Biografía
de Enrique II de Trastamara. Rey de Castilla y León
La
biografía de Enrique II de Trastamara está
marcada inexorablemente por el episodio de la Guerra Civil
contra su hermano (de padre) Pedro I de Castilla, rey legítimo.
Este hecho constituye una de las páginas más lúgubres
de la historia de la Edad Media hispana.

Enrique nació en
1134 fruto de los amores entre el rey Alfonso XI de Castilla
"El Justiciero" y Doña Leonor de Guzmán
Ponce de León, su amante preferida y que le dio nada
menos que una decena de hijos.
Fue adoptado por Rodrigo
Álvarez, conde de Trastámara, adquiriendo un señorío
de grandes extensiones en el norte de la Península. Probablemente
la enemistad y los celos surgieron entre Pedro y Enrique en los
últimos años del reinado de Alfonso XI como consecuencia
de los favores que Leonor conseguía para sus hijos. Para
mejorar aún más su posición, Enrique contrae
matrimonio con Juana Manuel, hija del poderoso infante
don Juan Manuel.
Tras la muerte de Alfonso,
se inician los enfrentamientos, persecuciones y efímeras
paces entre Enrique y Pedro, hasta que Enrique se subleva con otros
nobles contra Pedro I, ya entronizado, iniciándose una guerra
marcada por el odio fratricida.
En esta pugna cainita, Pedro
I manda encarcelar y ajusticiar en el año 1351 a la madre
de Enrique, Doña Leonor, por sus conspiraciones a favor de
la sublevación de su hijo y otros miembros de la nobleza
Comienza, entonces, una
constante búsqueda por parte de ambos contendientes, de alianzas
con otros reinos hispanos (Aragón), además de con
Francia e Inglaterra, para desestabilizar la balanza a su favor.

Para saber más sobre
los detalles de la Guerra entre Pedro y Enrique, visitar la página
dedicada a:
Pedro
I el Cruel
El fatal desenlace de esta
larga guerra civil llegará, tras numerosas batallas y alternativas,
en Montiel en 1369, cuando gracias a las fuerzas francesas
del mercenario Beltrán de Guesclin, Pedro es vencido
y asesinado.
El
nuevo reinado de Enrique II, tan anhelado y perseguido por él
y sus seguidores, no fue un camino de rosas. Para empezar, sólo
Francia le apoyaba, mientras que el resto de reinos peninsulares
cristianos (Portugal, Aragón y Navarra) estaban contra él,
además de Inglaterra. Esta alianza con Francia fuerza al
monarca a posicionar a Castilla como colaboradora de los intereses
franceses en la Guerra de los Cien Años.
En este sentido, hay que
recordar que el regicida, antes de sentar cómodamente sus
reales en el trono castellano, tuvo que acabar con las reclamaciones
de dos nuevos aspirantes a su recién estrenado reino: el
portugués Fernando I, por ser biznieto de Sancho el Bravo,
y a Juan de Gante, duque de Lancaster, por su matrimonio con Constanza
de Castilla (hija del difunto Pedro I).
Además, Enrique II
tuvo que aplicarse en desarrollar políticas conducentes a
la regeneración de un reino castigado por las calamidades
y las guerras, aunque para ello tuvo el lastre de los pagos a los
ejércitos mercenarios y las concesiones de títulos,
rentas y favores a la facción de nobles que le había
ayudado.
Otra de las prioridades
de Enrique fue estabilizar la monarquía y la nueva dinastía
de los Trastamara mediante el apoyo de las cortes y el impulso de
una nueva legislación.
Enrique fallece en 1379,
heredando el reino su hijo Juan, que reino como Juan I.

Enrique II de Castilla ha
pasado a la historia con distintos apelativos, entre ellos "el
de Las Mercedes" por los favores y concesiones con que
tuvo que pagar las ayudas de parte de la nobleza castellana para
destronar a su hermano Pedro, o "El Bastardo" por
su condición de hijo ilegítimo de su padre Alfonso
XI. También se le apoda "El Fratricida"
por el asesinato de Pedro en El Drama de Montiel.
Hechos
y repercusiones del reinado de Enrique II de Trastamara
Cambio en la Dinastía
de Castilla y León, abortándose la de Borgoña,
instaurada en el siglo XII, tomando el relevo la de Trastamara.

Agravamiento de la crisis
económica y social del siglo XIV, con debilitamiento del
poder real en beneficio de la nobleza levantisca
Profundización en
el sentimiento de antisemitismo por parte de la población
cristiana. En la guerra contra Pedro, Enrique ataca políticamente
a los judíos aunque luego los protege. El desprestigio de
los judíos brotado durante su reinado alcanza tintes dramáticos
en el reinado de su hijo Juan I.