Románico
en la Comarca da Limia, Ourense
Introducción
La
Terra da Limia ocupa el sector suroccidental de la provincia de Ourense,
extendiéndose a lo largo de la fértil ribera que conforma
el río del mismo nombre que, tras su nacimiento en el Monte
Talariño, discurre por tierras orensanas en sus primeros kilómetros
hasta ingresar en territorio portugués, donde desemboca en
el Atlántico a la altura de Viana do Castelo.
La Comarca da
Limia confina con la Terra de Celanova al oeste, con Allariz-Maceda
al norte y con la Comarca de Verín al este, ejerciendo al sur,
junto a su hermana la Baixa Limia, de frontera con Portugal.
Queda conformada A Limia, además de por su cabecera comarcal
Xinzo de Limia, por los concellos de Baltar, Sarreus, Os Blancos,
Rairiz de Veiga, Sandrías, Trasmiras, Vilar de Santos, Vilar
do Barrio, Porqueiras y Calvos de Randín; mientras que su vecina,
la Baixa Limia, se compone de los municipios de Bande, Lobeira, Muiños,
Entrimo y Lobios.
Apuntes
históricos
Existen evidencias
en forma de castros prerromanos que constatan la presencia humana
en las tierras de la Limia desde fechas remotas, sin embargo, sería
precisamente durante la dominación romana cuando A Limia alcanzaría
una primera fase de esplendor ya que, su privilegiada posición
geográfica, la convertía en paso obligado de la célebre
Vía XVIII o Vía Nova que unía las importantes
ciudades romanas de Astúrica Agusta (Astorga) y Bracara Augusta
(Braga).
Testimonio vivo
de la presencia romana en A Limia son las cercanas ruinas del campamento
de Aquis Querquennis, lamentablemente inundadas bajo las aguas del
embalse de Las Conchas y sólo apreciables en todo su explendor
en periodos de estiaje; y los restos de canalizaciones que, desde
la hoy desecada Laguna de Antela, abastecían de agua a los
distintos asentamientos poblacionales de la zona.
Tras una primera
invasión sueva que puso fin a hegemonía romana, el territorio
que nos ocupa sería conquistado definitivamente en fecha que
se desconoce por los visigodos, habiéndose conservado de ese
periodo, concretamente en la Baixa Limia, la iglesia del Monasterio
de Santa Comba de Bande, una de las obras más representativas
de la arquitectura cristiana peninsular anterior al año 1000
junto a la también muy cercana capilla San Miguel de Celanova,
datable en el siglo IX.
Rebasado el umbral
del año 1000, la Alta Edad Media del territorio estuvo marcada
por las continuas luchas entre Alfonso VII de Castilla y Alfonso I
de Portugal por el dominio del Condado de A Limia, siendo testimonio
de dichas luchas los numerosos torreones defensivos conservados en
la Comarca, de los cuales, caben ser destacados los de A Pena, Sandías,
Porqueiras y Celme, fortificaciones relevantes igualmente durante
la tumultuosa Baja Edad Media, caracterizada por las continuas luchas
entre linajes nobiliarios y, por supuesto, siglos después,
por el levantamiento Irmandiño.
De vital importancia
para el desarrollo económico y cultural de A Limia en época
medieval fue el hecho de por sus tierras discurría y discurre
la Ruta de La Plata, además de vía de peregrinación
a Santiago para quienes llegaban al encuentro del Apóstol desde
el sur peninsular, importante arteria comercial que permitió
el desarrollo de las poblaciónes establecidas en torno a ella.
El
románico de la Comarca da Limia
Pese a que dentro
de los límites comarcales de A Limia, a diferencia de territorios
vecinos, no encontramos fundaciones monásticas medievales relevantes,
son muchas las pequeñas parroquias rurales que han sabido conservar
en mayor o menor medida restos de sus primitivas construcciones románicas.
Con excepción
de la parroquia de Santa Mariña, ubicada en la siempre pujante
Xinzo, el resto de construcciones altomedievales de A Limia se caracterizan
por su enorme sencillez arquitectónica, quedando conformadas
la mayoría de ellas por una sola nave rematada en un único
ábside que, por lo general en este territorio, presenta planta
cuadrangular.
En cuanto a la
datación de los templos se refiere, pese a los escasos testimonios
en forma de fuentes que han llegado a nuestros días, puede
extraerse que la mayoría son obra de finales del siglo XII
y primeras décadas del XIII, no siendo por lo tanto de extrañar
la proliferación de arcos que van apuntando su rosca anticipando
un incipiente gótico.
