Guía
del arte Románico y Mudéjar en Tierra de Pinares
La provincia de Valladolid
atesora una de las colecciones de templos de estilo románico-mudéjar
más importantes de Castilla y León.
En este sentido, participa
de la riqueza de arquitectura mudéjar del siglo XIII de otras
provincias limítrofes como Segovia, Ávila, Zamora e
incluso Salamanca.
Arte
Mudéjar en Tierra de Pinares
Los restos del mudéjar
en Valladolid se encuentran dispersos a lo largo y ancho de la provincia
pero especialmente en la zona sur, en la Tierra de Pinares
cuya capital comarcal es la villa de Olmedo a cuyo rico patrimonio
mudéjar hemos dedicado una página específica:
Más
información del Románico
Mudéjar de Olmedo
Al margen de Olmedo, en esta
página sobre el románico y el mudéjar de la Comarca
de Tierra de Pinares describimos las iglesias de Muriel de Zapardiel,
Alcazarén, Mojados, Aldea de San Miguel,
Bobadilla del Campo, Pozaldez e Íscar.
Ya dentro del estilo gótico mudéjar hay
que resaltar la cabecera de la iglesia de San Pablo de Peñafiel,
en plena ruta del vino de Ribera del Duero.
En lo relativo al románico puro, no mucho queda
en esta comarca, por lo que nos centraremos exclusivamente en el bonito
ábside de la iglesia de San Miguel de Íscar.
Muriel de Zapardiel
Muriel
de Zapardiel es una población del suroeste de la provincia
muy próxima al límite provincial con Ávila, a
escasos quince o veinte kilómetros por carretera de localidades
abulenses tan ricas en mudéjar como Arévalo y Madrigal
de las Altas Torres.
La iglesia parroquial
de la Asunción de Nuestra Señora de Muriel Zapardiel
fue construida durante el siglo XIII.
La cabecera es
la original, aunque no se ha librado de importantes reformas.
Está formada
por tres ábsides semicilíndricos, con mayor profundidad
el central, como es habitual. Tanto el ábside principal como
el del Evangelio llevan idéntica decoración mural con
tres pisos superpuestos. Los dos primeros formados por arcos doblados
ciegos y por encima otro de doble recuadro.
El ábside
de la Epístola debió ser de idéntica factura,
pues aun quedan restos de las arquerías, sin embargo fue casi
completamente sustituido por un semicilindro de mampostería
con verdugadas mal trazadas de ladrillo. Una de las reformas importantes
de este edificio es la que le confiere su simpática estampa.
Las cornisas de los ábsides laterales fueron alteradas para
convertirlas a dos aguas de forma oblicua.
La importancia
de esta iglesia la hizo merecedora de estar representada por su maqueta
en el Parque Temático del Mudéjar de Olmedo.
Alcazarén.
Iglesia de San Pedro
Alcazarén cuenta con
dos iglesias que nos interesan: la de San Pedro, bastante arruinada
aunque consolidada y restaurada recientemente y la de Santiago.
De la antigua parroquia de
San Pedro hemos de fijarnos especialmente en la monumental cabecera
completamente fabricada en ladrillo, salvo el zócalo base de
piedra.
El estado ruinoso en que se
encontraba hasta comienzos del presente siglo es el responsable de
haber perdido la cornisa original. Sobre ella se ha construido un
moderno tejado.
Como en algunos otros casos
de la comarca, los constructores eligieron para el muro semicilíndrico
del ábside la decoración con tres pisos de arcos doblados
desalineados entre sí.
En el interior había
restos de pinturas murales. Hoy, tras la restauración se ha
dejado a la vista la articulación del muro y sus originales
decoraciones en arcos y frisos.
Una de las maquetas expuestas
en el Parque del Mudéjar de Olmedo es la de esta iglesia.
Alcazarén.
Iglesia de Santiago
La de Santiago es el otro
templo del Románico Mudéjar o de ladrillo de Alcazarén.
Dada la homogeneidad del estilo,
su ábside se parece mucho al de la vecina iglesia de San Pedro,
con la principal diferencia de que los arcos doblados murales del
ábside se encuentran alineados verticalmente. Otra leve diferencia
es que los arcos de la franja central son ligeramente apuntados.
Más
información sobre Alcazarén
Mojados.
Iglesia de San Juan
Mojados es una localidad de
la comarca de Tierra de Pinares cercana a Valladolid que tiene dos
iglesias de este estilo románico mudéjar: San Juan y
Nuestra Señora de la Asunción.
La iglesia de San Juan es
la más destacada. Tiene un alto ábside con dos pisos
de arquerías, el primero de arcos sencillos y largos, mientras
el superior es bastante más corto y sus arcos son doblados.
