita la catedral
pasaremos por la pequeña iglesia de San Bartolomé
de Rebordans a 3 Km. de la población. Iglesia excepcional,
fue sede los obispos
tudenses durante los siglos XI y XII. También, a partir
del 1138 fue monasterio benedictino y posteriormente agustiniano.
Seguramente la iglesia
que ahora vemos sustituyó a otra prerrománica, pero
lo actual tiene dos fases bien delimitadas. La primera es de finales
del siglo XI o comienzos del XII, alejada de la influencia de
Santiago, por lo que se trata de una fase muy primitiva del románico
en Galicia.
Más tarde en el
siglo XII se harían reformas para homologarla con el románico
más maduro de la época.
Lo más valioso
son los capiteles que aún se conservan de la primera edificación.
Así encontramos la degollación de San Juan, la cena
de Herodes, animales devorando hombres, etc.
La
siguiente visita ha de ser, por supuesto, la Catedral de Santa
María. La Catedral de Tui tuvo dos fases, una plenamente
románica (mitad del siglo XII) y otra ya protogótica
(finales del siglo XII y comienzos del XIII). . La parte más
interesante -desde el punto de vista románico- es el transepto
y el fragmento de triforio. Los capiteles de esta zona de la catedral
son de gran calidad plástica.
La portada gótica
occidental, de las primeras décadas del siglo XIII es espectacular
y contrasta con la sobriedad de los restos románicos primitivos.
De
camino hacia el sur encontramos en la iglesia de San Salvador
de Sobrada dos mochetas de cabezas de bóvidos sujetando
un dintel. Serían las mochetas de la puerta anterior románica.
El próximo paso
es la iglesia parroquial de Pexegueiro con sus tres bellas
portadas, una por cada muro de la nave. Las tres son distintas
pero comparten su gran tamaño, su tendencia a la verticalidad,
su armonía de formas (arquivoltas, columnas...) y que cuentan
con tímpano.
A pocos kilómetros
visitaremos lo que resta de la iglesia de San Salvador de Tebra,
es decir, parte de los muros con una alterada puerta norte con
mochetas de bóvido. Perteneciente a un antiguo monasterio,
tenemos la curiosa la cabecera de Santa María de Tebra
poligonal al exterior y circular en su interior. Los canecillos
exteriores son historiados. Destacan los capiteles del arco triunfal
y del fajón que le acompaña donde aparecen cuadrúpedos
de largas patas, serpientes rodeando a un hombre o un águila
agarrando un conejo.
Continuamos ruta hasta
llegar a la parroquial de San Vicente de Barrantes que
fue la iglesia del antiguo monasterio de San Salvador de Barrantes
que pudo ser fundado en la tercera década del siglo XII.
Actualmente sólo conserva la cabecera de planta rectangular.
Interiormente, esta cabecera
sorprende pues tras el arco triunfal de dos arcos plano, de arista
viva sobre columnas de dos órdenes de hojas y después
de un breve tramo, encontramos un muro circular con tres ventanales
de arista viva en cada lado y el pequeño óculo mencionado.
Curiosa es esta articulación, no vista en ninguna otra
iglesia pontevedresa.
Nuestra
última escala en esta breve pero interesante ruta es Tomiño
y su iglesia de Santa María.
Este templo es uno de
los de mayor calidad del recorrido. Perteneció a un antiguo
monasterio femenino.
Se trata de una gran nave con cabecera de planta rectangular,
aunque el elemento más valioso es su monumental puerta
occidental
De cuatro arquivoltas
baquetonadas de más chambrana. Todo el conjunto está
decorado con rosetas inscritas en círculos, billetes, sogueado,
moldura de arquillos, tallos con hojas alanceoladas, y pomas.
El tímpano es liso.
La estructura columnaria de apoyo se sostiene sobre altos podios
y consiste en cuatro pares de columnas esbeltas con capiteles
de hojas vegetales terminadas en volutas.
Los muros laterales tienen
cinco saeteras en total que se convierten al interior en bellos
ventanales de arco sobre columnas encapiteladas.
El
arco triunfal es de dos arquivoltas planas y de medio punto. Las
columnas entregas que lo soportan están bien labrados sobre
todo el que muestra a tres mujeres agarradas y dos animales diablescos.
Otro arco fajón
que está decorado al exterior y en el intradós con
capullos semiesféricos apoya sobre una nueva pareja de
columnas. Por último, mencionamos que en el muro del testero
y en la pared norte del presbiterio hay ventanales de de derrame
interior con arquivolta sobre columnas como en los muros laterales.