Aunque son numerosos
los restos conservados, nos detendremos por su interés y por
su buen estado de conservación en las siguientes iglesias:
Santa
Mariña de Xinzo de Limia
La iglesia parroquial
de Xinzo de Limia, bajo la advocación de la patrona del municipio
Santa Mariña, es un edificio de origen medieval profundamente
reformado en sucesivas campañas durante la Edad Moderna. Conocida
popularmente como "igrexa vella" (iglesia vieja), sus orígenes
podrían remontarse, a tenor de las excavaciones en ella practicadas,
nada menos que a la octava centuria.
Consta de una
única y amplia nave a la que abren a ambos costados distintas
capillas sepulcrales. De época medieval, amén de los
diferentes restos surgidos durante las campañas arqueológicas
realizadas en los años noventa del siglo XX, es el hastial
occidental; concretamente al cuerpo de arranque de la torre y a su
portada, la cual consta de tres arquivoltas de medio punto que descansan
sobre columnas rematadas en capiteles decorados con fórmulas
vegetales y máscaras de arcaico aspecto.
Santo
Tomé de Morgade
Continuando en
el Concello de Xinzo de Limia, la iglesia de Santo Tomé de
Morgade, reedificada prácticamente en su totalidad en fecha
moderna, conserva dos interesantes portadas de buena factura románica.
La principal,
abierta en el muro de los pies, despliega cuatro arquivoltas de perfil
apuntado que descansan sobre columnas acodilladas rematadas en capiteles
vegetales culminados en ábacos geométricos. También
a base de cadenetas geométricas incisas fueron las fórmulas
ornamentales elegidas tanto para las dos arquivoltas exteriores como
para el guardapolvo, éste último ornado a base de esquemáticas
tetrapétalas inscritas en anillos secantes entre sí.
Más humilde
aunque no por ello menos interesante es el ingreso norte: un sencillo
vano adintelado perfilado por una arquivolta incisa con una fórmula
ajedrezada bajo la cual, a modo de tímpano, fue trazada una
sencilla roseta de cuyo botón central, parten siete rayos ondulantes
conformando una espiral, motivo de más que probable inspiración
celta adaptada por el cristianismo como símbolo solar.
San
Pedro de Boado
De semejante factura
a la de Morgade y muy probablemente obra de un mismo taller es la
iglesia parroquial de San Pedro de Boado, en la que igualmente han
llegado a nuestros días dos interesantes portadas herederas
de su primitiva fábrica tardorrománica. La orientada
al sur, de mayor sencillez, consta de un vano adintelado bajo un tímpano
liso enmarcado por una arquivolta de medio punto ajedrezada.
Mucho más
rica es la portada occidental, de tres arquivoltas ligeramente apuntadas
y cuyas roscas, como en Morgade, fueron enriquecidas a base de distintos
motivos geométricos incisos que, además, se prolongan
más allá de los cimacios dando lugar a una interesante
cenefa que recorre todo el hastial de los pies. Culmina la portada
un sencillo tímpano calado a modo de cruz patada en forma de
aspa.
Santo
André de Piñeira Seca
La iglesia de
Santo André de Piñeira Seca, también dentro de
los límites municipales de Xinzo, vio como su cabecera fue
sustituida por otra de factura más moderna con vistas a ampliar
la nave y habilitar un mayor espacio a feligreses. Es por ello por
lo que, de su primitiva fábrica románica, ha subsistido
tan sólo el cuerpo de nave con sus dos portadas y una interesante
colección de canecillos figurados entre los que reconocemos
rostros humanos, representaciones zoomórficas y composiciones
geométricas.
La portada principal,
abierta a occidente, se compone de tres arquivoltas de medio punto
de roscas botonadas que reposan sobre estilizadas columnas rematadas
en capiteles de esquemática decoración incisa. Sobre
el modesto vano adintelado se dispone un interesante tímpano
en el que fueron labradas dos cruces flordelisadas flanqueando otra
cruz patada central.
En el muro sur
y junto al actual recinto cementerial, abre una segunda portada mucho
más humilde cuya decoración se limita al tímpano,
donde son reconocibles tres esquemáticas rosetas: a la izquierda
una con decoración a base de anillos concéntricos, a
la derecha una tetrapétala, y en el centro un disco de rayos
ondulados de similares características al ya tratado tímpano
de Morgade.
