Situada
a orillas del río Carrión y delimitando hacia el
sur lo que fue la ciudad de Palencia en la Edad Media,
la iglesia de San Miguel con su inconfundible torre-campanario
en la que a continuación nos centraremos constituye uno
de los iconos más reconocibles de la capital palentina;
destacando desde la distancia y, pese a su antigüedad, planteando
en el "skyline" urbano una verdadera competencia con
edificios y bloques de viviendas mucho más modernos.
Levantada sobre los restos de una construcción
anterior fundada en tiempos del Rey Fernando I y del Obispo Don
Miro en la que, según la tradición, contrajeron
matrimonio Don Rodrigo Díaz de Vivar y su esposa Doña
Jimena; el edificio actual es una obra comenzada en los albores
del siglo XII y finalizada bien entrado en siglo XIII, constituyendo
una de las construcciones religiosas castellanas en las que más
claramente queda de manifiesto esa transición entre el
estilo románico y el incipiente gótico.
Distinguida como Monumento Histórico Artístico
desde nada menos que el año 1931, fue declarada Bien de
Interés Cultural en diciembre de 1992, conservándose
en notable buen estado con escasos aditamentos y reformas tardías.
Exterior
El conjunto de torre campanario y portada
Sin lugar a dudas, el elemento más reconocible
del templo de San Miguel es su torre campanario, levantada a los
pies de la nave central y elevada en aproximadamente 70 metros
respecto al nivel del suelo.
Se trata de una torre de eminente vocación
defensiva y fortificada, la cual durante la Edad Media jugaría
un papel importante dado su emplazamiento en un extremo de la
urbe y en la misma orilla del río Carrión.
Este carácter fortificado perfectamente reconocible
por su remate almenado es muy posible que, sin embargo, no fuese
fruto de su planteamiento original, si no que las almenas que
hoy vemos fueran el resultado de quedar incompleto por la razón
que fuese un último cuerpo de la torre y que para ellas
fuesen aprovechados los ya iniciados vanos para huecos de campanas.
Sea como fuere, en su estado actual el campanario
de San Miguel de Palencia queda estructurado en cuatro cuerpos
en altura. En el cuerpo inferior y entre dos contrafuertes se
abre una elegante portada de seis arquivoltas ligeramente apuntadas
y abocinadas cobijadas por una chambrana de arquillos calados.
Dichas arquivoltas, bastante deterioradas y en las
que aún quedan visibles signos de figuración escultórica
en sus roscas, descansarían sobre columnas acodilladas
rematadas en capiteles, aunque lamentablemente no han llegado
a nuestros días.
Sobre el cuerpo de la portada y también entre
contrafuertes se abre un bonito ventanal típicamente gótico
en arco doblado, apuntado y ajimezado.
En el tercer cuerpo se horadan dos modestos vanos
gemelos también apuntados sobre los cuales, en el cuarto
y último cuerpo se abren en los dos lados principales sus
bien reconocibles y elegantes ventanales puramente góticos
de tracería calada. El remate, tras una moldura animada
por bolas, las ya citadas almenas que, como ya ha quedado reseñado,
bien podrían ser los restos de ese último cuerpo
de remate nunca ejecutado.
Adosado al cuerpo principal rectangular se aprecia
lo que parece ser un husillo de acceso de planta dodecagonal y
rematado muy armónicamente y en consonancia con la estructura
principal a base de almenas. Esta torre quedó profundamente
dañada tras el terremoto de Lisboa de 1755, siendo objeto
tras él de una exhaustiva reforma de consolidación.
Cabecera y naves
El resto del edificio conserva su estructura de tres
naves de cinco tramos cada una en la cual, la central es notablemente
más alta y ancha que las laterales. Desembocan en un crucero
de tres tramos no marcado en planta pero sí en alzado que,
a su vez, abre a una estructura de triple ábside en la
que el central, también de mayor tamaño, presenta
planta poligonal marcada por contrafuertes.
De las dos absidiolas laterales, perfectamente visibles
al interior, tan solo ha llegado a nuestros días visible
al exterior la que remata la nave norte ya que, la meridional,
queda enmascarada por una construcción aneja auxiliar de
cronología más tardía.
Interior
Al interior, las naves quedan separadas por arcos
apuntados que descansan sobre potentes pilares a cuyos frentes
y codillos adosan semicolumnas pareadas y simples; una articulación
de raigambre hispano-languedociana como tantas construcciones
de finales del siglo XII y comeinzos del XIII en España.
Las bóvedas del cuerpo de naves se resuelven
mediante crucerías nervadas, mientras que el ábside
hace lo propio por medio de una bóveda de gajos en la que
los nervios apean sobre contrafuertes. La iluminación interior
queda resuelta por los amplios ventanales ojivales sobre las naves
laterales y el amplio óculo abierto justo por encima del
arco triunfal.
Además de unos pocos restos de pinturas
murales góticas descubiertas hace pocas décadas,
en cuanto a bienes muebles se refiere destaca por encima de todo
un magnífico cristo crucificado de finales del siglo XIV
y la pila bautismal.
Otros monumentos medievales de la ciudad de Palencia
La visita a la capital palentina ofrece multitud
de alicientes medievales. En un entorno de unos cuantos cientos
de metros encontramos la catedral de San Antolín con su
museo diocesano, el convento de Santa Clara, El Convento de San
Francisco, la iglesia de San Juan Bautista y el propio Museo de
Palencia que conserva piezas de gran interés.
La Catedral
A la Catedral de San Antolín de Palencia se
le llama "La Bella Desconocida" pues siempre ha resultado
el patito feo de las catedrales castellanas, ensombrecida por
otras notables como la de Burgos o León. Sin embargo, una
visita tranquila y documentada nos descubrirá una de las
más importantes seos medievales españolas.
Más
información de la Catedral
de Palencia
No sólo es el inmenso edificio gótico
lo que vale la pena, sino la cripta de San Antolín con
cabecera del siglo VII y nave de comienzos del XI. No dejemos
de entrar en el Museo Catedralicio y Diocesano, con innumerables
obras de arte mueble.
Monasterio de Santa Clara
Uno de los grandes lugares de espiritualidad de la
ciudad palentina es el Monasterio o Convento de las Claras. Su
fundación acaece en la Baja Edad Media, de la que se ha
conservado impecablemente una monumental iglesia gótica
de tres naves.
Iglesia del desaparecido Convento de San Francisco
El que fuera convento franciscano medieval no es
un sitio demasiado conocido. A pesar de las reformas y reconstrucciones
todavía conserva una bonita fachada gótica con un
pórtico de arquerías.
Iglesia de San Juan Bautista de Villanueva de
Río Pisuerga
La iglesia románica de San Juan Bautista se encuentra
en el Parque de la Huerta de Guadián, donde se montó piedra
a piedra en el siglo pasado tras desmontarla de su emplazamiento
original: el pueblecito de Villanueva de Río Pisuerga cuando se
construyó el Pantano de Aguilar. Es una pequeña construcción
pero muy armónica y elegante.
Más
información de la Iglesia
de San Juan Bautista de Villanueva de Río Pisuerga
Museo de Palencia
Antiguamente conocido como Museo Arqueológico
de Palencia, exhibe innumerables piezas arqueológicas,
de arte antiguo, medieval etc. A nosotros nos parece especialmente
interesante la colección de capiteles originales procedentes
de San Martín de Frómista, desmontados en la época
de la restauración de Aníbal Álvarez.
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información del Museo
Arqueológico de Palencia
(Autor del texto del artículo/colaborador
de ARTEGUIAS:
José Manuel Tomé)