Guía
del Arte Románico en Vizcaya
Características
de las iglesias románicas de la provincia de Vizcaya
La
abundancia de románico disperso por los valles alaveses contrasta
con la escasez de iglesias románicas existentes en las vecinas
provincias de Vizcaya y Guipúzcoa. Para ello
se han dado diversas hipótesis:
- Posible penetración
tardía del románico en tierras norteñas vascas.
- Construcción de
templos de madera.
- Existencia de iglesias
románicas más numerosas pero reedificadas en tiempos
de bonanza económica.

En cualquier
caso, el hecho es que los restos románicos se Vizcaya se concentran
mayoritariamente en el norte de la provincia, muy cerca del Mar Cantábrico.
Citamos aquí
la Ermita de San Pelaio de Bakio, La ermita de San Miguel
de Zumetxaga, también junto a Bakio, pero perteneciente
a Mungía y la iglesia de San Miguel de Fruiz
o Fruniz.
Iglesias
románicas de Vizcaya
Ermita
de San Pelaio (San Pelayo) de Bakio
La
Ermita de San Pelayo de Bakio es un edificio austero de finales
del siglo XII o comienzos del XIII, restaurado en 1957.
Tiene nave única y
cabecera plana.
Lo más interesante
es su portada occidental de buena hechura arquitectónica, que
tiene cuatro arquivoltas de medio punto con guardapolvos decorado
con bolas.
Desde el punto de vista escultórico
y decorativo la portada de la ermita de San Pelayo es muy austera,
pues todas las arquivoltas son planas y de aristas vivas.
Las cuatro columnas llevan
capiteles con esquemática decoración vegetal apenas
incisa.

Ermita
de San Miguel de Zumetxaga. Mungia
La ermita de San Miguel
de Zumetxaga, perteneciente a Mungia, pero se encuentra más
cercana a la turística localidad costera de Bakio.

Se trata de la construcción
más conocida del románico en Vizcaya, gracias a la polémica
que suscitó su origen. Se ha asociado esta ermita al románico
irlandés, a influencias celtas y las más próximas
alavesas.
Lo que sí sabemos es
que la ermita de San Miguel de Zumetxaga es un modesto edificio del
románico tardío vasco. Tiene una sola nave y cabecera
de testero plano.
La portada meridional tiene
arquivoltas planas y apuntadas
En
el interior, la cabecera se abre mediante arco triunfal doblado y
apuntado sobre columnas con capiteles vegetales.
La ventana del ábside
es lo más interesante. Exteriormente tiene dos arquivoltas
y cuatro columnas, con columnas con fustes tallados "a la alavesa"
y cuatro capiteles, entre los que destacan elementos humanos y animales
entre abigarrados entrelazos, de misterioso simbolismo y que son los
que han propiciado la polémica sobre el origen de la iglesia
Al margen de ello, no cabe
duda que la ermita San Miguel de Zumetxaga nos deja un imborrable
recuerdo gracias a su ubicación en lo alto de una colina a
unos cientos de metros del mar. Su cabecera se hunde en la espesura
del bosque que la cobija.
Iglesia
de San Salvador de Fruiz (Fruniz)
Aunque el románico
de la iglesia de San Salvador de Fruiz se limita básicamente
a su portada sur, ésta es suficiente para justificar su visita.

La citada puerta recuerda
mucho en estructura a muchas de las que existen en Álava, especialmente
cerca de Vitoria, como Lopidana o Gamarra Menor.
Tiene tres arquivoltas agudas,
teniendo la central hojas de acanto. La clave se adorna con una cabecita
barbuda. Los apoyos son cuatro columnas con fustes tallados como en
Estíbaliz y tantas otras iglesias vascas.
Dos de los cuatro capiteles
son vegetales, mientras que los otros dos son historiados. De estos
últimos, el de la izquierda parece representar monjes o algún
tipo de oficio religioso. El de la derecha es el que da prestigio
a la iglesia de Fruiz. Muestra a un personaje femenino que detiene
a dos caballeros que van a a iniciar el combate sujetando sus armas:
lanza y espada respectivamente.

Se ha interpretado como una
representación de la Pax Dei o Paz de Dios, inciativa de la
Iglesia para moderar o, incluso, prohibir las luchas, combates y guerras
en determinadas circunstancias.