Otro
elemento muy interesante es la pequeña y coqueta puerta que
se abre en el muro meridional. Si la mayoría de las puertas
del Mudéjar Castellanoleonés cuentan con arquivoltas
de medio punto o apuntadas -al modo románico y gótico
de los cristianos, ésta cuenta, sin embargo, con tres arquivoltas
concéntricas de herradura apuntada (arcos túmidos) más
propio de los musulmán, concretamente, almohade.
Esta estructura se completa
con un marco o falso alfiz más un friso de ladrillos.
Mojados.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
La de la Asunción es
la otra iglesia medieval de Mojados, situada cerca del río
Cega. Se trata de un templo voluminoso de tres naves, campanario y
un ábside.
Sus características
la sitúan en el periodo tardío del Mudéjar Castellanoleonés,
de finales del siglo XIII o, incluso, comienzos del XIV, aunque con
reformas del XVI.
La fachada occidental es interesante
y de gran plasticidad gracias al contraste de formas y colores. Cuenta
con una puerta de piedra con tres arquivoltas ojivales y el apoyo
de jambas y dos columnas. Un alfiz de piedra la enmarca dejando construido
con ladrillos el espacio mural de las enjutas. Encima hay un gran
ventanal apuntado rodeado de otros muchos huecos, algunos con friso
de esquinillas.
El muro lateral sur es de
cajas de calicanto con hiladas de ladrillo. Aunque cegada existe una
puerta de cinco roscas de ladrillo con sus habituales pilastras rematadas
en impostas anaceladas.
De la cabecera sólo
es visible el ábside ya que el tramo presbiterial queda oculto
por la torre y la sacristía.
El hemiciclo absidal tiene
cuatro niveles sucesivos en vertical:
- Zócalo pétreo.
- Dos pisos con arcos doblados,
recuadrados por falso alfiz y rematados en friso de esquinillas.
- Un cuarto cuerpo de recuadros
con frisos de esquinillas.
- Por encima de esta estructura
original, se recreció el ábside con un muro de ladrillos
horadado por grandes vanos.
Como en el caso de San Pedro
de Alcazarén, el eje de los arcos y recuadros no es vertical,
están desalineados Sin embargo, más relacionable es
esta iglesia de la Asunción de Mojados con la de San Miguel
de Olmedo, pues en ella vemos casi la misma composición decorativa.
Íscar. Iglesia de Santa María de los
Mártires
En el costado oriental de la villa de Íscar encontraremos
la iglesia de Santa María de los Mártires que, aunque
muy modificada, ha conservado su preciosa y monumental cabecera del
siglo XIII con su ábside de planta semicircular y tres niveles
de arcos murales doblados de ladrillo con ejes desalineados.
Los muros del presbiterio también llevan tres
pisos decorativos de arcos, pero en este caso recuadrados por falso
alfiz.
El cuerpo de la iglesia está formado por tres
naves separadas por arcos formeros pétreos de perfil ojival
que se apoyan en grandes pilares cilíndricos. Esta estructura
netamente gótica nos parece ligeramente posterior a la cabecera
y fruto de una campaña constructiva independiente.
Íscar. Iglesia de San Pedro
En el corazón de la villa, en la Calle real, hay
un inmueble que fuera de propiedad particular, empleado para diversas
funciones industriales, que no es otra cosa que la antigua parroquial
de San Pedro.
De este templo del siglo XIII se conserva, aunque muy
maltratada, la cabecera que muestra idéntica decoración
ornamental que la de Santa María.
Íscar. Iglesia de San Miguel
En el extremo occidental de Íscar, junto
a la carretera que la comunica con Olmedo, tenemos la iglesia de San
Miguel.
Se trata de uno de los pocos edificios netamente románicos
de la zona, dominada por las construcciones mudéjares, como
llevamos visto en esta página.
De la construcción del siglo XII resta la cabecera
puesto que las naves actuales son muy posteriores.
Aunque ha sido restaurado hace no muchos años,
la piedra del ábside nos explica la razón de la existencia
en la zona de tantas iglesias de ladrillo: la escasez y mala calidad
de la piedra.
En efecto, la roca caliza de gran parte de la provincia
de Valladolid, además de escasear en las tierras llanas, es
porosa y blanda. Como consecuencia, los capiteles y canecillos están
muy meteorizados, dificultando, en muchos casos, la identificación
de su iconografía.
Como es lógico, el interior se encuentra en mucho
mejor estado y es una verdadera delicia contemplarla, gracias a sus
ventanales, impostas ajedrezadas, arco triunfal, columnas, etc.
La mayor parte de los capiteles de los ventanales son
fitomorfos, aunque alguna cesta muestra leones o una bien esculpida
nereida (sirena-pez) de doble cola.
