Guía
del Arte Románico en Guipúzcoa
Introducción
al románico guipuzcoano
Una
de las cuestiones que más se debate sobre el románico
de Guipúzcoa es la razón de su escasa existencia en
comparación con el románico abundante de otras provincias
cercanas como Álava y Navarra.
Se ha dicho por
parte de algunos historiadores y arqueólogos que debieron existir
numerosos templos románicos que serían eliminados masivamente
a partir de la bonanza económica del siglo XVI y que lo que
ha perdurado sólo sirve de muestra de lo que debió existir.
Tal extremo sólo
podrá comprobarse cuando se hagan catas arqueológicas
de templos actuales para comprobar restos medievales en sus cimientos.
No obstante, un hecho que puede apoyar esta teoría es la existencia
de restos románicos en cementerios actuales que se corresponden
con las iglesias parroquiales medievales sustituidas posteriormente,
seguramente por su humildad.
El caso es que
el románico de Guipúzcoa es actualmente escaso y en
todos los casos fragmentarios y bastante tardíos, incluso en
muchos casos, se suelen considerar por parte de estos estudios como
elementos románicos otros que habría que considerar
de transición o casi góticos.
Bedoña
En la cabecera de la iglesia
de Santa Eulalia de Bedoña hay dos ventanales románicos
superpuestos, habiendo pedido el inferior todo el conjunto del arco
sustituido por un arquitrabe, aunque han sobrevivido las columnas
con sus capiteles.
La iconografía del
conjunto de los capiteles es bastante rica, aunque no así la
calidad de la talla que se clasifica en una fase tardía y ruralizada.
Los temas representados son diversos animales y el pecado de la lujuria.
Las
portadas tardorrománicas guipuzcoanas
Aretxabaleta
La entrada al cementerio de
Aretxabaleta tiene una puerta de cuatro arquivoltas lisas y algo apuntadas
que apean sobre jambas también lisas.
Más interesante es
una pieza románica empleada como parte de la espadaña
actual y que se encuentra encima de la portada que hemos citado. Parece
que se trata de una credencia de doble nicho y parteluz central, lo
que a cierta distancia hace parecer que se trata de un ajimez de una
torre o espadaña románica.
Dicho parteluz lleva fuste
decorado al etilo de otras muchas iglesias alavesas de las que sobresale
la de Estíbaliz y el capitel amplias hojas de acanto muy exuberantes.
Ormaiztegi
e Idiazábal
La portada de Ormaiztegi,
aunque ya de cronología gótica bien avanzada, constituye
una de las más conocidas y nombradas puertas de tradición
románica en Guipúzcoa. Obra seguramente del siglo XIII
avanzado, se abre en arimez o cuerpo resaltado desplegando multitud
de estechísimas arquivoltas de medio punto que forman una bocina
casi continua y sin saltos. Los apoyos son, de nuevo, jambas aboceladas
que imitan columnitas.
La última arquivolta
es angrelada mediante arquitos ojivales que cobijan una tracería
claramente gótica.
Estamos, pues antes una buena
y cuidada obra que conserva la tradición románica en
su estructura general pero que incorpora ya signos ornamentales de
tipología francamente gótica.
La portada de la iglesia parroquial
de San Miguel de Idiazábal, trasladada en 1560 al costado oeste
desde su antigua ubicación original en el muro sur bajo un
óculo aún conservado, está claramente relacionada
con la vista de Ormaiztegui, aunque es más sencilla. En este
caso las arquivoltas son apuntadas, pero el resto de elementos son
semejantes, incluyendo la arquivolta de arquillos góticos añadida
un siglo más tarde.
En su interior se custodia
una interesantísima pila bautismal prerrománica -la
más antigua de cuantas se conservan en Guipúzcoa- perteneciente
al santuario de Santa María de Guruzeta, primitiva parroquia
de Idiazábal.
Abaltzisketa
(Abalcisqueta)
De nuevo estamos ante una
portad tardía de austeridad y morfología cistercienses.
Tiene seis arquivoltas planas más guardapolvos. Su adscripción
románica se comprueba por la decoración de zigzagueado,
puntas de diamante y ajedrezado que se hallan en sus escasa decoración.
Ezkioga
La de Ezkioga es otra puerta
de transición entre el románico y el gótico con
cinco arquivoltas de perfil apuntado y formado por baquetones y escocias
con bezantes. El guardapolvos se decora con puntas de diamante. Las
jambas baquetonadas se han convertido en columnillas con incipiente
capitel vegetal de hechuras esquemáticas góticas.
Tolosa
La portada que hoy encontramos
en el interior de la iglesia parroquial de Santa María de Tolosa
empleada como acceso a una de las capillas es la originaria de la
ermita de San Esteban que se trasladó a este lugar al haber
quedado destruida.
Es una portada verdaderamente
interesante ya que, a pesar de sus arquivoltas claramente apuntadas,
presenta algunas características que le hacen ser de las más
románicas de Guipúzcoa.
Tiene seis arquivoltas baquetonadas
menos la penúltima que presenta dientes de sierra. El guardapolvos
lleva doble cenefa, una de ajedrezado y la exterior de puntas de diamante.
Las jambas, nuevamente se
han tallado para convertirlas en una especie de fustes sin apenas
capitel. Los cimacios se impostan por toda la portada y presentan
también decoración de damero de ajedrez.
Se trata, sin duda, de una
puerta de tradición románica cisterciense. La decoración
ajedrezada aún la relaciona con un románico pleno pero
el apuntamiento de las arquivoltas, los dientes de sierra, puntas
de diamante y otros detalles sitúan esta puerta en la tradición
imperante en las primeras décadas del siglo XIII vinculada
a los monasterios del Císter.
Otras
portadas
Otras portadas que se pueden
considerar románicas en Guipúzcoa son la la iglesia
de San Miguel Uribarri (Arrasate), la del cementerio de Pasai
San Pedro (Pasajes de San Pedro) de arquivoltas de medio
punto, la de Nuestra Señora del Rosario de Ugarte en
Amezketa de radical simplicidad pero de las de mayor corrección
románica de todas las guipuzcoanas.
Por su parte, también
tenemos la muy tardía portada de la Ermita de La Antigua
de Zumarraga del siglo XIV, más gótica que románica,
con cuatro arcos apuntados que combinan baquetón y escocias
y jambas aboceladas imitando columnas de capiteles sencillos.
Para finalizar, citaremos
el tímpano esculpido que se conserva en el Museo de San
Telmo de San Sebastián. Pero en este caso no se trata de
una portada originalmente guipuzcoana sino alavesa. En concreto pertenece
a una iglesia de Labastida. Presenta un crismón sostenido por
dos ángeles, iconografía muy empleada en el románico
de Aragón.