Arte Copto
El
término copto, es la abreviación que hacen los árabes
de la palabra griega Aigyptios, que en el lenguaje faraónico
designaba un lugar sacro en Menfis. Durante el siglo VII los árabes
tomarían el término para referirse a los habitantes
del Valle del Nilo que en su mayoría habían adoptado
el cristianismo. Fueron, por lo tanto, la población nativa
egipcia, sirviendo el término para diferenciar a este pueblo
milenario de los pobladores de origen griego, judío, romano,
árabe y demás grupos que se establecieron en el territorio
en diferentes épocas.
Cuando en el año
525 a.C. el rey persa Cambises se apoderó de Egipto, comenzó
un largo período, a partir del cual, el territorio se vio sometido
de forma continua a dominaciones extranjeras. En el año 332
a.C. Egipto fue conquistado por Alejandro Magno, accediendo Grecia,
al poder político de un territorio en el que se había
asentado, por medio de colonias, en siglos anteriores. Esta conquista
supuso el inicio de un proceso de degradación de lo egipcio
en favor de lo griego. Alejandro fue coronado faraón y a su
muerte, en el año 323 a.C., el gobierno del territorio egipcio
pasó a manos de su general Ptolomeo, que tras vencer en la
guerra de los Diádocos fundó la dinastía ptolemaica
con capital en la nueva ciudad de Alejandría.
El
cristianismo fue introducido muy pronto en Alejandría. Dice
la tradición que fue predicado por San Marcos, el cual llega
a la ciudad el año 40 d.C. donde funda una pequeña comunidad.
Pero no será hasta finales del siglo II cuando se puede hablar
del establecimiento de la nueva religión a pesar de que existía
ya una comunidad de cierta importancia.
Egipto sufrió
también las persecuciones contra los cristianos decretadas
de forma general en todo el Imperio. El cristianismo no estaba prohibido,
pero provocaba muchas fobias entre la población pagana y el
Estado, ya que anteponía el poder celestial al terrenal y se
negaba a admitir el culto oficial al emperador. Esto provocó
persecuciones de carácter local a las que siguieron las generales
decretadas por Decio (249-251), Valeriano (257-258) y Diocleciano
(284-305).
Arte
Copto
Denominaremos
Arte Copto al desarrollado por los egipcios desde, aproximadamente,
el siglo III d.C., período en que su lengua se había
fijado definitivamente y, en medio de la población greco-romana,
del grueso de la población egipcia había surgido una
elite modesta compuesta por pequeños propietarios, funcionarios
subalternos, artesanos y sacerdotes.
El arte copto
se caracteriza por ser un arte autóctono y popular, heterogéneo
y ecléctico, desarrollado en paralelo al arte aristocrático
de raíces extranjeras. El Arte Copto no tiene su origen en
la tradición faraónica que desarrolló un arte
oficialista controlado por la corte y los sacerdotes, desarrollándose
sin dirección áulica o aristocrática, y tendiendo
a interpretar simbólicamente la realidad.
Sin embargo las
influencias faraónicas aparecieron como factores superficiales
y esporádicos, puesto que el Arte Copto fue popular, contraponiéndose
a la voluntad de oficialidad del Arte Faraónico que fue monumental,
hierático e impuesto por las clases altas del Imperio. Igualmente
es indudable que el Arte Copto evolucionó a partir del Arte
Alejandrino, del cual adoptó sus ideales estéticos y
su repertorio iconográfico y ornamental. Pero en el Arte Copto
interesaban más los gestos rápidos y expresivos que
las bellas actitudes, evolucionando su factura a una técnica
ruda con figuras rígidas, estilizadas, desproporcionadas y
a motivos decorativos en los que dominaba la sequedad de las líneas
y los contornos tendentes a la abstracción.
Del Arte Sirio
y del Próximo Oriente toma la rígida frontalidad de
las figuras, sus grandes ojos y su fija mirada, así como el
valor simbólico de las representaciones y el carácter
decorativo y lineal de los motivos vegetales. El pueblo Sasánida,
actúo como catalizadores de la cultura persa, ejercieron una
importante influencia sobre los coptos aportando a su arte linealidad,
frontalidad y simetría en las composiciones, así como
riqueza cromática y su gusto por la alternancia de colores
que imprimía vitalidad a las expresiones artísticas.
Arquitectura
Los restos conservados
son fundamentalmente cristianos, comenzando a mostrar cierta identidad
propia hacia los siglos IV y V. En este período aún
se transformaron palacios y templos faraónicos en el Alto Egipto
adaptándolos para las nuevas prácticas religiosas, pero
en Alejandría y el Viejo Cairo se construyeron criptas, basílicas
y martyria de planta centralizada circular u octogonal.