El arco triunfal es de medio punto y gravita sobre dos
semicolumnas con sus respectivos capiteles. Uno de ellos muestra el
episodio del Génesis del Pecado Original, mientras que el otro
ofrece una composición mucho más confusa. Aunque algunos
estudiosos han reconocida en ella la Huida a Egipto o las ofrendas
a Dios de Caín y Abel, no pensamos que sean acertadas. El citado
capitel lleva el relieve de un león junto a un personaje frontal
con las manos en el pecho, otro con una lanza llevado las riendas
de un caballo con una mujer encima.
Más
información sobre Íscar
Bobadilla
del Campo. Iglesia de San Matías
Como es, desgraciadamente, frecuente en las iglesias románico-mudéjares
del siglo XIII, los restos supervivientes se suelen reducir a las
cabeceras, pues las naves se sustituyeron por otras edificaciones
en siglos posteriores. Éste es el caso del templo parroquial
de Bobadilla del Campo, cuya nave y torre datan del siglo XVIII.
El ábside mostraba
un aspecto lamentable hasta la restauración de los noventa,
pues había sufrido el lógico desgaste del ladrillo durante
casi 800 años, además de diversas intervenciones utilitaristas
y sin ninguna gracia artística, como la abertura de dos grandes
vanos de iluminación a media altura.
Afortunadamente
el aspecto actual está mucho más acorde con la valía
del edificio original.
La estructura mudéjar
de la cabecera se compone de tres pisos o cuerpos un tanto desiguales,
todos ellos decorados con arquerías murales dobladas de diverso
tamaño y disposición.
Además, el cuerpo superior
empieza y acaba con sendos frisos de ladrillo en esquinillas. Un último
recrecimiento poligonal de ladrillo en lo alto del ábside ya
no es obra románica mudéjar.
Pozaldez.
Iglesia de San Boal
El nombre del pueblo de Pozaldez
parece proceder de la expresión "Pozal de Hez", lo
que significaría una gran abundancia de vino en tiempos medievales.
Es citado por primera vez en tiempos del reinado de Fernando IV.
La
iglesia de San Boal de Pozaldez fue construida en el siglo XIII. En
el XVI fue eliminada su nave siendo sustituida por una noble construcción
herreriana y edificada una imponente torre-campanario sobre el presbiterio.
La primitiva cabecera, es,
sin duda, el mejor ejemplar románico-mudéjar del "Modelo
Toresano" de la provincia de Valladolid.
El semitambor absidal esta
constituido por nueve largos arcos doblados que arrancan desde un
zócalo y llegan hasta la parte alta. El tercer, quinto y séptimo
arco cobija otro de mitad de altura donde se abrían aspilleras.
Por encima, como corresponde a este modelo, se alternan y superponen
diversos frisos de ladrillos tendidos y a sardinel.
En los muros presbiteriales,
la disposición es análoga, con cuatro largos arcos doblados.
También la iglesia
de Pozaldez tiene su correspondiente maqueta en el Parque de Olmedo.
Aldea
de San Miguel
Aunque
el románico-mudéjar es abundante en las provincias de
Zamora, salamanca, Ávila, Segovia y Valladolid, no es tan frecuente
encontrar iglesias de este estilo plenamente conservadas y restauradas.
Por ello la parroquial de Aldea de San Miguel tiene un gran valor
en el panorama medieval vallisoletano.
Es un edificio de una nave
realizada con tapias de mampostería encintada y cabecera construida
totalmente con ladrillo.
La cabecera, al modo habitual
del románico, tiene un amplio tramo presbiterial de planta
rectangular. Su decoración muraria se establece mediante tres
pisos de cuatro arcos doblados y ciegos, rodeados por alfiz.
El ábside tiene planta
semicircular y dispone de tres bandas superpuestas de arcos murales
doblados sin alfiz. Por encima un original friso combina dientes de
ladrillos en esquinilla con otros dispuestos frontalmente. Por encima
y para sujetar el alero, hay dos bandas de ladrillos cortados con
perfil de nacela.
El muro meridional de la nave
está decorado con arquillos, uno de cada dos que se prolongan
hasta el suelo, mostrando un juego decorativo similar al de las lesenas
del románico lombardo.
En medio del muro del mediodía
y enfrente de un bonito crucero gótico, se abría la
puerta, que lamentablemente fue tapada casi por completo por otra
anodina de arco carpanel, del siglo XVI. Todavía se aprecian
por encima, las tres arquivoltas apuntadas de ladrillo.
El viajero que se acerque
a este pueblo, puede además, desde los pies de la iglesia descrita-
echar un vistazo a las inagotables llanuras de esta comarca.