Guía
del Románico en la Llanada Alavesa
La Llanada
Alavesa es una comarca alargada que ocupa una franja horizontal
situada al noreste de la provincia de Álava.
Su orografía está
formada por suaves y amables valles y llanuras que fueron surcados
por antiguas vías de comunicación, como una antigua
calzada romana que llegaba hasta Astorga y, ya en época medieval,
por un ramal secundario del Camino de Santiago.
No
es casualidad que algunas de las principales iglesias románicas
de la Llanada Alavesa se encuentren precisamente en las localidades
de esta vía jacobea alternativa que parece tuvo cierta pujanza
en el siglo XIII.
El
Románico rural de la Llanada Alavesa
El abundante y muy poco conocido
(además de frecuentemente menospreciado) románico alavés
tiene en la Llanada Alavesa una de las comarcas de mayor densidad.
Aunque
hay numerosas variaciones en las características de estos pequeños
templos, podemos afirmar algunos aspectos comunes:
- Carácter tardío,
pudiendo fecharlas en los últimos años del siglo XII
y primeras décadas del XIII.
- Sus puertas y ventanales
suelen tener arquivoltas apuntadas, con frondosas decoraciones de
tipo vegetal.
- Son iglesias frecuentemente
influidas por algunas pautas decorativas procedentes del Monasterio
de Estíbaliz.
- Aunque no se puede considerar
una pauta general para el románico de la comarca, hay que
decir que dos de sus iglesias (Alaiza y Gaceo) conservan pinturas
murales, eso sí, de muy diferente carácter estético
e iconográfico.
No
obstante, hay, como ya dijimos, muchas variaciones pues encontramos
iglesias con ábsides semicirculares y otros planos; portadas
con arquivoltas de medio punto y otras apuntadas. Los canecillos de
algunos templos son lisos pero hay otros muy decorados y con rica
iconografía.
En efecto, si algo nos ha
llamado la atención de buena parte de las iglesias románicas
de la Llanada Alavesa es su riqueza escultórica, que a pesar
de su carácter tardío, incide en temas de gran riqueza
iconográfica y simbólica propias de románico
más clásico: combates contra animales demoniacos, cabezas
vomitando (o devorando) personas, aldeanos mostrando sus sexos, mujeres
con serpientes y sapos, etc.
También se aprecia
en la mayoría de los templos una gran simplicidad arquitectónica
pero una gran elegancia (ya casi gótica) en sus arquerías
murales y vanos (óculos, ventanales y portadas).
Según los autores López
de Ocáriz y Martínez de Salinas hay restos románicos
en más de ochenta lugares de la Llanada Alavesa. De todo este
extensísimo panorama, hemos elegido una ruta que enlaza, de
oeste a este, las iglesias de Hueto Arriba, Hueto Abajo, Oreitia,
Elburgo, Gáceta, Añua, Alegría, Alaiza y Gaceo.
Hueto
Abajo
Según demuestran recientes
investigaciones, el templo de Hueto Abajo se encuentra construido
sobre la estructura de una iglesia prerrománica, de las que
se aprecian los muros en el costado norte y hastial occidental. Es
fácilmente reconocible puesto que sobresale el alero del templo
altomedieval de los muros actuales, siendo aquél de bastante
menor altura.
Sobre este edificio prerrománico
se construyó en el siglo XIII la actual iglesia románica
que conserva un ábside muy tardío, de planta ya poligonal,
animado por elegantísimos ventanales de múltiples arquivoltas
agudas más tres pares de columnas con capiteles vegetales muy
decorados que recuerdan a los de San Vicentejo de Treviño.
La puerta tiene arquivoltas
muy apuntadas -las externas parcialmente destruidas- formadas por
secuencias de baquetones y medias cañas. Los capiteles están
bastante deteriorados aunque se adivinan algún hombre y aves
en los del lado izquierdo.
A pesar de lo tardío
de esta iglesia no encontramos los típicos canecillos de perfil
de caveto o proa de barco, sino una colección de canecillos
historiados, donde abundan los rostros de hombres que el escultor
esculpió con prominentes narices.
Uno
de los que llama más la atención, por la temática
que aborda, y su notable estado de conservación, es el del
joven onanista que parece esbozar hasta una pícara sonrisa.
En uno de ellos encontramos
el busto de una mujer mordido por una serpiente y un sapo.
Otro canecillo muestra dos
cabezas unidas mirando en sentidos opuestos (¿Jano?).
Hueto
Arriba
Vecina de la anterior localidad
y a tan solo unos cientos de metros tenemos la aldea de Hueto Arriba
Su iglesia parroquial se halla
en la parte alta de la población, junto a un agradable parque
infantil y fértiles campos de labor.
