Románico
en San Vicente de la Sonsierra
La
Sonsierra es una zona de la Comarca de la Rioja Alta que quiere decir
"bajo la sierra" y es límite provincial con Álava.
Es tierra de gran belleza y sus pueblos tienen un rico patrimonio
artístico y monumental.
La capital de esta subcomarca
es San Vicente de la Sonsierra, que es uno de los numerosos
pueblos con el marchamo de Conjunto Monumental de la Comunidad de
La Rioja.
En San Vicente encontramos
tres monumentos románicos apreciables. Nos referimos a la iglesia
de Santa María de la Piscina y las ermitas de San
Juan de Arriba y San Martín.
Ermita
de San Juan de Arriba (San Vicente de la Sonsierra)
La
Ermita de San Juan de Arriba, también citada como San Juan
de La Cerca se encuentra en el casco antiguo de San Vicente, formando
la terna monumental del espolón en el que remata el cerro donde
se asienta la localidad. Estos tres monumentos no son otros que los
restos del castillo, la iglesia gótica de Santa María
la Mayor y esta pequeña ermita de San Juan.

Se ha dicho que es una construcción
de finales del siglo XIV mandada construir por Diego López
de Ábalos, Alcaide del castillo para su enterramiento. Nos
parece fecha muy tardía para ello. Más bien parece una
pequeña capilla tardorrománica de avanzado siglo XIII,
la más que probable iglesia parroquial primigenia de San Vicente
de la Sonsierra dentro del recinto de su castillo.
Es
de muy pequeñas dimensiones, pero muestra calidad en su cuidada
sillería y en su abovedamiento en piedra con bóveda
de medio cañón apuntado.
La cornisa lleva canecillos
anacelados y el muro sur tiene su ingreso con una portadita, que aunque
ya lleva arco apuntado, todavía es de tradición románica.
Hay que decir también
que desde este lugar las vistas son preciosas. Se pueden avistar kilómetros
de fértiles campos riojanos, buena parte del año coloreados
del verde de las viñas y de otros cultivos.
Iglesia
de Santa María de la Piscina (Junto al pueblo de Peciña)
Para llegar a la iglesia de
Santa María de la Piscina hay que abandonar San Vicente de
la Sonsierra y tomar la carretera en dirección a Logroño.
Pronto hay una desviación bien señalizada que indica
la aldea de Peciña y la iglesia de la que hablamos.

La construcción de
este templo está bien documentada porque se sabe que El Infante
don Ramiro, nieto del rey Don García de Nájera participó
en la primera Cruzada y tras ella mandó construir una iglesia
con la advocación de Santa María de la Piscina en este
lugar. La iglesia fue consagrada en 1137 o al menos la cabecera.
A
lo que parece, el templo se construyó en tres fases entre los
siglos XII y XIII.
La primera, de mitad del siglo
XII corresponde a la cabecera, A finales del siglo XII se construyó
la nave original y ya en el XIII se añadiría la nave
o cámara septentrional más la pequeña torre del
hastial occidental.
La citada cabecera tiene tramo
recto y ábside semicircular, siendo sus muros lisos salvo los
vanos situados en el centro de ábside y el muro del presbiterio.
Se accede al interior por
la fachada meridional donde se abre una sencilla pero elegante portada
de tres arquivoltas de medio punto muy abocinadas que apoyan en jambas
sin columnas.

El encanto del edificio se
centra en lo sólida y homogénea de su fábrica,
las proporciones armoniosas y el bello lugar en que se encuentra,
aislada de otras edificaciones y sólo acompañada de
campos de labor (entre las que encontramos numerosas vides)
Aunque
es de pequeño tamaño, sus proporciones denotan cómo
estas pequeñas iglesias del románico pleno (antes de
su popularización a finales del siglo XII y XIII) siempre buscaban
la verticalidad.
A escasos metros de la iglesia,
hacia el sur, hay una bien conservada necrópolis del siglo
XI con numerosas tumbas antropomórficas excavadas en la dura
roca y con el hueco para la cabeza orientada hacia el oeste, como
era habitual.
Más
información de la Ermita
de Santa María de la Piscina 
Ermita
de San Martín
La Ermita de San Martín
se asienta al norte de San Vicente de la Sonsierra. Es un edifico
de sencilla pero noble arquitectura. Tiene una nave unida a una cabecera
de testero plano sólo abierta al exterior por una aspillera.
La puerta, de medio punto,
refleja la misma sencillez. Los canecillos también son lisos.