Guía
del Románico en Valdeolea
Valdeolea
es una bonita comarca (mejor decir subcomarca ya que pertenece a la
de Campoo-Los Valles) del suroeste de Cantabria.
Limita geográficamente
con el noreste de la provincia de Palencia.
Características
del románico de Valdeolea
Las características
del románico de la comarca de Valdeolea se pueden resumir en
los siguientes puntos:
- Es de tipo rural, formado
por las clásicas iglesias concejiles de las aldeas de la
zona.
- Su carácter es más
bien tardío pudiéndose datar entre la mitad del siglo
XII y las primeras décadas del XIII. En este sentido hay
que recordar que la construcción del influyente y vecino
Monasterio de San Pedro de Cervatos se llevaría a cabo no
más tarde de los años 50 del siglo XII.
- Se trata de iglesias de
pequeño tamaño.
- Su arquitectura es noble
a base de sillería.
- Reciben la doble influencia
escultórica y decorativa de Cervatos y los monasterios norpalentinos.
- Comparte algunas características
-como gran parte del románico del sur de Cantabria- con el
románico del norte de Burgos y Palencia. Tal es el caso de
las dobles columnas en los ábsides o las jambas encapiteladas
de las puertas.
En esta pequeña y bonita
comarca de Valdeolea vamos a tratar las iglesias de Las Henestrosas
de las Quintanillas, San Martín de Hoyos y Hoyos.
Las
Henestrosas de las Quintanillas
La
ruta desde cualquier punto o carretera hacia Las Henestrosas de las
Quintanillas es un verdadero placer, pues el entorno paisajístico
vale por sí mismo la pena, con verdes valles solitarios que
nos preparan para la sorpresa final que es la iglesia de Santa María.
Al llegar al pueblo, nos topamos
con el magnífico palacio de la Corralada, con su estupenda
fachada, incluyendo un enorme escudo heráldico.
Pero
el templo románico no se encuentra entre el caserío
sino que hay que seguir por la carretera que se dirige a Bercedo para
llegar a ella. No obstante no hay pérdida porque se asienta
en lo alto de una suave loma que se avista desde cientos de metros.
Hay que reconocer que parte
del gran encanto de esta iglesia de Santa María de Las Henestrosas
de las Quintanillas es debido al lugar en que se ubica. No siempre
podemos disfrutar del románico rural en un lugar solitario,
sin otras viviendas apiñadas a su alrededor (limitando frecuentemente
su contemplación) y rodeadas de una feraz naturaleza.
Éste sí es el
caso de nuestro templo de Las Henestrosas de las Quintanillas. Dejamos
el coche en la cuneta y contemplamos su equilibrada estampa desde
el suroeste. La subida a lo alto de la colina es agradable pues nos
rodea el intenso verdor de la hierba cántabra y una buena colección
de flores si acertamos en la época.
Una vez en lo alto, comprobaremos
que esta iglesia es el mejor ejemplo del románico de la Comarca
de Valdeolea y que aporta una sólida arquitectura de sillería
con elementos tan interesantes como una curiosa torre campanario,
un bien resuelto ábside y una correcta portada de arquivoltas
apuntadas.
La cabecera muestra un ábside
de planta semicircular, con un ancho ventanal de arquivolta angrelada
y amplio derrame (aunque la aspillera está cegada). Rodean
a este ventanal sendos plintos que llegan hasta la imposta del alféizar.
Sobre ellos parten columnas pareadas hasta el alero.
Hay diversos canecillos, lamentablemente,
en bastante mal estado aunque se aprecian algunos tan interesantes
como una pareja de monjes que parecen leer un códice, el de
la izquierda, y el otro, escribirlo.
La puerta está en el
costado meridional y se abre en un profundo arimez. Tiene seis arquivoltas
apuntadas y con muy escasa ornamentación. Son de perfil liso
o abocelado. Sólo la intermedia tiene una somera decoración
de dientes de sierra.
Los
capiteles de las ocho columnas y las jambas encapiteladas internas
se engalanan con abultados crochets.
El campanario procede de la
ampliación de la espadaña original románica.
Aunque la iglesia presentaba originalmente la planta
habitual en este tipo de templos románicos: una sola nave engarzada
a una cabecera de ábside semicircular, el caso es que después
se realizó una drástica ampliación. De
modo que se añadieron dos naves laterales en los costados norte
y sur cuyos tramos están cubiertos por bóvedas estrelladas
tardogóticas.
La cabecera románica se respetó y
en el arco triunfal hay dos hermosos capiteles que representan una
pareja de grifos y a Sansón desquijarando al león, casi
de idéntica estampa a los que se encuentran en la palentina
iglesia de Vallespinoso de Aguilar.
Por último, mencionamos la existencia de
varios fragmentos de pinturas murales del siglo XV atribuidos al llamado
Taller del Maestro de San Felices y que dejó numerosas obras
en el norte de Palencia y sur de Cantabria.
Iglesia
de Santa María de Hoyos
La iglesia de Santa María
de Hoyos se encuentra en plena pendiente de una ladera y conserva
bien el ábside y la sencilla puerta tapada por un porche posterior.
El ábside tiene una
estampa muy clásica con imposta horizontal, amplio ventanal
articulado y dos columnas a sus lados.
Interesantes es la colección
de canecillos de temática muy variada. vegetales, animales,
personajes sentados desarrollando actividades poco identificables,
etc.
Iglesia
de San Martín de Hoyos
Más modesta que su
vecina de Hoyos, la de San Martín de Hoyos es un modesto templo
rural cuyo exterior se limita a un ábside de semitambor desnudo
al que se hizo desaparecer su ventanal central con una corona de canes
que muestran cabezas de animales. Se adivinan entre ellas la de una
vaca y un ciervo.
La portada meridional es de
gran sencillez. Tiene cuatro arquivoltas de medio punto de perfil
abocelado menos una lisa y otras con sogueado. La chambrana es ajedrezada.
Los soportes son jambas sin columnas. Los canecillos del tejaroz del
arimez son lisos o están desfigurados completamente.
La estructura de arquivoltas
sin columnas suele pertenecer a un estadio muy tardío del románico,
lo que retrasaría su construcción al siglo XIII. Sin
embargo, el guardapolvos de dos filas de tacos y, sobre todo, el perfil
sogueado de una de las arquivoltas son más propios de un románico
bastante inicial.
En el interior,
lo más destacable es que la iglesia de una nave convencional
fue alterada todavía en época romana para abrir dos
capillas laterales a modo de transepto y que le confiere planta de
cruz latina.