Románico
en Villaviciosa y Amandi. Asturias
La comarca
que, alejándose por el este de Oviedo, se acerca a Villaviciosa
y alcanza la costa oriental de Asturias es una de las más interesantes
monumentalmente del Principado. Esta zona se denomina corrientemente
"La Comarca de la Sidra".

Pero Villaviciosa
capital y sobre todo uno de sus barrios, Amandi, tiene el suficiente
románico de calidad como para una sección exclusiva.
En otra sección tratamos el románico rural de la Comarca
de la Sidra.
San
Juan de Amandi
La iglesia
de San Juan de Amandi, situada en lo alto de uno de los barrios de
Villaviciosa: Amandi, es de una delicadeza y belleza especial dentro
del abundante románico de esta comarca y de todo Asturias,
lo que mereció su declaración de Monumento Nacional
en 1931.
Además
de su notable arquitectura que incluye dos puertas y una cabecera
magnífica -tanto exterior como interiormente- es de reseñar
la colección escultórica que derrama en sus capiteles,
especialmente los colocados en las arquerías interiores del
ábside.
La
iglesia se conoció en el Medievo como San Juan de Maliayo.
Es un edificio perteneciente al románico tardío asturiano
del primer tercio del siglo XIII. Fue en origen la iglesia de un monasterio
que posiblemente fue construido por el cenobio cisterciense de Santa
María de Valdediós a partir de 1216. Luego pasó
por varios avatares históricos que, afortunadamente, no han
deteriorado sustancialmente su belleza.

Exterior
Lo primero
que observamos cuando llegamos hasta la iglesia de San Juan de Amandi
es el enorme porche que la cubre por sus flancos meridional y occidental
con una armadura de madera directamente soportada por columnas toscanas.
Esta estructura porticada -del siglo XVII- ha colaborado en la buena
conservación de esta parte de la iglesia donde se encuentran
las dos puertas.
El templo tiene la planimetría habitual de las
iglesias de una nave: espacio rectangular para los feligreses unido
a una cabecera de presbiterio más ábside.
La extraordinaria puerta occidental es de arquivoltas
muy agudas pero de estructura y escultura todavía románicas.
Cuenta con cuatro arcos decorados con zigzags, rosetas, baquetones
quebrados en resalte (molduración vista en algunas iglesias
segovianas) y cabezas de picos mordiendo baquetones.
Las cabezas de pico están bastante presentes en
el románico asturiano y más al norte, en el arte medieval
inglés, irlandés, y de la Normandía francesa.
Parece que fue empleado por primera vez en la abadía de Reading.

Las columnas tiene la particularidad de tener fustes
no cilíndricos -como es casi norma universal del románico-
sino con éntasis o engrosamiento. Los capiteles son todos vegetales
menos uno que muestra el episodio de la Presentación de Jesús
en el Templo, motivo que también se esculpió en uno
de los capiteles interiores del ábside.
Otra puerta se abrió en el muro meridional. Es
mucho más modesta estructural y decorativamente, pues sólo
dispone de dos arquivoltas en degradación completamente planas
y de aristas vivas que gravitan sobre sus respectivas jambas o pilastras.
Del exterior
también es muy reseñable la magnífica
cabecera que sabemos que fue desmontada y reconstruida piedra a piedra
en el siglo XVIII para solventar un riesgo de derrumbe. Afortunadamente
no sufrió ninguna transformación y luce como uno de
los ábsides más preciosos del románico septentrional
español.
Más tarde la iglesia debió ser, de nuevo, restaurada
tras la guerra civil debido a que fue incendiada.
Esta cabecera se divide, como en habitual, en un presbiterio
de planta rectangular y un esbelto ábside de planta semicircular.
El semitambor cuenta con una pareja de dos columnas más otras
dos muy finas acodilladas entre el ábside y el presbiterio.
Horizontalmente son dos cenefas las que lo anillan, una de billetes
y la otra de flores.
En los tres paños del ábside se abrieron
esbeltos ventanales con aspilleras rodeadas por columnas bajo arcos
zigzagueantes y guardapolvos.
Los canecillos son mayoritariamente geométricos
pero no faltan los figurados con cabezas de animales y personajes
humanos, algunos en actitud erótica o exhibicionista.
Interior

El interior es aún más sobresaliente al
disponer de una elegante y gran arquería mural que a su vez
se apoyan sobre otras columnillas que arrancan del suelo. Una particularidad
interesante es que los espacios habilitados entre las columnas no
es plano sino cóncavos, a modo de pequeñas hornacinas
o absidiolos.

Esta estructura columnaria tan generosa nos ofrece un
enorme número de capiteles historiados de gran interés
iconográfico aunque la plástica es un tanto ruda.
Repasando la iconografía de estos capiteles podemos hacer una
somera clasificación en las siguientes categorías:
Capiteles con temas del Antiguo Testamento
- Pecado Original.
- Sacrificio de Isaac.
Capiteles con temas del Nuevo Testamento y la vida de
los santos
- Presentación de Jesús en el Templo.
- Escena del Apocalipsis de San Juan: Maiestas Domini
con el Tetramorfos y, en este caso, con los doce apóstoles.
- Martirio de la lapidación de San Esteban.