Arquitectónicamente
es la clásica iglesia de una nave y ábside de semitambor,
construido con mampostería concertada y sillarejo, salvo la
sillería del ábside.
Éste tiene tres ventanales
muy abocinados y amplio derrame exterior.
La portada tiene arquivoltas
de medio punto y dos parejas de columnas que muestran un fino reticulado
decorativo en los fustes, clara herencia de la portada del Monasterio
de Estíbaliz y de la influencia determinante que generó
este monumento en todo el románico vasco.
Oreitia
Desde Hueto Arriba tomamos
dirección hacia el este siguiendo hasta llegar a Oreitia que
tiene una iglesia muy interesante.
Se aprecian múltiples
reformas y su aspecto exterior, fruto de ello, es algo deslabazado.
Nos interesan algunos detalles
escultóricos presente en los canecillos y en una pieza incrustada
junto a un óculo.
Canecillos historiados tenemos
bastantes, pero uno llama la atención. Se trata de una cabeza
con agresivas fauces de las que sale el cuerpo de un hombre (¿león
andrófago?).
Junto al óculo citado
hay encastrada una talla de un caballero con lanza y escudo.
Por su parte, muy elegante
y bien compuesta es la puerta que se abre en el muro sur. Muestra
cuatro arquivoltas apuntadas y ocho columnas, las dos más externas
decorando las esquinas del arimez. El capitel más interesante
es aquél que muestra el combate de un ángel, seguramente
San Miguel, con un dragón.
Elburgo.
Ermita de San Juan de Ararían
A escasa distancia de Oreitia
está la localidad de Elburgo. A las afueras de la localidad
hay un minúsculo edificio que es la ermita de San Juan de Ararían,
que conserva un ábside semicircular con canecillos y un ventanal
con rudos capiteles, pero que interesan por los motivos esculpidos.
Uno de ellos presenta a dos
hombres que se cogen de las manos en lo que parece un juego de lucha
o combate. En otro, aparece una cruz rodeada de surcos (¿Representan
el Cielo?) junto a una pareja de aves.
Gáceta,
Iglesia de San Martín
La iglesia de San Martín de Gáceta es un
templo rural del siglo XIII cubierto con bóveda de medio cañón.
Ha sido objeto de varias reformas modernas, aunque se
ha conservado en aceptable estado de conservación su bonita
puerta de ingreso abierta en el muro del mediodía, a pesar
de que ha perdido buena parte de los sillares que constituían
el arimez en el que se construyó.
Tiene arquivoltas apuntadas que forman una superficie
abocinada casi continua. La decoración es vegetal, con las
clásicas palmetas de ápices doblados hacia adelante.
Añua,
Iglesia de la Natividad
La iglesia de La Natividad de Nuestra Señora de
Añua es un edificio fruto de dos fases constructivas: la cabecera
es del siglo XIII y el resto del cuerpo del templo ya del XVI. Nos
interesa aquí la peculiar cabecera -no vuelve a darse en todo
el románico alavés- de planta hemidecagonal que denota
una fase muy tardía en su construcción.
Los muros se animan y articulan mediante arquerías
murales con arco apuntados por parejas sobre finas columnillas y ménsulas
esculpidas que cobijan ventanales de arquivoltas también apuntadas.
La escultura de los capiteles y los canecillos denotan
una calidad estética bastante ruda. No obstante, dichos relieves
atraen muchos visitantes gracias a su excepcionalmente expresivo carácter.
En efecto, algunos de los mascarones y rostros que hallamos podrían
ser calificados como esperpénticos. Además, tampoco
faltan los habituales temas sexuales del románico rural.
Hay que citar algunos óculos hexalobulados con
claro simbolismo solar.
En el interior se aprecia la estructura casi gótica
de la cabecera con bóveda de crucería y los tres ventanales
originales de la cabecera, uno más de los que se aprecian al
exterior por encontrarse éste tapado por la sacristía.
Todavía conservan importantes restos de policromía.
Los motivos representados en la escultura de los capiteles
de la estructura columnaria se centra en lo vegetal, pero también
hay cabezas humanas y un expresivo repertorio de animales: aves, leones,
águilas apresando conejos, etc.
Alegría,
Santuario de Nuestra Señora de Ayala
Seguimos nuestra ruta por
la Llanada Alavesa en dirección al este y enseguida nos encontraremos
con este pueblo de simpático nombre llamado Alegría-Dulantzi.
Al otro lado de la vía
del tren está la ermita de Nuestra Señora de Ayala.
Para visitarla es necesario cruzar por un puente elevado que salva
las vías del ferrocarril.
