A pesar
de los disturbios políticos del siglo XI en España,
el arte musulmán no se agotó con la caída del
Califato.
Al-Andalus
se fracciona en pequeños reinos llamados "Taifas"
durante el siglo XI. Estos reinos independientes van a vivir en
constante tensión fronteriza entre ellos mismos y con los
reinos cristianos del norte que se recuperan de las devastaciones
de Almanzor.
Los
primeros reinos de Taifas (habrá posteriores periodos de
fragmentación política de Al-Andalus) desaparecerán
a finales del siglo XI cuando los almorávides entran en la
Península y destituyen a los reyezuelos de estos estados
y unifican -también de forma efímera- la España
musulmana.
El
arte de los reinos de taifas
El arte
musulmán se fraccionó y penetró en el resto
de Al-Andalus. Este siglo, el de los pequeños reinos independientes
llamados taifas (periodo taifa) va a estar marcado por la construcción
de murallas alrededor de las ciudades, normalmente a base de barro
apisonado. Estas murallas se construyen con motivo de los roces
continuos con sus vecinos donde la movilidad de las fronteras es
constante.
También
es la época del esplendor palaciego de los reyes de cada
Taifa, aunque paradójicamente contamos con pocos elementos
de esta época que sean bien conservados (salvo la Aljafería
que después veremos).
Efectivamente,
aunque conocemos documentalmente muchos de ellos, como el palacio
toledano de Dhi al Nun, del de Balaguer, Valencia, Sevilla, etc.
Sólo quedan fragmentos decorativos que dan pie a imaginar
su riqueza, pero poco más.
También
es época en que se construyen baños en las ciudades,
de los que han quedado numerosos ejemplos y otros que se van recuperando
tras intervenciones arqueológicas y restauraciones.
En el ámbito
de la arquitectura militar, quedan estructuras de las alcazabas
de las ciudades de Almería, Málaga y Granada.
Aljafería
de Zaragoza
El
palacio de la Aljafería de Zaragoza no es sólo la
indiscutible obra cumbre conservada del arte de las Taifas, sino
también una de las mejores de todo el arte islámico
en España gracias a los elementos conservados y/o restaurados.
La
Aljafería fue construida por el rey de la poderosa taifa
de Zaragoza Abuchafar Ahmed Almoctadirbiba (1047-1081) denominado
originalmente "Casa de Regocijo". Tras la reconquista
aragonesa paso a palacio real cristiano siendo acometidas diferentes
obras alteradoras hasta llegar a nuestros días en que se
ha cuidado la restauración y reconstrucción de algunas
partes.
Exteriormente
tiene aspecto de castillo amurallado o fortaleza, presentando un
recinto casi cuadrado con 16 torres cilíndricas y una cuadrada,
la del homenaje, que se alza en el costado septentrional de la fortaleza.
En su interior
y desplazándonos hacia el sur a partir de la citada torres
hay tes salas palaciegas, la de la Chimenea, la del entrada al Oratorio
y la sala de los Mármoles. Inmediatamente más al sur
se abría el gran patio rectangular.
El Oratorio
se abre mediante puerta de herradura y da paso a un recinto cuadrado
que se eleva asando a octógono mediante achaflanamiento de
los ángulos. En el chaflán sureste está el
mihrab cubierto por bóveda gallonada y espectacular puerta
de herradura excéntrica al intradós, de raigambre
califal.
Además
del oratorio, lo más espectacular de la Aljafería
son las salas con pórticos -especialmente el de la Chimenea-
a base de arcos apuntados y polilobulados y compuestos entrecruzados.
De
los baños árabes de España probablemente el
mejor conservado es el Bañuelo de Granada, también
llamado del Darro.
Es
del siglo XI y dispone de una serie de estancias abovedadas con
claraboyas o óculos estrellados u octogonales. Tras el vestuario
se disponen el frigidarium, tepidarium y caldarium.
Frigidario
y caldario son similares de planta rectangular y con atajos de arcos
de herradura en sus extremos.
El
tepidario es la sala más conocida por sus galerías
de arcos de herradura sobre columnas cuyos capiteles son distintos,
la mayoría reutilizados de época califal y romana.
Las propias arquerías y bóvedas son de ladrillo y
de nuevo es reseñable la iluminación mediante claraboyas
octogonales.
Del siglo XI data lo más antiguo de las alcazabas de Málaga,
Almería y Granada.
La
alcazaba de Almería es una imponente obra de Jairán
(1012-1028).
Además
de los recios muros y torreones que se ciñen a las irregularidades
del terreno, es necesario destacar varias cámaras con a las
que se accede por puertas de herradura.
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Arte Musulmán