Castillos
de Islas Baleares
Castillos
de Mallorca
Castillo
de Bellver
El
más esplendoroso de los castillos baleares se sitúa
en Palma de Mallorca: el castillo de Bellver.
Único
en España por su planta circular, el castillo se alza sobre
un monte desde donde se divisan los alrededores, haciendo las veces
defensivas pero también de habitabilidad, como lo demuestran
las dependencias que albergaron a numerosos reyes y virreyes desde
su creación.
Mandado
construir por Jaime II de Mallorca y terminado hacia el año
1310, la función que más ha destacado en este castillo
es la de cárcel. Pedro IV de Aragón lo tomó con
el fin de usarlo como prisión para la familia real depuesta.
Unos siglos después, en el XIX, Bellver se usó de nuevo
como prisión siendo el más famoso de sus reclusos Jovellanos,
político de gran trascendencia para la historia de nuestro
país. Entre tanto, Juan I y su esposa Violante se refugiaron
en él huyendo de la Península por la peste que se había
propagado a una velocidad estrepitosa, deseando que no saltase a ese
lado del Mediterráneo.
El
castillo, de estilo gótico, se alza sobre la montaña,
formando tres círculos concéntricos perfectos, desde
el exterior- con un foso alrededor de todo el perímetro del
castillo- hacia el interior, que culminan con un patio también
redondeado, único en todo el territorio nacional, decorado
con una doble arcada de arcos ojivales germinados. En cada una de
las cuatro esquinas -que coinciden con los puntos cardinales- se sitúa
una torre, destacando entre ellas la del homenaje, sólo unida
al resto del conjunto por un pequeño puente construido con
posterioridad, dividida en sus metros de altura en varios pisos, como
era común en la concepción constructiva de la época.
Cada uno de los pisos cumplía con una función determinada,
desde la de despensa hasta la defensiva.
En
el sótano, se encuentran un pudridero y una cámara subterránea.
La construcción principal concluye con una capilla.
Castillo
de Capdepera
En
la localidad de Capdepera, Mallorca, se alza majestuoso el castillo
del mismo nombre, erigido a principios del siglo XIV, en un lugar
privilegiado: el paso entre Mallorca y Menorca, un lugar de permanentes
comunicaciones y tráfico marítimo.
Lo primero que se construyó en este magnífico conjunto
fue la muralla que, con el objetivo de proteger a los habitantes que
allí vivían, se asentó sobre unas viejas ruinas
romanas, restos que demostraban la importancia estratégica
del lugar. De este modo lo entendió el Rey Sancho de Mallorca
quien creía adecuado ese enclave para proteger las posesiones
cristianas contra los moriscos, presentes en esta parte del país.
El
resultado de esta idea dio lugar a unas murallas de traza irregular
debido a la roca sobre la que es construida. Los muros son almenados,
las torres cuadradas, siendo la torre del homenaje la nota discordante
en el conjunto, rompiendo la tónica con su planta redondeada.
El
conjunto termina con una preciosa capilla de estilo gótico.
Castillo
de Santueri, Felanitx
En la misma isla
de Mallorca encontramos el castillo de Santueri situado en la localidad
de Felanitx, siendo uno de los recintos más visitados en la
comunidad balear y más curioso respecto al lugar donde fue
construido ya que su situación encima de una montaña
rocosa, a 400 metros de altura, lo hace una propiedad prácticamente
inexpugnable, que utiliza la orografía como defensa natural.
La muralla, que otorga una planta sensiblemente triangular, está
además, franqueada por torres cuadradas y cubos circulares
como la torre del homenaje, elemento principal del conjunto.
El castillo que
hoy en día conocemos fue construido sobre un edificio árabe
que a su vez se erigió sobre uno romano. Es por tanto el castillo
de Santueri una fuente de restos históricos de incalculable
valor. La edificación comienza a construirse alrededor del
año 1316, poco después de la conquista de la isla por
Jaime I el Conquistador.
Castillos
de Menorca e Ibiza
Menorca será
la segunda de las Islas Baleares que incluyamos en esta lista de sitios
singulares por sus castillos, destacando entre las otras por su gran
fortificación.
Castillo
de San Felipe, Mahón
Ese perfil lo
muestra es su máxima expresión Mahón y su castillo
de San Felipe, construido a mediados del siglo XVI. Lo primero que
nos encontramos al acercarnos a sus muros es el profundo foso que
servía para ahuyentar a los malos visitantes, sólo pudiendo
entrar a través del puente levadizo tan conocido en este tipo
de edificaciones.
Los arquitectos
encargados de su construcción fueron Calvi y Fratini bajo en
mando de Felipe II. Así construyeron un edificio con planta
es cuadrada con baluartes pentagonales.
El castillo fue derruido por mandato de Carlos III tras la ocupación
de la isla por parte de los ingleses tras lo que vuelve a levantarse.
Muralla
y castillo de Ibiza
Ibiza es la única
ciudad española que conserva un recinto amurallado y abaluartado
completo.
Los primeros datos
que tenemos sobre su construcción sitúan los primeros
movimientos en la segunda mitad del siglo XVI alrededor de antiguos
restos medievales, de traza muy irregular.
En la construcción
de las murallas que moldean el perfil de la isla, encontramos un nombre
ya conocido en la historia de Menorca: el ingeniero militar Calvi
que, mandado también por Felipe II, mejoró la fortificación
haciéndola inexpugnable para los ataques exteriores.
Dentro de la ciudad
amurallada, en su punto más alto, encontramos el castillo,
de origen medieval, y su cuartel medieval adjunto, formando un conjunto
de planta cuadrada.
Otros
castillos de Islas Baleares
Otras fortificaciones
baleares son el castillo de origen militar de San Nicolás,
en Menorca, el castillo o santuario de Santa Águeda, en la
misma isla, el castillo de Artá, el castillo de Alaró
o el de Pollença así como la torre de defensa de Fornells.
(Autora
del texto del artículo/colaboradora de ARTEGUIAS:
Ana Molina Reguilón)