Desde la lejanía ya
nos sorprende el gran pórtico meridional que cuando llegamos
comprobamos que se trata de una galería tardorrománica
que no se asemeja a las habituales castellanas o incluso a las otras
existentes en Navarra, donde los arcos de los vanos apoyan en columnas
o pilares. Y es que este pórtico se construyó empleando
el esquema arquitectónico del alzado de una iglesia tardorrománica
de tres naves.
Los
tres amplios arcos -uno de medio punto y los otros dos apuntados-
apoyan como si fueran arcos formeros de una iglesia, es decir sobre
pilares cruciformes con grandes medias columnas en tres de sus caras
y columnillas en los codillos.
El resto de la iglesia es
menos interesante. La cabecera tiene pequeñas saeteras rodeadas
por guardapolvos con bolas, los canecillos son geométricos
aunque también los hay con alguna que otra cabeza. Por su parte
la puerta tiene jambas sosteniendo arquivoltas ojivales con decoración
de taqueado que se extiende a las impostas de aquéllas.
Más
información de la Ermita
Santuario de Nuestra señora de Ayala, en Alegría, Álava
Alaiza, Iglesia de la Asunción
La iglesia de la Asunción de Nuestra Señora
de Alaiza es un modesto templo rural bien conservado compuesto por
una pequeña nave abovedada con bóveda de medio cañón
apuntado con el refuerzo de fajones del mismo perfil, engarzada a
una cabecera con ábside de planta semicircular.
También pertenece a época medieval una
estrecha nave añadida al sur, también abovedada.
La puerta se encuentra bajo un pequeño pórtico.
Tiene arquivoltas apuntadas que han perdidos en la actualidad muchas
de las dovelas.
El carácter sencillo y rural de esta iglesia de
Alaiza no le dotaría de un prestigio especial si no fuera por
el conjunto de misteriosas pinturas murales -posiblemente del siglo
XIV- que fueron halladas en la cabecera durante una intervención
en el año 1982 y que, dada su iconografía guerrera y
aparentemente profana, sigue siendo un verdadero misterio.
En efecto, donde esperaríamos una representación
teofánica como el Cristo de la Parusía o de la Ascensión,
rodeado por otros seres sagrados, lo que encontramos son soldados
de infantería y caballería con estandartes, lanzas,
mazas, etc. donde tampoco faltan torres defensivas. Además
aparecen animales reales y fantásticos, hombres en lo que parece
una peregrinación, etc.
A tan extraña e insólita iconografía
se suma la plástica de estas pinturas, ejecutadas de manera
rudimentaria con escasos colores (rojo y negro) y un trazado lineal
sin apenas detalles, casi como algunas pinturas rupestres.
Se han enunciado todo tipo de teorías interpretativas,
desde temas apocalípticos, plasmación de la intervención
inglesa en la Llanada Alavesa durante la guerra civil castellana entre
Pedro I y Enrique de Trastámara, hasta la presencia de extraterrestres
o seres espirituales de otra dimensión.
Gaceo,
Iglesia de San Martín de Tours
Terminamos este resumen del
románico de la Llanada Alavesa en la localidad de Gaceo, ya
cerca de la hermosa población de Salvatierra, capital de la
Llanada Oriental.
La iglesia de San Martín
de Tours de Gaceo es bien conocida por sus magníficas pinturas
murales góticas conservadas en los muros interiores de la cabecera.
Su arquitectura tardorrománica es mucho más modesta
y sencilla a pesar de que su ábside semicircular está
construido con buena sillería.
En el interior, el visitante
queda maravillado por el citado conjunto de pinturas murales que engalanan
los muros y bóvedas de la cabecera.
Son del siglo XIV, correspondientes
al estilo que se conoce como Franco Gótico o Gótico
Lineal y en ellas se representa toda una serie de temas bíblicos
con fin catequético y docente.
La bóveda de cuarto
de esfera del ábside muestra una espectacular representación
de la Trinidad dentro de una mandorla lobulada, con el Padre sosteniendo
a Cristo crucificado y encima de Él una paloma simbolizando
al Espíritu Santo.
Debajo, en el hemiciclo, se
relata la Crucifixión de Cristo con Longinos, Stephaton, la
Virgen María y San Juan Evangelista, además del Pesaje
de las Almas y Abraham acogiendo las almas de los bienaventurados.
En la bóveda de medio
cañón del presbiterio hay un relato secuencial de episodios
bíblicos en viñetas rectangulares.
Muy expresiva es la representación
de los condenados del Juicio Final que encontramos en el muro sur
del presbiterio. Aparecen desnudos y son llevados al interior de una
enorme boca abierta de Leviatán.
Más
información de la Iglesia
de Gaceo