Características
del Románico
en Salamanca
Románico
de piedra cuyo foco principal es la ciudad de Salamanca
El románico
salmantino tiene su principal referencia en la propia ciudad de
Salamanca.
Dado que
en general, el románico español y en concreto el
castellano es bastante tardío -salvo algunas excepciones-
en Salamanca las construcciones que perduran son de finales del
siglo XII y comienzos del XIII, con todas las características
que ello conlleva: plantas románicas frecuentemente cubiertas
con soluciones protogóticas, empleo de arcos de medio punto
en puertas y ventanales pero apuntados en los de sustentación.
Lo
más destacable es que Salamanca cuenta con uno de los tres
(en realidad son cuatro contando con Plasencia en la provincia
de Cáceres) originales cimborrios catedralicios del románico
español.
El más
original y simbólico es el de la catedral zamorana, por
ser el primero, pero no cabe duda que el salmantino le supera
en belleza y galanura.
Es frecuente
en arquitectura que el primer esbozo de una nueva tipología
de construcción se vea perfeccionada en los siguientes
intentos, para posteriormente amanerarse y decaer. De esta forma,
el cimborrio de Zamora sería el precursor y el de Toro
la decadencia. Entre ambos, el de Salamanca emerge como el más
perfecto de todos.
El origen
de estos complejos "microtemplos" que cubren los transeptos tan
originalmente ha sido motivo de controversia. Para algunos es
de clara influencia oriental, para otros francesa.
En
cualquier caso es uno de los más hermosos elementos de
nuestro románico. Hay que recordar otros grandes núcleos
con románico como Ciudad Rodrigo, con su catedral que superpone
el gótico al románico o las poblaciones de Béjar
y Ledesma con sus sobrias y graníticas iglesias.
En el
resto de la provincia, aunque no es tan abundante como en otros
lugares, predomina el románico rural, de modestas pretensiones
pero con encanto. Citamos tres ejemplos no muy lejanos de la capital:
Santibáñez del Río, Almenara de Tormes y
Torresmenudas.
Románico-mudéjar
en las Comarcas de Alba de Tormes y Peñaranda de Bracamonte
Como en
otros lugares circundantes de Segovia, Ávila y Valladolid,
la zona noroeste de la provincia, con Alba de Tormes como centro
difusor posee un elevado número de construcciones románico-mudéjares.
Tienen
como característica principal el uso del ladrillo y las
decoraciones con arquerías murales en las cabeceras, el
uso de arquivoltas apuntadas en las puertas, con decoración
de alfices, frisos de ladrillos a sardinel o de esquinillas, etc.
La mayoría de estas iglesias son bastante tardías,
del siglo XIII y tienen carácter popular.