Arte Fenicio
Introducción
a la historia del pueblo fenicio
La
civilización fenicia
Así como la historia
y el arte de griegos, egipcios o persas suele ser sobradamente conocida
por la mayoría y las culturas ibéricas y celtas para
los españoles en particular, no ocurre lo mismo con la cultura
fenicia que, sin embargo, dominó los mares durante siglos y
nos ha dejado, entre otros, legados tan importantes como el alfabeto.
El propio nombre de "fenicio"
deriva del griego "phoenix", que significa "los de
púrpura", en referencia al preciado tinte que fue el origen
de su riqueza.
Los fenicios fueron excelentes
navegantes, mercaderes y artesanos. Se considera que fueron los mejores
constructores de barcos en aquellos siglos, lo que les permitió
una habilidad en la navegación y exploración inigualable.
La estratégica situación
de las los primeros asentamientos en Asia Menor hizo del territorio
un lugar privilegiado para la conquista comercial del Mediterráneo
y las naves fenicias pronto surcaron los mares desde Biblos, Sidón
y Tiro a la búsqueda de nuevos productos con los que comerciar.
Pero
la caída de Tiro en manos babilonias supuso el inicio de una
crisis comercial y la decadencia de las colonias fenicias de occidente,
a excepción de Cartago, que a partir de entonces pasó
a convertirse en una potencia hegemónica tan poderosa que suscitó
la desconfianza de la propia Roma. Será el fin del mundo fenicio
y el nacimiento de su sucesor, el cartaginés.
Los
fenicios y los metales preciosos en la Península Ibérica
La demanda de metales en Oriente
era creciente y la Península Ibérica era rica en estos
metales preciosos y semipreciosos como oro, cobre, plata y estaño,
lo que provocó la llegada de los fenicios para conseguir su
abastecimiento y la consiguiente creación de colonias.
Aunque Estrabón comenta
que su llegada a nuestras costas aconteció en torno al año
1100 antes de Cristo, los historiadores actuales coinciden en que
las primeras colonias datan de fechas posteriores.
Los puntos más importantes
donde se establecieron los fenicios son Gadir
(Cádiz, que significa recinto amurallado), Malaka (Málaga),
Sexi (Almuñécar) o Ebusus (Ibiza)
Para poder proveerse de las
ricas minas ubicadas en Sevilla y Huelva, los fenicios se establecieron
en Cádiz donde intercambiaban sus productos por el oro y la
plata tartésicos.
La influencia de los comerciantes
púnicos se ha podido constatar en los restos de tumbas monumentales
y en numerosos objetos valiosos que se han encontrado en estos asentamientos
y con los que los fenicios pagaban la mano de obra indígena.
También se han hallado
restos de almacenes, fortificaciones y necrópolis de las que
se han desenterrado urnas, ánforas para guardar vino o aceite
(cuyo cultivo introdujeron, por cierto, en nuestra tierra), lámparas,
joyas y piezas de cerámica.
Las
colonias fenicias en España
Las obras de arte fenicias
conservadas en España, de las que luego nos ocuparemos, pertenecen
a la colonias. Estos emplazamientos no eran casuales sino lugares
escogidos, que reunían una serie de características:
- Ubicación cercana
a la costa
- Lugares de buena comunicación
- Lugares ricos en materias
primas
Las colonias siempre contaban
con una necrópolis que es de donde se han obtenido los principales
yacimiento arqueológicos y las obras de arte halladas.
Arte
fenicio
Origen
y desarrollo del arte fenicio
Como buenos mercaderes, los
fenicios se adaptaron al gusto de sus clientes y, aunque durante un
tiempo se limitaron a vender e intercambiar artículos ajenos,
pronto comenzaron a elaborar su propia artesanía imitando obras
de arte de otras civilizaciones florecientes como la egipcia, griega,
mesopotámica, siria, etc.
Las creaciones fenicias se
convierten, por tanto, en un tipo de arte ecléctico que sintetizaban
las distintas tendencias artísticas de otros pueblos mediterráneos,
generando una gran cantidad de piezas, entre las que sobresalen por
número las figurillas e distintos materiales (incluyendo el
marfil) y objetos de madera, cerámica, metales preciosos y
vidrio.
Sin embargo, el hecho de que
los mercados mediterráneos se vieran inundados de productos
del comercio púnico procedentes de otras regiones ha hecho
muy difícil el poder reconocer en la actualidad su verdadero
estilo.
La
religión de los fenicios y las necrópolis
Las creencias del pueblo fenicio
se organizaban en torno a una tríada de dioses de la que destacaba
Baal, al que se asociaba el ciclo de las estaciones y, aunque cada
ciudad nombraba a sus deidades con nombres diferentes, un rasgo común
a todas ellas era el gran poder de que gozaban los sacerdotes, entre
cuyas prácticas se encontraba el sacrificio de animales (como
lo atestiguan restos de huesos y cenizas encontrados dentro de vasijas
en los santuarios), para propiciar las buenas cosechas o el favor
del dios correspondiente, e incluso el de seres humanos, lo que provocó
en su época la reprobación de otros pueblos contemporáneos.
Las tumbas de la costa malagueña
y almeriense estaban construidas con sillares y contaban con cámaras
y corredores en las que los difuntos eran incinerados y, en ocasiones,
inhumados. Todas ellas presentan un gran tamaño y una riqueza
que contrasta con la modestia de los enterramientos de otras colonias
cercanas como Ibiza.
Sin embargo, el posterior
desarrollo económico de la isla hizo surgir necrópolis
como Puig d'es Molins, con cerca de cuatro mil sepulturas que dan
cuenta de diferentes tipos de ritos funerarios.
De entre los objetos rescatados
de los santuarios ibicencos destacan los sarcófagos de piedra,
los ajuares con cerámica y joyas o las figuras votivas de terracota
(como las de bustos femeninos con alas que representan a la diosa
Tanit). En gran parte de las piezas encontradas se han encontrado
influencias orientalizantes y es que los fenicios trajeron con ellos
además su religión mezcla de elementos cananeos, griegos
y egipcios.
La
cerámica y el vidrio
La presencia fenicia en nuestra
península se manifiesta sobre todo por la abundancia de restos
cerámicos, especialmente platos, lucernas o jarras de barniz
rojo o gris, realizados con torno (desconocido por las poblaciones
autóctonas pero difundido de manera rápida), y que destacaban
tanto por su utilidad como por su belleza; y de ornamentos de metales
preciosos como anillos, pendientes o collares realizados con técnica
de filigrana y granulado. El vidrio y la pasta vítrea, cuya
invención Plinio atribuye a los fenicios, son también
elementos característicos de su artesanía con los que
fabricaban delicados frascos y vasos para perfumes.