Ruta
del Parque del Monfragüe, Cáceres
Introducción
a la ruta monumental en el entorno del Parque de Monfragüe
En el portal de Arteguias
no nos ocupamos de divulgar los parajes y parques naturales y
el turismo ecológico en general, pero sí solemos
ser especialmente partidarios de las rutas monumentales
medievales que además de los alicientes artísticos
y patrimoniales se realizan a la sombra de parajes naturales hermosos.
Por ello nos ocupamos aquí de una ruta que tiene
como centro el Parque Natural de Monfragüe (noreste
de Cáceres) y que pasa por poblaciones cercanas
a dicho parque y que incluso lo atraviesa.
En
esta ruta une un riquísimo patrimonio monumental basado
en arquitectura romana, románica, gótica y mudéjar,
además de mostrarnos importantes castillos. No debe
sorprender tal extremo pues Extremadura sigue siendo una
las grandes desconocidas del panorama turístico español.
La riqueza y variedad monumental de esta zona de Cáceres
es de enorme relevancia, pero también existe parecida abundancia
en otras muchas zonas de las provincias de Cáceres y Badajoz.
Nuestra ruta parte de
Navalmoral de la Mata, importante y populosa ciudad cacereña
y que es la entrada y salida natural de Cáceres hacia el
centro de la Península, además de poseer una digna
oferta hotelera.
Enseguida descenderemos
hacia el sureste entrando en un territorio mucho menos urbanizado
y donde nuestro camino se adentrará en inmensas dehesas
de encinas y alcornoques donde se cría el famoso cerdo
ibérico tan típico de tierras extremeñas.
En este acercamiento a Monfragüe nos pasaremos por Belvís
de Monroy, con importante castillo e interesante iglesia gótica.
Luegos visitaremos las ruinas de la ciudad romana de Augustóbriga
en Bohonal de Ibor. Estas ruinas se encontraban en Talavera
la Vieja, importante población que fue sumergida por
las aguas del pantano de Valdecañas.
Desde
aquí retomaremos nuestra ruta hacia el corazón del
propio Parque Natural de Monfragüe. El recorrido en
coche debe hacerse de manera tranquila para poder disfrutar de
los maravillosos paisajes vírgenes que nos regala este
lugar. La tranquilidad y soledad que se respira en ciertas épocas
del año sólo es interrumpida por las piaras de cerdos
ibéricos que se pueden ver. Tampoco es raro encontrase
en medio de la carretera o a pocos metros de ella algún
que otro grupo de ciervos que no desconfían demasiado de
la presencia humana.
El Parque de Monfragüe
ni siquiera defrauda monumentalmente, pues después de superar
el poblado de Villarreal de San Carlos, lugar de avituallamiento
con lugares de descanso y centro de interpretación, podremos
visitar el castillo de Monfragüe, ubicado en un lugar
desde el que las vistas son inmejorables.
Abandonaremos
el Parque de Monfragüe en dirección al sur para llegar
a Cáceres, ciudad patrimonio de la humanidad pero antes
pararemos en la hermosa localidad de Monroy (no debemos
confundirla con Belvís de Monroy que visitamos al comienzo
de la ruta). Ya en la ciudad de Cáceres hay que
visitar despacio y con calma el magnífico casco antiguo
que por su increíble estado de conservación y su
riqueza monumental (gótico, mudéjar y especialmente
renacentista) fue merecedora de la consideración de Patrimonio
Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
El destino final de la
ruta es la villa de Plasencia que, como Cáceres,
posee un repertorio artístico de primerísimo orden.
Navalmoral
de la Mata
No es Navalmoral de la
Mata una ciudad especialmente monumental aunque tiene valor su
iglesia parroquial.
Visitar
la página dedicada a Navalmoral de la Mata
Belvís
de Monroy
La antigua villa de Belvís
de Monroy sorprende por la inmensidad de su fortaleza medieval,
de lo mejor de estas tierras cacereñas. Perteneció
a la Orden de Calatrava aunque las reformas lo convirtieron en
un castillo palaciego. No obstante, son imponentes sus altísimos
muros amatacanados y las torres circulares. También quedan
otras torres prismáticas y parte de muros almenados. Del
este conjunto emerge mayestáticamente la imponente torre
del homenaje.
