El Mudéjar
en Valladolid
La
provincia de Valladolid atesora una de las colecciones de templos
de estilo románico-mudéjar más importantes de
Castilla y León.
En este sentido participa
de la riqueza de arquitectura mudéjar del siglo XIII de otras
provincias limítrofes como Segovia, Ávila, Zamora e
incluso Salamanca.
Los restos del mudéjar
en Valladolid se encuentran dispersos a lo largo y ancho de la provincia
pero especialmente en la zona sur, en la Tierra de Pinares. Aunque
Olmedo es una de las principales villas mudéjares de España,
describimos otros tres lugares: Muriel de Zapardiel, Mojados y Alcazarén.
El mudéjar evoluciona
y se transforma abandonando las formas mestizas con el románico
y aparece el estilo gótico mudéjar.
En este contexto hay que resaltar
la extraordinaria cabecera de la iglesia de San Pablo de Peñafiel,
en plena ruta del vino de Ribera del Duero.
No podemos olvidar el Real
Monasterio de Santa Clara de Tordesillas, que incluye el magnífico
palacio mudéjar de Alfonso XI mandado construir tras la Batalla
del Salado en 1340 frente a los benimerines.
Muriel de Zapardiel
La iglesia de
la Asunción de Nuestra Señora de Muriel Zapardiel es
original del siglo XIII.
La cabecera es
la original, aunque no se ha librado de importantes reformas.
Está formada
por tres ábsides semicilíndricos, con mayor profundidad
el central, como es habitual.
Tanto
el ábside principal como el del Evangelio llevan idéntica
decoración mural con tres pisos superpuestos. Los dos primeros
formados por arcos doblados ciegos y por encima otro de doble recuadro.
El ábside
de la Epístola debió ser de idéntica factura,
pues aun quedan restos de las arquerías, sin embargo fue casi
completamente sustituido por un semicilindro de mampostería
con verdugadas mal trazadas de ladrillo.
Una de las reformas
importantes de esta iglesia de Muriel de Zapardiel es la que le confiere
su simpática estampa. La cornisa de los ábsides laterales
fueron alteradas para convertirlas a dos aguas de forma oblicua.
Mojados
Mojados
es una localidad cercana a Valladolid que tiene dos iglesias de este
estilo románico mudéjar.
La iglesia de San Juan es
la más destacada. Tiene un alto ábside con dos pisos
de arquerías, el primero de arcos sencillos y el superior con
arcos doblados.
Otro elemento muy interesante
de la iglesia de San Juan de Mojados es la pequeña y coqueta
puerta que se abre en el muro meridional. Tiene tres arquivoltas concéntrica
de herradura apuntada rodeada por alfiz y friso de ladrillos que le
da un gran sabor musulmán.
Alcazarén.
Iglesia de Santiago
El nombre de Alcazarén
proviene de la etimología árabe "Al-Qua-Sarym"
que significa "Los dos alcázares".
Situada junto a Olmedo, Alcazarén
puede presumir de contar con algunos de los restos románico-mudéjares
más importantes del sur vallisoletano, ambas fechables en un
muy avanzado siglo XIII.
El
ábside y un pequeño fragmento del presbiterio de la
iglesia parroquial de Santiago es todo lo que se conserva de estilo
románico-mudéjar. No obstante, su belleza y buen estado
actual le confiere un importante interés dentro de estilo en
la provincia. En origen, como la mayoría de las construcciones
rurales, debió contar con una única nave unida a cabecera
formado por presbiterio rectangular y ábside semicircular.
El ábside es grande
y noble y pertenece al "Modelo de Tierra de Pinares". Sobre
un basamento de mampostería se articula el semicilindro con
decoración de tres pisos de arcos doblados de medio punto,
todos alineados verticalmente, hecho diferenciador con su pariente
local, la de San Pedro, que se describirá posteriormente.
La única diferencia
apreciable entre estas tres arquerías es su diferente longitud,
siendo bastante más espigados los arcos del cuerpo superior
y considerablemente más cortos los del central. En lo más
alto y superando las citadas arquerías corre un friso de facetas
y soportando la cornisa un conjunto de modillones formados por tres
ladrillos escalados.
En el costado septentrional
queda a la vista una pequeña porción de la arquería
superior que decoraba el muro presbiterial.
Alcazarén.
Cabecera de la iglesia de San Pedro
La iglesia de San Pedro de
Alcazarén, aunque semiarruinada, pasa por ser uno de los más
importantes monumentos de la provincia dada su originalidad y dimensiones
monumentales. Su cabecera está formada por ábside de
planta semicircular y tramo presbiterial rectangular.
El ábside tiene tres
pisos superpuestos de arquerías murales. El piso inferior tiene
arcos doblados apuntados. El intermedio es igual, pero dispone de
dos aspilleras. Por último, el cuerpo superior tiene arquerías
murales dobladas, esta vez de medio punto y más alargados.
Como nota diferenciadora con
la mayoría de las construcciones de este estilo, diremos que
los arcos de los diferentes pisos no están alineados, es decir,
las base de las pilastras en que descansan los arcos de un cuerpo
apoyan sobre las claves de los arcos del piso inferior. Esta particularidad,
en unión a las diferentes proporciones de los arcos dan una
especial vida a este ábside.
El muro presbiterial del mediodía
presenta tres pisos con cuatro arcos doblados apuntados cada uno,
todos rodeados por alfiz.
Lamentablemente, todos los
aleros han desaparecido, y con ellos los diversos frisos decorativos
que estas construcciones suelen tener entre las arquerías y
las cornisas.
La destrozada torre que se
adosa al norte de la cabecera es ya del siglo XVI.