Guía
del Arte Románico en Languedoc y Provenza
En
Languedoc y Provenza dan iglesias de gran simplicidad
estructural.
Se trata de regiones muy
romanizadas, lo que hace que los restos romanos conservados sirvierna
como modelo.
Las fachadas sirven para
enmascarar la simplicidad de las iglesias. Hay una relación
en la decoración exterior de estas iglesias de Languedoc
y Provenza con la arquitectura catalana lombarda.
También recibe
influencias borgoñonas a través de Cluny. Muchas
veces son iglesias de una nave, o con tres naves de tipo salón.
En estos casos, normalmente la central está cubierta por
cañón y las laterales con cuarto de cañón.
No suele haber girola.
San
Guilhem le Desert (Saint-Guilhem-le-Désert)
Las naves de San Guilhem le Desert fueron consagradas en el año
1076 mientras que la cabecera es de 1100.
En el interior, la articulación
del muro de la nave central es en dos pisos: arcadas y ventanas,
y está cubierta por una bóveda de cañón.
En el exterior, toda la
anchura de la nave está decorada con un ritmo muy rico
de bandas y arquillos lombardos. La cabecera está formada
por un crucero dividido en cinco tramos del que salen tres ábsides,
el central más alto y grande. Estos ábsides fueron
construidos en distintas fases por lo que se ven diferencias en
la decoración exterior, en la que en todo caso hay preponderancia
de las bandas, arquillos y galerías enanas de influencia
lombarda. Tiene un cierto aspecto defensivo.
San
Gilles de Gard (Saint Gilles-du-Gard)
San Gilles de Gard era un priorato cluniacense dentro de la ruta
de peregrinación. Tiene tres naves, la central mucho más
alta, un crucero no destacado en planta y girola (por ser cluniacense).
Es del siglo XII, aunque hay mucha controversia debido a su cronología.
Es especialmente importante
su fachada occidental, que ocupa toda la anchura de las naves
y que estaba flanqueada por dos torres, aunque la torre sur quedó
desmochada.
Tiene una disposición
de arco del triunfo y estaba soportado por columnas muy clásicas
con capiteles corintios que indican la fuente de inspiración
en algún edificio romano y entre los arcos se disponen
frisos con decoración escultórica que dan lugar
a estructuras adinteladas. Estos frisos estaban soportados por
columnas, entre las cuales también había decoración
escultórica.
Se percibe un gran clasicismo
en todas las esculturas.
San
Trófimo de Arlés
(Saint
Trophime, Arles)
San Trófimo de Arlés tiene una estructura arquitectónica
muy simple, con unas naves laterales muy estrechas cubiertas con
bóveda de cuarto de cañón que sirven para
sujetar la bóveda de cañón, que es apuntado
por influencia borgoñona, que cubre la nave central, que
es mucho más alta y ancha que las laterales. La cabecera
es posterior.
Conserva el claustro más
suntuoso y con mejor decoración escultórica de Provenza,
pero lo que destaca es la portada occidental, que no ocupa toda
la fachada como en San Gilles de Gard, sino que está circunscrita
a la nave central y antepuesta (y no inscrita) a la fachada. También
está dispuesta como un arco del triunfo, pero de un solo
vano. Se le practicó una restauración que acabó
en el verano de 1995 que le devolvió su forma original.
El programa iconográfico
hace alusión al Juicio Final. En una mandola en el tímpano
aparece Jesús acompañado por los símbolos
de los cuatro evangelistas y rodeado por coros de ángeles
que se encuentran en la arquivolta interior. A lo largo de toda
la portada se desarrolla un friso en el que en la parte sur aparecen
los benditos y en la norte los condenados. Este friso está
sostenido por columnas apoyadas sobre una gran base y entre ellas
hay nichos con esculturas de los apóstoles y San Trófimo
y San Esteban.