Capiteles con temas profanos
- Cacería de jabalíes
- Lucha entre dos hombres
- Combate guerrero entre dos caballeros.
- Escenas juglarescas con bailarinas y músicos.
Capiteles de temas simbólicos
- Un hombre entre centauros sagitarios que le apuntan
con sus flechas.
- Aves y otros animales.
- Etc.
Hay otros de iconografía dudosa. Por ejemplo,
en uno de ellos parece un personaje en posición frontal que
es mordido en los brazos y costados por dos leones que le flanquean.
Se ha ofrecido la posibilidad de que se trate de Daniel en el foso
de los leones o del héroe mesopotámico Gilgamesh, pero
lo cierto es que en ambos casos los leones respetan y se humillan,
mientras que en nuestro caso atacan.

Santa
María de la Oliva de Villaviciosa
Muy cerca
de Amandi, en la propia capital de la comarca, Villaviciosa, la iglesia
de Santa María de la Oliva -conocida popularmente como Santa
María del Concellu- es otro ejemplo de cómo el románico
tardío asturiano se resiste a morir y aunque incorpora los
arcos apuntados y otros rasgos góticos (se trata de un edificio
ya del siglo XIII avanzado), la escultura y decoración no abandona
los patrones románicos.
Se estima
que pudo ser construida en las últimas décadas del siglo
XIII cuando Alfonso X el Sabio otorga la Carta Puebla a puebla de
Maliayo (denominación medieval de la actual Villaviciosa) y
financiada por las gentes de la villa. De hecho, este templo estaba
rodeado de porches o pórticos -queda el del costado sur- donde
se reunían los miembros del concejo, de ahí el nombre
popular de Santa María del Concellu.

Debió
ser bastante reconstruida tras un incendio acaecido en el siglo XV
y durante los siglos modernos se realizaron algunas adiciones y reformas.
Durante la Guerra Civil fue convertida en refugio antiaéreo.

Su planta
es sencilla: una sola nave unida a una cabecera de planta rectangular.
No obstante, se trata de un edificio de buen porte, muy bien trabajado
y construido a base de perfecta sillería. Algunos autores atribuyen
tan notable fábrica a que en ella trabajó algún
taller tardío del vecino monasterio cisterciense de Santa María
de Valdediós.
Puerta oeste
Su fachada
occidental tiene una gran portada de cuatro arquivoltas agudas adornadas
principalmente con flores tetrapétalas y dientes de sierra.
Una escultura de la Virgen se incrusta a la altura de la clave de
la arquivolta interior, a modo de pinjante. La
parte inferior de esta monumental puerta está constituida por
estatuas-columna cuya iconografía es de difícil interpretación
al encontrarse mutiladas sus cabezas tras los destrozos de la Guerra
Civil.

Los capiteles
muestran una escena de cetrería frente a un castillo junto
a unos personajes con un perro mientras hacen sonar instrumentos para
asustar a los animales, un jabalí que intenta morder el sexo
de un hombre, dos leones con cabeza común que devoran a un
humano, aves en combate con serpientes, así como leones en
combate con águilas, etc.
Por encima
y cobijado bajo arco de medio punto se abre un gran rosetón
con óculos lobulados de claro simbolismo solar y lumínico.
Por último, el remate superior es una esbelta espadaña.

Puertas sur y norte
hay
otras dos portadas en los muros meridional y septentrional, mucho
más modestas aunque correctas en ejecución. La meridional
es de dos arquivoltas planas de medio punto con dos parejas de columnas
cuyos capiteles inciden en temas también presentes en la ya
descrita puerta anterior: escena de caza de un jabalí, leones
apresando a un ave, un águila agarrando a un conejo con sus
patas en presencia humana (posible representación de cetrería).
por su parte,
la puerta septentrional es bastante más sencilla y dispone
de sólo una arquivolta semicircular plana y guardapolvos liso.
Si observamos hacia el cuerpo de la nave, advertiremos
que la iluminación directa se practica mediante dos grupos
de cuatro ventanales bíforos muy estrechos cuyas luces no son
más que aspilleras rematadas por un dintel horadado en su parte
inferior con arquitos redondos.
La
cabecera, a pesar de los siglos transcurridos conserva el carácter
arcaizante heredado de la arquitectura asturiana prerrománica
(siglos VIII-X) de testero completamente plano.
No obstante
es agradable ver la buena sillería del muro que queda animado
por contrafuertes, una cenefa horizontal y especialmente por un elegante
ventanal románico con arquivolta de medio punto de diseño
zigzagueante.
Por su parte, los canecillos románicos que soportan
el alero de la cornisa fueron tallados con seres simiescos fundamentalmente.

En el interior de la iglesia, podemos observar como la
cabecera se une con la nave mediante un arco triunfal doblado y apuntado.
Hay una serie de columnas soportando este arco así como las
nervaduras de la bóveda de crucería. Estas columnas
nos ofrecen capiteles con atlante, mascarón humano, etc. Uno
de los capiteles dobles lleva una cabeza humana mirando hacia abajo
entre dos cuadrúpedos (¿Monos?, ¿Leones?) que
sujetan con las patas figuras humanas.