De origen románico, dentro del Concello de Xinzo, son también
las iglesias de Santa María de Laroá, San Pedro de Solberia
da Limia, San Xoan de Seoane y San Nicolao de Novas
Santo
André de Guillamil
La
iglesia parroquial de Santo André de Guillamil es la única
manifestación románica conservada en el pequeño
concello rural de Rairiz de Veiga, situado a unos 10 kilómetros
al oeste de Xinzo. Se trata de un modesto edificio ampliado en época
gótica y barroca cuyos únicos testimonios de su pasado
altomedieval se reducen a la colección de canecillos figurados
bajo la cornisa y a su portada lateral sur.
La portada, bastante
ahogada entre las tumbas ornamentales del pequeño cementerio
local, dispone dos arquivoltas ligerísimamente apuntadas bajo
un guardapolvo ajedrezado, recurso éste de lo más recurrente
en el románico de A Limia, lo mismo que los dientes de sierra
que ornan su rosca externa. El tímpano, sostenido por mochetas,
se presenta desprovisto de decoración alguna, mientras que
las columnas rematan en sencillos capiteles vegetales avolutados y
cimacios con decoración en zigzag.
San
Xoan de Vilar de Santos
La iglesia de
San Xoan de Vilar de Santos, situada en la capital del concello de
su mismo nombre después de que fuese trasladada piedra a piedra
desde el lugar de Saa en los años sesenta, es una de las iglesias
tardorrománicas mejor conservadas de A Limia. Dependiente de
San Isidoro de León, perteneció también a la
Orden Militar de Santiago.
Al exterior, llama
la atención el monumental ventanal goticista que preside su
cabecera, fruto de una segunda ampliación acometida en fecha
bajomedieval. De su primitiva fábrica, es digna de destacar
su portada occidental, de tres arquivoltas apuntadas cobijadas bajo
un prominente guardapolvo ornamental. Descansan las roscas sobre columnas
de perfil cilíndrico rematadas en capiteles decorados con toscas
e ingenuas representaciones zoomórficas y antropomórficas.
Sobre las columnas más internas y a modo de cariátides,
fueron representadas dos figuras de cuerpo entero.
Mucha mayor pureza
de formas románicas presenta su ingreso norte, sobre cuyo vano
adintelado voltean dos arquivoltas de medio medio abrazando un modesto
tímpano en el que fue representado lo que parece ser un racimo.
Sobre los capiteles se distinguen dos figuras de primitivo aspecto
así como un mascarón.
Pese al traslado
a la que fue sometida la edificación, ha perdurado también
una interesante colección de canecillos, alguno de ellos de
explícita temática erótica. Por último,
al interior, son de destacar los capiteles animalísticos del
arco triunfal, donde se percibe ya el incipiente gótico.
En el propio concello
de Vilar de Santos, es también de origen románico la
reformada iglesia parroquial de Santa María de Parada de Outeiro,
con su interesante portada occidental.
Santa
María de Couso da Limia
En el municipio
de Sandiás, la iglesia románica de Santa María
de Couso, reformada y ampliada en fecha tardía por la zona
de la cabecera, conserva de su primitiva estructura la totalidad de
la caja muraría de la nave rematada por su correspondiente
cornisa de canecillos así como dos interesantes portadas.
La occidental,
muy abocinada, despliega cuatro arquivoltas que descansan sobre columnas
acodilladas culminadas en capiteles muy erosionados. La lateral sur,
que en origen estaría protegida por un pórtico a juzgar
por las ménsulas empotradas en el muro, presenta tres arquivoltas
de medio punto con la recurrente decoración ajedrezada en sus
roscas y de zigzag en sus cimacios, hoy bastante desfigurada por la
gruesa capa de cal que le fue aplicada.
San
Salvador de Vilar de Lebres
Al sur de Xinzo
y perteneciente al Concello de Trasmiras, la iglesia de San Salvador
de Vilar de Lebres conserva prácticamente íntegra su
iglesia parroquial románica de una única nave rematada
en cabecera cuadrangular. En el muro del testero abre un ventanal
de medio punto sobre capiteles vegetales, mientras que en las cornisas
subsisten prominentes canecillos decorados a base de rollos y mascarones.
De sus dos portadas,
la meridional es un sencillo vano de medio punto dovelado, mientras
que la occidental, considerablemente abocinada, presenta dos arquivoltas
enriquecidas decoradas a base de puntas de clavo y fórmulas
zigzagueantes que descansan sobre columnas de pronunciadas basas.
