Arte Mudéjar
en Zamora
El
Románico Mudéjar o Románico de ladrillo en la
provincia de Zamora tuvo su principal foco en la importante ciudad
de Toro, donde su magnífica colegiata apenas dejó influencia,
mientras, sin embargo, se construían gran numero de iglesias
de ladrillo.
Es por ello
que en esta página nos centraremos en Toro, pero advirtiendo
que hay otros restos en todo el costado oriental de la provincia zamorana,
como la bonita iglesia de San Andrés de Olmo de la Guareña.
Toro
y su comarca
Toro fue una
ciudad de peso económico y político durante la antigüedad
y edad media, fruto del cual ha conservado un legado monumental de
primer orden.
Además de contar con una gran colegiata románica que
puede ser considerada como uno de los monumentos medievales más
importantes de España, es destacable por ser uno de los focos
primordiales del románico mudéjar que se extendería
como un vector en dirección sureste a otras tierras como Alba
de Tormes (Salamanca), Olmedo (Valladolid), Arévalo (Ávila)
y Cuéllar (Segovia), por citar sólo los núcleos
urbanos más importantes.
San
Salvador de los Caballeros
La experiencia
del románico pétreo de la Colegiata fue estéril
en Toro, pues el resto de los edificios religiosos contemporáneos
se construyeron empleando el lenguaje del románico mudéjar.
Aquí
se inicia el llamado "foco toresano" que se extiende de
por algunas comarcas de Valladolid, Salamanca, Ávila, incluso
Segovia, caracterizado por emplear en los ábsides largas y
elegantes arquerías murales, evitando la superposición
de pisos o cuerpos.
A este prototipo
pertenece la iglesia de San Salvador de los Caballeros, perteneciente
originalmente a los Templarios. Hoy es Museo de arte religioso de
Toro con una apreciable colección de tallas románicas
y góticas.
Tiene tres
cortas naves unidas a una hipertrofiada cabecera de tres ábsides
de planta semicircular y largos presbiterios. Las arquerías
interiores son una delicia, aunque la nave meridional fue rehecha.
También es apreciable la recoleta puerta de arcos apuntados
con frisos alternantes de esquinillas y ladrillos a sardinel.
San
Lorenzo el Real
La iglesia
de San Lorenzo el Real de Toro, construida básicamente con
ladrillo, tiene planta de una sola nave precedida por la cabecera,
que está formada por un ábside semicircular (poligonal
al exterior) y profundo presbiterio de dos tramos.
Tanto cabecera
como nave se decoran con los característicos arcos ciegos sencillos
o doblados. Los frisos de esquinillas confieren el adecuado sentido
horizontal en contraste con la verticalidad de las arquerías.
Otro elemento
destacable de esta iglesia de Toro es su estupenda portada meridional,
uno de los mejores ejemplos del llamado mudéjar castellanoleonés,
muy relacionado con el románico tardío de otras partes
de Castilla y León.
Sobre arimez
rodeado de contrafuertes se abre el vano rodeado de seis arquivoltas
abocinadas y apuntadas que apoyan sobre las jambas por intermediación
de impostas de perfil de nacela. En la parte superior corren frisos
paralelos de ladrillos en esquinilla, tendidos y sardinel.
El mudéjar
de Toro ofrece otras posibilidades de templos de estilo mudéjar
como San Pedro del Olmo, Santo Sepulcro y Virgen de la Vega (Cristo
de las Batallas).
Otras
iglesias románicas mudéjares de la provincia de Zamora
Olmo
de la Guareña
Olmo de la
Guareña es un pueblo que ocupa el vértice sureste de
la provincia de Zamora, a un paso de otras dos provincias castellanoleonesas:
Salamanca y Valladolid.
Su iglesia
parroquial está dedicada a San Andrés. Es un templo
cuya cabecera pertenece al estilo románico mudéjar o
de ladrillo. Tiene el habitual tramo recto presbiterial, decorado
con tres largos arcos murales que van desde el zócalo de sillería
al alero.
Por su parte,
el ábside semicircular tiene dos registros o bandas, además
del citado zócalo. Ambos disponen de arcos de medio punto doblados,
pero el inferior es sensiblemente más bajo.