Gótico
Rural en Castilla y León
Nadie
quedaría sorprendido si existiese una sección dedicada
exclusivamente al románico rural en Castilla y León
o en cualquier otra comunidad donde se desarrolló el románico.
De hecho, el románico es, en términos cuantitativos,
un arte rural, disperso por miles de aldeas españolas.
Sin
embargo, el gótico es un arte urbano. La gran arquitectura
gótica, ambiciosa y cara, sólo pudo costearse en grandes
ciudades.
De
esta forma, la arquitectura verdaderamente gótica (aquella
que además de las nuevas estructuras de bóvedas de
crucería y arcos apuntados emplea la nueva filosofía
y punto de vista que lo enfrenta al románico) en España
sólo se puede desarrollar en lugares puntuales -las principales
catedrales- del siglo XIII.
En
el siglo XIV, la arquitectura gótica se amplía a otros
lugares menos puntuales, consiguiendo ejemplos de gran calidad y
belleza, pero no cubre de un manto de iglesias, como lo hizo el
románico dos siglos antes, el mundo rural.
Este
hecho es debido a varias razones:
-
En
las aldeas ya existía una iglesia anterior (románica)
que cubría perfectamente las necesidades de culto
-
Una
iglesia según los nuevos modelos góticos era, como
hemos visto, costosa y al alcance exclusivamente de economías
fuertes e importantes mecenazgos.
-
El
siglo XIV fue protagonista de grandes calamidades naturales, como
la Peste Negra de 1348 que mato a la mitad de la población
(!) provocando una gran crisis económica por falta de mano
de obra.
-
También
fue un siglo agitado políticamente, como consecuencia del
creciente poder de la nobleza y las guerras civiles (por ejemplo
la que enfrentó a Pedro I y Enrique de Trastámara
por el trono de Castilla)
Habrá
que esperar hasta la segunda mitad del siglo XV y en especial hasta
el XVI, cuando la mejoría económica de la conquista
de Granada y el descubrimiento de América renovará
la economía, para que surja un nuevo auge constructivo ya
en un gótico decadente que enlaza con las nuevas formas renacentistas.
Arquitectura
del siglo XIII en Castilla y León
Aunque
las grandes fábricas catedralicias de Burgos y León
se inician y desarrollan en este siglo, hay que pensar que son edificios
con técnicas y conceptos importados de Francia. Por eso la
arquitectura gótica pura tiene escaso eco.
Más
bien se sigue construyendo bajo el concepto de arquitectura cisterciense,
que si bien incorpora arcos apuntados y bóvedas de crucería,
no comparten el mismo espíritu ascensional ni de desmaterialización
del muro que el gótico.
Durante
este siglo se alzan numerosos edificios que se separan del románico
en los arcos apuntados de sus portadas y en las ocasionalmente cabeceras
de planta poligonal. Pero por lo demás, la concepción
de volúmenes, plantas y alzados sigue siendo la del siglo
anterior, especialmente, la de la arquitectura cisterciense.
Así,
las iglesias de este periodo suelen tener:
-
Portada/as
de numerosas arquivoltas baquetonadas apuntadas sobre muchas columnillas.
-
Rosetones
o óculos sobre las fachadas
-
Canecillos
de perfil de nacela o proa de barco
-
Cabecera
poligonal con ventanales apuntados
-
Decoración
muy austera donde sólo se muestran motivos de dientes de
sierra, zigzags y puntas de diamante en las arquivoltas y hojarasca
en los capiteles.
-
Los
apoyos interiores suelen ser pilares cruciformes con columnas
adosadas, como en el románico. Las bóvedas, de crucería
sencilla.
Estas iglesias
no suelen estar presentes en las guías o o inventarios románicos
y los libros del gótico se suelen centrar en las grandes catedrales,
por lo que son mucho menos conocidas. Cuando un amante del románico
se topa con estas construcciones, alguna emoción siente porque
reconoce en ellas a su pariente no muy lejano: el románico
oficial.
Arquitectura
del siglo XIV. Algunos casos de gótico purista
En
el siglo XIV encontramos algunos ejemplos de arquitectura gótica
que se puede considerar ya como gótico auténtico.
No son demasiados los ejemplos pero podemos citar la magnífica
iglesia burgalesa de Sasamón, con su famosa portada que se
inspira en la puerta del Sarmental de la catedral de Burgos.
También
la iglesia de Herrera de Valdecañas (Palencia) es un templo
que sorprenderá por su tamaño, volúmenes góticos
y su fachada principal con tes puertas, la principal con gran riqueza
escultórica.
Ya
en Zamora, la fachada principal de la iglesia de la Hiniesta nos
sorprenderá con la mejor calidad derivada de los talleres
de la Catedral de León. Aunque en este caso, la existencia
de una iglesia así en una población no muy grande
viene determinada por la influencia del rey Sancho IV tras un hecho
considerado milagroso.
El
Gótico final llega al mundo rural en los siglo XV y XVI.
En
esta etapa, al contrario de lo sucedido hasta ahora, el número
de construcciones tardogóticas es muy grande. Se trata de
templos con crucería compleja a base de arcos terceletes
y combados, que generan formas estrelladas muy exuberantes.
Exteriormente,
estas iglesias pueden tener portadas del gótico isabelino
con arcos conopiales y pináculos flamígeros
A
lo largo del siglo XVI, se siguen construyendo iglesias exteriormente
renacentistas (como se aprecia en sus portadas) pero con soportes
y abovedamiento tardogótico.