Santa
María de Zos
También
dentro de los límites municipales de Trasmiras, la iglesia
de Santa María de Zos es probablemente la construcción
románica más interesante de toda A Limia. Se trata de
una construcción tardorrománica ampliada durante la
Edad Moderna que, a excepción de la cabecera, se conserva prácticamente
íntegra.
Estilísticamente,
es en la portada de los pies donde se concentra el interés
del conjunto. Presenta cuatro arquivoltas ricamente ornamentadas que
descansan sobre columnas rematadas en capiteles labrados con motivos
principalmente geométricos, y vegetales, siendo reconocible
también en una de las jambas la silueta de un pelícano.
Las roscas de
las arquivoltas de Santa María de Zos constituyen un magnífico
compendio escultórico en el que encontramos varios de los repertorios
decorativos que más éxito alcanzaron en el románico
limiego: en el guardapolvo externo se adivina, bajo una moldura ondulada,
cortos zarcillos de remate avolutado, fórmula que de nuevo
encontramos sintetizada en la rosca interna.
En la arquivolta
intermedia bajo tres bocelillos ornados a base de sogueado y dientes
de sierra, fue desplegada una muy lograda cenefa a base de tallos
entrelazados y trenzados. En los cimacios, los cuales se prolongan
rebasando el umbral de la portada, encontramos carnosos tallos pareados
de remate circular.
La portada sur,
dovelada y mucho más sencilla, conserva tan sólo su
tímpano, en el cual fue representado mediante una sencilla
técnica incisa un complejo entramado geométrico a base
de cordones anudados.
Santa
María de Codosedo
La iglesia de
Santa María de Codosedo, ubicada en el Concello de Sarreus,
es quizás el templo más monumental de toda la comarca
de A Limia. Iniciada en periodo románico, perteneció
a la Orden Santiaguista, siendo posteriormente ampliada en sucesivas
reformas que afectarían a la torre y a la cabecera.
Conserva de su
primitiva construcción buena parte de los muros perimetrales,
en los cuales, pese a la adición de varios contrafuertes en
fecha tardía, es perceptible el registro de arquillos ciegos
que animaba las cornisas, un recurso más propio de otras regiones
peninsulares pero que ni mucho menos es excepcional en Galicia. Llama
la atención también la presencia de algunos canecillos
de temática erótica.
La portada principal,
de marcada austeridad, consta de tres arquivoltas lisas cuyas roscas
se prolongan hasta ras de suelo, disponiéndose sobre el dintel
un tímpano liso sostenido por mochetas geométricas.
El ingreso lateral presenta dos arquivoltas con impostas ajedrezadas
que apean sobre columnas y capiteles decorados a base de trazos geométricos.
Santa
María de Perrelos
También
en el Concello de Sarreus, la iglesia de Santa María de Perrelos
es una encantadora construcción románica rural conservada
prácticamente íntegra. Como la mayoría de templos
de la zona, consta de una sola nave rematada en su consiguiente ábside
de planta cuadrangular, en cuyo muro del testero abre un sencillo
vano de medio punto perfilado en su contorno mediante una estrecha
cenefa zigzagueante.
A los pies y algo
castigada por la erosión, la portada principal consta de triple
arquivolta ligeramente apuntada que descansa sobre columnas acodilladas
culminadas en capiteles figurados.
San
Xoán de Cortegada
Completa la nómina
de edificaciones románicas del Concello de Sarreus la parroquia
de San Xoán de Cortegada, prototípica construcción
rural de una nave a la que abren sendas portadas románicas.
La lateral norte,
considerablemente atosigada por una sacristía añadida
en fecha reciente, presenta una única arquivolta doblada sustentada
por columnas y un tímpano liso sobre mochetas figurativas.
La occidental,
de doble arquivolta abotonada enmarcada por un guardapolvo ornamental,
destaca por su tímpano, en el cual se distinguen una roseta
solar, una cruz flordelisada y otra central de cuyos vástagos
nacen cuatro pétalos.
Otros
vestigios
Distintos restos
románicos de menor relieve se conservan en los templos de Santa
María de Covelas y San Cibriao de Nocedo, ambos en el Municipio
de Os Blancos; en el de Santa María de Lodoselo en Sarreus;
así como en el de Santiago de Rubias de Mixtós, enclavado
en el municipio fronterizo de Calvos de Randín.
(Autor
del texto del artículo/colaborador de ARTEGUIAS:
José Manuel Tomé)