También hay que
visitar su iglesia parroquial con campanario gótico y pila
medieval, además de la picota y el convento de San Francisco.
Augustóbriga
En Bohonal de Ibor, en
un pequeño alto junto a la carretera que enlaza Guadalupe
y Navalmoral, visitaremos los restos romanos traídos aquí
desde la antigua ciudad romana de Augustóbriga (Talavera
la Vieja) que fue completamente inundada por las aguas del pantano
de Valdecañas en el año 1963.
Aunque los dos más
importantes restos fueron salvados y traidos aquí sufren
de la descontextualización propia de estos casos por lo
que la pérdida de valor monumental e histórico es
evidente. Esto no quiere decir que sea criticable trasladar un
resto monumental y arqueológico a un nuevo lugar si en
el original corre peligro de desaparición.
El más importante
de estos monumentos es el conocido como "los mármoles"
que se trata del resto de la fachada de un edificio con grandes
columnas corintias sobre el que se apoya un arco de medio punto
y que se encontraba en el foro de la ciudad romana.
Las últimas investigaciones
sobre estos restos indican que pudo ser un templo. Ya en Mérida,
tenemos un templo también que combina la arquitectura arquitrabada
con un arco, como es el templo de Diana.
Desde Bohonal de Ibor
nos dirigiremos al mismísimo Parque de Monfragüe.
Parque
de Monfragüe
El Parque Natural de Monfragüe,
es uno de los parques más importantes de Europa, verdadera
joya del ecosistema meridional europeo, con bosque mediterráneo
autóctono de encinas y alcornoques, además de matorral
bajo. Este territorio semimontañoso está marcado
por la confluencia de los ríos Tiétar y Tajo.
Su buena conservación
se debe al abandono humano a partir de la Edad Media lo que ha
permitido que la naturaleza se haya desarrollado con casi total
libertad, al menos hasta la construcción en el siglo XX
de dos embalses, los de Torrejón y Alcántara.
Como decíamos,
el abandono humano del Parque de Monfragüe data de la Edad
Media. Hasta entonces sí existía población
en tiempos prehistóricos como demuestran las pinturas rupestres
de los abrigos de la sierra de las Corchuelas. También
estuvo ocupado por vetones y romanos que denominaron a estos montes
Mons Fragorum.
Durante la denominación
musulmana se construyó el castillo que ahora se encuentra
en semirruina. Estas tierras fueron reconquistadas durante el
siglo XII y entregadas a la Orden de Santiago.
A partir de este momento
poco se sabe de asentamientos en la zona. En el siglo XV se construye
el Puente del Cardenal para cruzar el Tajo, uno de los pocos que
había en Extremadura, lo que atrae viajeros y pasos de
rebaños. Junto con ellos aparecieron los salteadores y
bandoleros que tenías fácil escape y refugio en
estas montañas salvajes y solitarias. Carlos III mandó
establecer un destacamento militar entre este puerto y la sierra
para proteger a los transeúntes y así nace el poblado
de Villarreal de San Carlos. Precisamente es esta pequeña
población la que aglutina los servicios hosteleros, de
comunicaciones y de divulgación del Parque.
Una vez pasado Villarreal
de San Carlos podremos visitar el castillo de Monfragüe.
Poco queda de la fortaleza medieval, algunos muros, una torre
cilíndrica desmochada y un torreón pentagonal de
mampostería concertada. Lo mejor de este castillo es el
lugar donde se encuentra y las vistas que se tienen del parque.
Tras la breve visita al
castillo abandonaremos el Parque en dirección a Monroy.
Monroy
Monroy es un pequeño
pueblo con dos importantes monumentos, su castillo gótico-renacentista
y su iglesia parroquial también de parecida época
y estilo.
