Características
del Románico en Navarra
Si
el Camino de Santiago marcó profundamente el desarrollo del
románico en España, en el caso de Navarra esta influencia
se hizo sentir aún en mayor grado.
Por el norte,
desde Roncesvalles, descendía un ramal directamente de Francia
y el norte de Europa, mientras que por el este llegaba el otro camino
que ya había dejado su magia en Jaca y todo el norte del reino
de Aragón, procedente de Somport, en los Pirineos.
Ambas rutas
se unen en la inigualable población de Puente la Reina, sin
duda, una de las ciudades españolas que más se saborea
el ambiente medieval y espiritual del Camino.
Las peregrinaciones
a Compostela que arrecian durante el siglo XI y tienen su apogeo en
la segunda mitad del XII generan la construcción de numerosos
monasterios, catedrales, e iglesias a manos de importantes maestros,
lo que provoca la aparición de una decoración escultórica
de primer orden.
Posiblemente
la cabecera del Monasterio de Leyre es la primera manifestación
del románico pleno en Navarra a mitad del siglo XI.
Un siglo más
tarde, en la desaparecida Catedral de Pamplona trabajó el gran
Maestro Esteban después de dejar su arte en la Catedral de
Santiago de Compostela.
Desde entonces, la proliferación
del románico en Navarra es imparable gracias a la arteria cultura
que supone el Camino de Santiago, llegando a ser abundantísimo
y de primera calidad.
Posiblemente
si alguien quisiera rememorar lo que el Camino de Santiago y el románico
culto significaron para la Cristiandad medieval, su mejor opción
sería la visita a Navarra.
Algunos apuntes sobre características interesantes del románico
navarro son:
- Presencia
de algunos templos poligonales en los ramales del Camino: Eunate
y Torres del Río.
- Proliferación
de puertas con arquivoltas decoradísimas y tímpanos
esculpidos como en el Monasterio de Leyre, Sangüesa, Estella,
Tudela, etc.
- Muchas
de estas portadas incorporan, como en el románico aragonés,
el crismón como símbolo básico de Cristianismo.
- Presencia
de puertas con arquivoltas polilobuladas de reminiscencias moriscas,
como en Cirauqui, San Pedro de la Rúa de Estella y Santiago
de Puente la Reina.
- Buenas
muestras del románico civil: Palacio real de Estella y el
puente de Puente la Reina.
Pero el románico en
Navarra es más que el Camino de Santiago. Como en otras zonas
de España, el románico rural, dependiente del románico
más cualificado pero adaptado a numerosas pequeñas aldeas
hace pronto su aparición.
De esta manera, en cualquier
pueblito navarro nos podemos encontrar con su iglesia románica,
encantadaromente rural, pero no exenta de calidad artística
y simbólica.
Citamos las dos joyas del
románico rural navarro: Artaiz y Echano, pero afortunadamente
son muchas más las que forman la nómina de templos románicos
navarros, como el de Orísoain (VER IMAGEN SUPERIOR)