Castillos
de Lugo
Del conjunto de
castillos y torres de la provincia de Lugo, hemos elegido los de Pambre,
Monforte de Lemos, Doiras y Vilalba.
Castillo
de Pambre
El castillo de
Pambre obtiene su nombre de la parroquia donde se encuentra además
de por el río que cruza sus tierras y que sirve de barrera
natural contra ataques exteriores.
La
historia del castillo es tortuosa, escenario de luchas e intrigas
de los privilegiados, como la producida entre Pedro I y Enrique de
Trastámara. Su primer dueño se cree que fue Gonzalo
Ozores de Ulloa quien lo manda construir a finales del siglo XIV.
En 1814 la fortaleza
pasa a formar parte de las extensísimas propiedades de los
Monterrei hasta que a finales del siglo XIX la familia Alba lo vende
a un particular. Hoy en día pertenece al Conde de Borraxeiros.
Lo primero que
encontramos en el conjunto es una amplia y gruesa muralla que rodea
el castillo, sólo permitiendo la entrada por una puerta, coronada
ésta por un arco de medio punto en cuyo vértice se encuentra
el escudo de la familia artífice de la obra, los Ulloa.
De planta cuadrada,
posee cuatro torres almenadas construidas bajo las mimas formas geométricas
que fueron situadas en cada uno de los puntos cardinales. Unidas entre
sí, las torres forman una segunda murallas de enormes proporciones,
gracias a la cual en la revuelta de los Irmandiños, el castillo
no pudo ser ocupado y saqueado.
Sobre el castillo
sobresale la torre del homenaje, construcción rectangular que
en su día estuvo dividida en tres plantas, siendo la de en
medio la que comunicaba esta estructura con la muralla.
Castillo
de Monforte de Lemos
El castillo de
Monforte de Lemos se alza sobre el monte de San Vicente, en el valle
de Lemos.
La fortaleza fue
el centro de acción de la familia Castro, propietaria de numerosos
castillos y tierras gallegas.
La historia reciente
del castillo podemos situarla en 1332 cuando Pedro Fernández
de Castro recibe el castillo de manos de Alfonso XI como premio a
sus acciones.
La construcción
que hoy en día conocemos es fruto de la profunda restauración
que se llevó a cabo en el siglo XVII, de la que se conserva
en buen estado la muralla, torres y puertas, la más antigua
de ellas la de la Alcazaba, datada del siglo XIII, importante no sólo
por su antigüedad sino también por ser la única
entrada al barrio de la judería.
También
ha sido posible conservar la torre del homenaje, construcción
rectangular levantada treinta metros con piedra y unos gruesos muros
que han permitido su longevidad. La torre estuvo dividida en cuatro
plantas a las que se accedía por un puente levadizo.
Castillo
de Doiras
El tercero de
los castillos que llama nuestra atención de la provincia de
Lugo es el de Doiras, construido, según las fuentes que nos
han llegado, en el siglo XV sobre un cerro que controla el valle sobre
el río Canceladan, en pleno Parque de los Ancares.
Dada su excepcional
situación, permite una visión inigualable de las tierras
aledañas además de ser una frontera y barrera natural,
agudizando su función militar y defensiva.
La fortaleza,
de planta cuadrada, posee dos torres, una circular y la otra, la del
homenaje, cuadrada, destacando sobre el castillo gracias a los dieciséis
metros que se decidieron para su construcción.
Castillo
de Vilalba
En
la población lucense de Vilalba encontramos una nueva construcción
unida a la revolución de los Irmandiños y es que en
el siglo XV, el magnífico castillo de los Andrade fue atacado,
destruyendo la lucha todo el conjunto a excepción de la torre
del homenaje la cual, afortunadamente, ha llegado hasta nuestros días.
Diego de Andrade,
tras la revuelta, decide reconstruir la mayoría del castillo
que, unos años después y gracias a la unión matrimonial
de su familia con los Castro, pasa a formar parte de la familia de
Lemos, uniendo su destino al castillo de Pambre.
La torre del homenaje
es octogonal, almenada y con escasos vanos, acaso un par de saeteras.
Su altura concede a la construcción un aire imponente e inescrutable.
Otros
castillos de la provincia de Lugo
Otros castillos
en la provincia de Lugo son el de Navia, construido hacia 1037 o el
de A mota, construido un tiempo antes, a mediados del siglo IX. Desgraciadamente
son muchos los restos que han sido dañados por el paso del
tiempo. Así encontramos los resultantes del castillo de Esperante
o el de Parga.
(Autora
del texto del artículo/colaboradora de ARTEGUIAS:
Ana Molina Reguilón)