La topología
basilical fue la más profusa, conservándose de esta
época un solo ejemplo de planta cruciforme: la iglesia de Abu
Mena, comisionada por el emperador Arcadio e inaugurada por Teodosio
II en el año 412, aunque fue remodelada por el emperador Zenón.
Esta iglesia
tiene un nártex rematado por una hilera de columnas y a ambos
lados en el ábside, a continuación se encuentra una
construcción en donde se supone esta sepultado San Menas, antiguo
patriarca de Constantinopla y muy venerado la ciudad. El baptisterio
de forma octogonal estaba rodeado de un largo corredor adosándose
a su exterior algunos nichos.
Estos templos
basilicales se construyeron en ladrillo por la facilidad de elaboración
y su bajo costo, los mármoles solo fueron usados en determinados
edificios de la ciudad de Alejandría; también fueron
reutilizados, como material de acarreo, los grandes bloques de piedra
extraídos de las antiguas edificaciones. El interior de las
basílicas era de madera, llamando la atención los nichos
abovedados con diferentes modelos de ornamentación y las guirnaldas
que circundan las puertas.
En cuanto a sus
complejos monásticos, el más conocido es el de Santa
Catalina del Sinai, cuya privilegiada situación geográfica,
en las montañas de la región del Sinaí, favorece
a acrecentar su leyenda, pues está construido a una altura
de 1570 metros. El monte Sinai es el lugar donde, según la
tradición, Dios se apareció a Moisés en una zarza
que ardía y no se consumía.
Su origen cristiano
se remonta al siglo IV, cuando algunos anacoretas en busca de un sitio
en donde estar a salvo de las persecuciones a las que eran sometidos
se refugiaron en estos montes. El emperador Justiniano en el 557,
construyó una hermosa iglesia rodeada por una gran muralla,
ambas de granito, que servía de defensa a los monjes que allí
habitaban.
La iglesia, de
planta basilical consta de tres naves separadas por tres hileras de
seis columnas de granito de capiteles ornamentados. En su interior
se encuentra la colección más antigua de iconos bizantinos.
Escultura
A pesar de sus
antecedentes faraónicos la escultura copta no es de tipo conmemorativo
o grandiosa sino que es el elemento de equilibrio para su tipo de
arquitectura, estando a su servicio. Se conservan frisos, dinteles,
capiteles, frontones, nichos y pilastras ornamentados con motivos
figurativos, animales, vegetales y geométricos.
Su evolución
pasa de un estilo naturalista derivado de su pasado helenístico,
en el que las figuras y objetos se situan en un espacio real y se
conciben con proporciones armónicas y movimientos equilibrados,
a un estilo más decorativo y convencional con representaciones
bidimensionales concebidas en bloque y de virtuoso modelado.
Pintura
Los antecedentes
más directos de la pintura copta dentro de la tradición
helenístico-romana lo constituyen los retratos de Al Fayyum
de época imperial, destinados al patronazgo público
monumental, pero sobre todo al culto privado y funerario. Éstos
se colocaban en las tapas de los sarcófagos como reflejo de
las tradiciones funerarias y del realismo mágico de la antigua
civilización faraónica.
Los coptos emplearon
dos tipos de soporte: la tabla y el muro. Sobre tabla se pintaron
retratos e iconos, bien al temple o a la encáustica. Esta se
basa en la cera como aglutinante. Sin embargo sobre los muros de las
iglesias y monasterios se pintaron ciclos iconográficos al
fresco y, sobre todo, al temple.
Textiles
Debemos destacar
dentro de la idiosincrasia del Arte copto la riqueza y majestuosidad
de sus trabajos en metal, vidrio y cerámica aunque si hay algo
que destaca en el arte Copto son sus tejidos y las elaboraciones artísticas
llevadas a cabo en ellos. Conocemos esta industria textil gracias
a dos factores determinantes relacionados con el ámbito funerario.
Las tumbas en
Egipto se disponían en el desierto, alejadas de las tierras
húmedas y cultivadas, y el terreno seco y arenoso ha preservado
tejidos hasta de la época dinástica, aunque todos los
períodos de la historia egipcia no están representados
de la misma forma. Este hecho hace posible que aún se conserven
las vestimentas de los difuntos. El vestido copto estaba formado por
túnica y manto siendo Las materias primas por excelencia utilizadas
el lino y la lana y muy excepcionalmente la seda y otras fibras textiles.
La ornamentación de los tejidos coptos va de la mano de la
escultura y en los tejidos más tempranos abundan los temas
mitológicos, vegetales y geométricos.
(Autora
del texto del artículo/colaboradora de ARTEGUIAS:
Ana Belén Fernández)