Guía
monumental de Castillejo de Robledo, Soria
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Castillejo
de Robledo |
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Soria |
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El
Burgo de Osma |
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200 |
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983 |
Introducción
a la guía de Castillejo de Robledo, Soria
Castillejo de Robledo
es una de las poblaciones con más sabor medieval de Soria.
Se ubica en la esquina oeste de la provincia, a escasa distancia
de los límites provinciales de Segovia (Maderuelo está
a 11 kilómetros por carretera) y de Burgos (La Vid se encuentra
a muy poca distancia en línea recta, en dirección
al norte).
En la actualidad
su población apenas alcanza los 200 habitantes, aunque el
turismo cultural y enológico (vino con denominación
de Ribera de Duero) ha dado una cierta vitalidad y habilitado algunos
establecimientos hosteleros en la localidad. Además, esta
zona es muy rica desde el punto de vista cinegético (es abundante
la caza menor y los jabalíes) y cuenta con una Escuela de
Caza y Prácticas Cinegéticas.
Situada en
un pequeño valle entre roquedos calizos de gran belleza,
es lugar legendariamente conocido por que el Cantar del Mío
Cid sitúa aquí la "Afrenta de Corpes", donde
las hijas del Cid fueron ultrajadas por los Condes de Carrión.
Este hecho más legendario que histórico se suele ubicar
en un paraje cercano de la población junto a una fuerte próxima
a la ermita de de la Concepción del Monte.
No obstante,
otra población, en este caso de la provincia de Guadalajara,
compite por el protagonismo del relato cidiano. Nos referimos a
Robledo de Corpes.
Además
de los restos de un castillo templario, que de ahí su nombre,
hay restos románicos en dos lugares. Lo más destacable
es la iglesia parroquial de la Asunción, declarada
monumento nacional en 1985, que se conserva casi íntegramente.
Iglesia
de la Asunción de Nuestra Señora
En la iglesia
de la Asunción de Castillejo de Robledo -declarada Monumento
Nacional en 1974- destaca su magnífica cabecera con un clásico
y bien articulado ábside de semitambor de buena sillería
dividido verticalmente por dos columnas con capiteles de palmetas
que llegan hasta el alero, pero que sobresalen de él, lo
que no es nada habitual.
Horizontalmente
se segmenta por anchas impostas.
Tiene tres elegantes ventanales
moldurados sobre columnillas de capiteles vegetales, donde destacan
los guardapolvos con puntas de diamante y un interesante alero de
canecillos de variada temática: cabezas, barriles y escenas
de carácter erótico.
La
portada ubicada en el muro meridional es bastante suntuosa teniendo
en cuenta que estamos ante un templo del románico rural.
Está
constituida por un vano rodeado por cuatro arquivoltas algo apuntadas
decoradas con baquetones sogueados, motivos geométricos muy
variados -entre ellos las ya citadas puntas de diamante- y un arco
polilobulado. Se conserva parte de la policromía bajomedieval
del siglo XV-XVI de colores blanco, azul, rojo y negro.
Los apoyos
son tres pares de esbeltas columnas acodilladas a las jambas con
capiteles de temática vegetal, salvo uno en que se adivina
una serpiente y un sapo.
Indudablemente,
estamos ante una puerta construida bien entrado en el siglo XIII,
con evocaciones de las portadas cistercienses de numerosos monasterios
bernardos no muy lejanos como Santa María de Huerta, Piedra,
etc.
El pórtico
bajo el que encontramos la citada puerta es moderno. Data de la
restauración de 1986, pero en su lugar existió uno
anterior -posiblemente románico-, según las excavaciones
realizadas en dicha restauración.
En el interior
de esta iglesia de la Asunción de Castillejo de Robledo es
destacable el arco triunfal apuntado que insinúa la herradura
(túmido), que alguna vez se ha asociado a su posible origen
templario.
Otro de los
intereses de esta iglesia es el conjunto de pinturas murales que
se conservan. La mayoría son sencillas composiciones geométricas
a base de red de rombos que imitan las tres dimensiones.
Lo más
destacable es la gran serpiente de color verde de doble cabeza con
bocas llameantes que recorre el arco triunfal. Esta pintura se ha
datado en el siglo XV con una evidente estética arcaizante,
especialmente el citado dragón o serpiente, que parece románico.
En el muro
norte se han descubierto fragmentos muy pequeños de pinturas
murales, para algunos del siglo XII, para otros del XV o XVI y que
representa a un soldado rodeado de fortificaciones.
Por último,
mencionaremos que en el interior hay una pila bautismal románica
de gran simplicidad. Su forma es la más representativa, con
forma de cáliz cuya superficie exterior muestra gajos o gallones.
También
hay que citar una talla gótica de madera de la Virgen con
el Niño.
Ermita
de los Mártires
A la derecha
del camino que va la Langa están los restos de la Ermita
de los Mártires, que se encuentra arruinada. Tiene cabecera
plana, canecillos de nacela, y restos de la puerta sur que fue arrancada
vilmente. Todavía se aprecia un arco con billetes y de sogueado.
En
el testero han aparecido unas misteriosas pinturas murales que ni
siquiera los especialistas logran establecer una posible cronología.
Se ha elucubrado en que podría ser prerrománicas,
mientras que para otros autores son bajomedievales.
Castillo
Lo que vemos
actualmente son los despojos arruinados de lo que debió ser
un interesante castillo medieval de uso militar (a diferencia de
los que encontramos habitualmente en las llanuras, que son reformas
para uso señorial)
Su origen,
probablemente, hay que buscarlo en una atalaya o pequeña
fortaleza árabe que, tras pasar a manos cristianas, fue ampliado
en el siglo XII.
Para muchos,
desde estas fechas de la duodécima centuria perteneció
a los caballeros templarios de Ucero hasta la supresión de
la Orden en 1311, pasando entonces, como fue normal en el proceso
de disolución del Temple, a propiedad de otra orden militar,
en este caso la Orden Hospitalaria de San Juan. La razón
de esta creencia es una desaparecida inscripción donde se
cita a un freire "Frey Diego de Roa".
Para otros,
no son suficientes éstos ni otros argumentos y creen que
perteneció en origen a los hospitalarios de la Encomienda
de Almazán.
Tras la desamortización
del siglo XIX pasó a ser propiedad de los vecinos de Castillejo.
De las desoladas
ruinas se conservan parte de algunos muros del doble recinto de
que disponía más dos de sus torres, además
del aljibe.
No obstante, y a pesar de su estado de
ruina, el castillo de Castillejo de Robledo, completa perfectamente
los alicientes monumentales de este lugar.
Al estar encaramado sobre un cerro calizo
fácilmente rodeable dando un breve paseo por el pueblo ofrece
una encantador pintoresquismo y el amante a la fotografía
podrá comprobar cómo, desde diferentes ángulos,
la fortaleza parece tener mil formas distintas. También es
recomendable realizar una visita a su interior subiendo por un camino
que parte de la iglesia de la Asunción.