Arte Románico
en Teruel
Si
Aragón es una de las comunidades españolas que más
pueden presumir de su románico, su distribución geográfica
es muy irregular.
Ciertamente,
es Huesca la provincia que mayor concentración conserva, siendo
una de las provincias españolas que más número
de restos tiene. Ello es especialmente notorio en el norte y oeste
provincial.
Zaragoza
cuenta también con una comarca románica emblemática
como es la de Cinco Villas. Sin embargo, tradicionalmente se ha considerado
que al sur del Ebro el territorio románico se tornaba en mudéjar
de forma exclusiva.
Actualmente
y a medida que investigadores y divulgadores avanzan en sus estudios
y prospecciones sabemos que también existen restos románicos
en el sur de Zaragoza, si bien se trata de construcciones tardías
y en bastante menor número.
Siendo
así era de esperar que en Teruel el románico fuese inexistente
y como tal aparece en la mayoría de los libros y guías
de arte.
Y
no es que tenga Teruel ni mucho ni buen románico, pero algo
hay, y es justo que se tenga en cuenta y se conozca. Si el eslogan
reivindicativo turolense reza algao así como "Teruel existe"
podríamos decir también que "algo de románico,
en Teruel, también existe".
Distribución
geográfica
La distribución
geográfica del escaso románico turolense es irregular.
Podemos citar algunas comarcas donde se concentra:
- En el norte
de la provincia, en las comarcas de Calamocha, Cuencas Mineras,
Andorra y Matarraña.
- En el sueste:
Comarca de Gúdar-Javalambre.
- De forma aislada
quedan varias iglesias en las proximidades de Teruel, pero no dejan
de ser algunas de las más importantes. Sabemos que la propia
ciudad de Teruel vio construir una iglesia románica en lo
que hoy es la catedral, pero fue muy alterada posteriormente en
estilo mudéjar.
Características
del románico en Teruel
Las manifestaciones
tardorrománicas de Teruel, salvo alguna excepción, como
es el caso de la capilla del Castillo calatravo de Alcañiz,
corresponden a una arquitectura inercial, tardía y popular.
En muchos casos el valor que manifiestan es más histórico
y arqueológico que artístico.
Iglesias
tardorrománicas populares
A pesar de su
humildad, a este grupo de construcciones se les debe considerar románicos
y no hallamos en ellos ni mudejarismos ni goticismos suficientes como
para considerarlas híbridas.
En este grupo
citamos las iglesias de Blancas, Argente, Camañas, Baronía
de Escriche (todas ellas no muy alejadas de la capital) o las ermitas
de Loscos, que poseen una correcta estructura tardorrománica
de una nave y cabecera con ábside semicircular. El material
es siempre modesta mampostería sola o combinada con hiladas
de ladrillo (en el caso de la ermita de Santa Quiteria de Argente).
Ermita
de la Virgen del Consuelo de Camañas
Este pequeño
y modesto templo sirve como ejemplo de las iglesias que en mayor medida
debieron existir en Teruel y que por su modestia y fragilidad serían
sustituidas en siglos posteriores.
Es un templo
de una nave y ábside semicircular de mampostería con
una sola aspillera en el centro. Los canecillos son completamente
lisos.
El mayor interés
se encuentra en el interior, pues se han descubierto pinturas murales
en el ábside con restos del tradicional Pantocrátor
y Tetramorfos de tradición románica arcaizante pues
probablemente se realizaron en el siglo XIII o comienzos del XIV.
El artesonado
de madera conserva pinturas de buena calidad pero en lamentable estado
de abandono. Muestra caballeros y otras escenas que podrían
clasificarse dentro del gótico lineal imperante en la segunda
mitad del siglo XIII y buena parte del XIV
Iglesias
de reconquista
Empleamos aquí
el término "iglesias de reconquista" al ser una denominación
aceptada y conocida y que describe la mayor parte de la arquitectura
conservada del siglo XIII en la Comunidad Valenciana (y también
en bastantes lugares del sur de Cataluña y Aragón)
Recordamos que
estas iglesias son sencillísimos templos a medio camino entre
lo románico y gótico, construidas masivamente tras el
avance conquistador hacia el sur del Reino de Aragón en el
siglo XIII y que son edificios de una nave rectangular, testero plano,
arcos diafragma agudos que soportan techumbres de madera dos aguas
y con sencillas portada/s con arco/s de medio punto.