El castillo es una elegante
construcción gótica palaciega de propiedad privada
que ha gozado de una importante restauración, incluso excesiva
pues se ha añadido una torre que debió existir en
sus orígenes pero que desapareció hace siglos.
Por su parte, la iglesia
es una recia construcción fechable en los comienzos del
siglo XVI, con cabecera poligonal, algún curioso ventanal
de arquivoltas de medio punto y dos sencillas puertas clasicistas
con arcos semicirculares, aunque la meridional aún denota
su goticismo arcaizante en las columnillas donde apean sus dos
arquivoltas.
En la fachada occidental,
además de una de las puertas citadas, hay un pequeño
rosetón de factura gótica con tetrafolias inscritas
en círculos.
Abandonando Monroy, nuestro
siguiente destino es nada menos que Cáceres, ciudad patrimonio
de la humanidad.
Cáceres
Puesto que es del todo
imposible la revisión monumental de la ciudad de Cáceres
y está fuera de los objetivos de esta página sobre
la ruta cacereña alrededor de Monfragúe, nos centraemos
específicamente en algunos edificios medievales. Y es que
el más numeroso repertorio arquitectónico de la
casco antiguo de Caéceres es renacentista.
Estos edificios medievales
a los que nos reunimos son las iglesias de Santiago
de los Caballeros y San Juan Bautista además
de la concatedral.
La
Concatedral de Santa María de Cáceres debió
ser un edificio del siglo XIII construido poco después
de la reconquista, que fue radicalmente reconstruido en los siglos
XV y XVI. De la primitiva iglesia quedan canecillos de tradición
románica en las portadas meridional y occidental que son
ya claramente góticas y que son obra de la segunda campaña
pero aprovechando los canes de la primera.
De la fábrica tardogótica
interesa exteriormente la cabecera poligonal con bonitos ventanales
así como la gran portada norte de cuatro amplias arquivoltas
ojivales de baquetones y escocias, tímpano liso y parteluz
con la imagen de la Virgen y el Niño.
La puerta occidental es
de similares formas pero bastante más pequeña y
sencilla.
El interior deslumbra
por aparentar un gran bosque de palmeras de piedra. Este efecto
óptico es debido a lo descubiertos que están los
muros, sin demasiados obstáculos visuales, a la multitud
de nervios que emergen de los pilares fasciculados y de la complejidad
de las bóvedas estrelladas. Todo ello, en un templo no
demasiado amplio, genera la sensación de exhuberancia vegetal
antes mencionada.
Por su parte, la iglesia
de San Juan Bautista es un edificio gótico de cabecera
también poligonal que tiene algunos canecillos en el ábside
reaprovechados del edificio anterior del siglo XIII.
Muy interesante es la
la iglesia de Santiago de los Caballeros que es básicamente
una obra tardogótica del siglo XVI, sobre otras construcciones
anteriores. Queda parte de la nave tardorrománica y una
colección de canecillos figurados.
Plasencia
Plasencia será
la última escala en nuestra particular ruta monumental
en los alrededores del Parque de Monfragüe. Como en la ciudad
de Cáceres, es aquí imposible hacer un relato completo
de los monumentos y obras de arte plasentinos. Por ello escogemos
algunas interesantes iglesias medievales de origen románico
y transformación gótica. En este grupo están
la catedral vieja y las iglesias de San Nicolás,
San Pedro, San Martín, El Salvador
y la Magdalena.
La Catedral Vieja es el
principal monumento medieval de Plasencia.
Visitar
la página dedicada a la Catedral Vieja de Plasencia
De
todas ellas, las iglesias de San Pedro y las ruinas restauradas
recientemente de la Magdalena son las que mas restos románicos
atesoran en cabeceras y portadas.
La iglesia de El Salvador
conserva también el ábside románico y la
base de la torre. El resto es gótico con buena puerta de
este estilo en el muro meridional.
San Nicolás tiene
torre y puerta norte románicas y portada sur gótica.
El resto del edificio es una notable construcción gótica
como se aprecia en la cabecera.
Por último, la
de San Martín también tiene un basamento románico
luego reconvertido en gótico.