Pertenecientes
a esta categoría tenemos algunas iglesias en Teruel como la
ermita de la Magdalena de Castell de Cabra y la Ermita de la Virgen
del Pilar de Andorra.
Ermita
de la Magdalena de Castell de Cabra
A unos cuatro kilómetos
de Castell de Cabra , encontramos la ermita de la Magdalena. Es un
sencillísimo edificio de repoblación de una nave con
arcos diafragma ligeramente apuntados que soportan la techumbre de
madera.
En el muro sur hay una portadita
de gran sencillez pero de nobleza románica. Tiene dos arquivoltas
lisas de medio punto que apoya sobre sendas jambas.El guardapolvos
tiene decoración de puntas de diamante.
Ermita
de la Virgen del Pilar de Andorra
Esta ermita es del siglo XIII
o comienzos del XIV y ha sufrido algunas transformaciones que han
variado parte de su fisonomía. La fachada de poniente muestra
una pequeña portadita de arco de medio punto con una moldura
polilobulada que recuerda lejanamente modelos leridanos y un pequeño
óculo.
Iglesia de Bordón
La iglesia de la Virgen de la Carrasca de Bordón
conserva algunos elementos de tradición románica como
el alero de la cornisa que es soportado por canecillos historiados
de tradición románica.
Más
información de la Iglesia
de Bordón
El
protogótico
Empleamos este
término por su popularidad, aunque muy frecuentemente se emplee
mal para designar construcciones en que conviven rasgos románicos
y góticos que nada tienen de "proto" es decir de
precursoras del gótico (las verdaderas construcciones protogóticas
que tantean el gótico son del siglo XII), sino más bien
son construcciones tardías y arcaizantes de muy avanzado el
XIII cuando el gótico ya está más que inventado
(aunque todavía circunscrito a las grandes catedrales urbanas)
Estas iglesias
"protogóticas" emplean un lenguaje formal que combinan
rasgos románicos y góticos y que en España están
más influidas por la arquitectura de los cistercienses que
por las incipientes catedrales verdaderamente góticas.
Así tenemos
la ermita de la Sangre de Cristo de Sarrión
cuya puerta no difiere en nada (salvo por sus menores dimensiones)
que las que encontramos en los cenobios cistercienses.
Otra de estas
puertas la tenemos en la Ermita de la Virgen de La Fuente
de Peñarroya de Tastavins, ya prácticamente
gótica, aunque conserva algunos rasgos románicos indudables,
como su apertura en arimez, canecillos y capiteles esculpidos historiados.
Un
caso aparte: Alcañiz
Dentro del humilde
panorama del arte románico turolense, la localidad de Alcañiz
es una clara excepción puesto que aquí hallamos restos
románicos de gran nobleza.
El principal
monumento es el Castillo de los Calatravos, iniciado a finales del
siglo XII y en el que se construyó -como era preceptivo en
las fortalezas de los monjes soldados- una iglesia como capilla del
castillo.
Esta iglesia
es de una sola nave y testero recto, abovedada con medio cañón
apuntado, reforzado mediante arcos fajones sobre columnas adosadas
a los muros. Entre los tramos aparecen ventanas románicas de
gran hermosura.
Tiene esta capilla
dos portadas románicas, la de entrada al templo y la que lo
comunica con el claustro gótico.
Estas puertas
todavía conservan una corrección románica en
sus hechuras: arcos de medio punto, taqueado jaqués como decoración,
aunque la austeridad del motivos que adornan los capiteles nos habla
de la influencia cisterciense propia de las construcciones de las
órdenes militares.
La gran particularidad
es que una de ellas conserva parte de las pinturas románicas
originales en arquivoltas y capiteles.
Éste no
es el único resto conservado en Alcañiz, pues en la
Glorieta de Valencia encontramos una portada procedente de la iglesia
de San Pedro y que fue trasladada y montada aquí en los años
sesenta del pasado siglo. Se trata de un notable ejemplar de tres
arquivoltas semicirculares, imposta ajedrezada y cuatro columnas.